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El dolor en la parte anterior de la rodilla puede estar causado por factores como la debilidad en los músculos del muslo y la pronación y tensión excesivas en los músculos y tendones de la pierna.
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La persona puede sentir dolor cuando corre cuesta abajo, pero a la larga, también puede sentir dolor al caminar.
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Para realizar el diagnóstico puede ser necesario realizar una resonancia magnética y una artroscopia.
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Hay que dejar de correr hasta que el dolor cese, y luego realizar ejercicios que fortalezcan y equilibren los músculos que rodean la rodilla.
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Si la causa del dolor es la pronación excesiva, unas plantillas especiales en el calzado pueden ser de gran ayuda.
(Véase también Introducción a las lesiones deportivas.)
La rótula (patela o choquezuela) es un hueso circular que se une a los tendones y a los ligamentos alrededor de la rodilla; normalmente se mueve hacia arriba y hacia abajo sobre el fémur durante la carrera.
Cuando duele la parte anterior de la rodilla
El dolor en la parte frontal de la rodilla puede estar causado por
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Rótula situada demasiado alta o demasiado baja en la parte frontal de la rodilla
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Inserción descentrada de los músculos alrededor de la rodilla
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Acortamiento y sobrecarga de los músculos isquiotibiales
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Tensión en el tendón de Aquiles
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Debilidad en los músculos del muslo que normalmente ayudan a estabilizar la rodilla
Rodilla de corredor
Una causa frecuente del dolor anterior de la rodilla y que resulta fácil de tratar es la debilidad de los músculos del muslo. Los músculos débiles en el muslo permiten que la rótula pueda moverse lateralmente y rozar el fémur de forma anómala. El dolor de la rodilla del corredor aparece normalmente cuando corre cuesta abajo, pero más tarde también genera dolor corriendo o andando, especialmente bajando escaleras.
Pronación excesiva
Diagnóstico
Tratamiento
Debe evitarse correr hasta que se pueda hacer sin dolor. Aplicar hielo en la zona afectada, tomar antiinflamatorios no esteroideos, y el uso temporal de rodilleras o vendajes elásticos también son beneficiosos. Para proteger la rodilla y mantener la actividad física durante la recuperación, se pueden realizar otros ejercicios, como usar una bicicleta estática (con el asiento alto, baja repetición y baja resistencia) o nadar. Son útiles los ejercicios que fortalecen y equilibran los músculos de la parte posterior (isquiotibiales) y de la parte de anterior (cuádriceps) del muslo.
En la rodilla de corredor, los estiramientos previos al ejercicio ayudan a equilibrar las fuerzas anormales causadas por la tensión muscular y reducir el daño.
Las plantillas para el calzado pueden ayudar a corregir la excesiva pronación.