Edad y salud: nutrición

Una dieta es lo que se come, independientemente del objetivo. No se ha determinado aún cuál es la mejor dieta para las personas mayores. Sin embargo, el cambio de algunos aspectos de la dieta con la edad basándose en la forma en que el cuerpo cambia al envejecer puede resultar beneficioso. No se requieren cambios en algunos nutrientes, como los hidratos de carbono y las grasas.

  • Calorías: al envejecer, las personas tienden a ser menos activas y, por tanto, consumen menos energía, lo que facilita el aumento de peso. Si tratan de consumir menos calorías para impedirlo, es posible que no obtengan todos los nutrientes necesarios, especialmente vitaminas y minerales. Si se mantienen físicamente activas, puede ser que su necesidad de calorías no cambie.

  • Proteínas: al envejecer, se va perdiendo masa muscular. Si las personas mayores no consumen suficientes proteínas, la pérdida de masa muscular es aún mayor. Si tienen problemas de alimentación (por ejemplo, por tener dificultad para tragar, o por problemas dentales), pueden consumir las proteínas en alimentos más fáciles de masticar que la carne, como pescado, productos lácteos, huevos, mantequilla de cacahuete, frijoles o alubias y derivados de la soja.

  • Fibra: comer suficiente fibra ayuda a contrarrestar la ralentización del sistema digestivo que se produce con la edad. Las personas mayores deben comer de 8 a 12 porciones diarias de alimentos ricos en fibra. Es mejor obtener la fibra de los alimentos, pero a veces son necesarios suplementos de fibra, como la ispágula.

  • Vitaminas y minerales: las personas mayores necesitan a veces suplementos de vitaminas y minerales específicos además de un multivitamínico. Calcio, vitamina D y vitamina B12 son algunos ejemplos. Tomar suficiente calcio y vitamina D con la dieta es difícil. Estos nutrientes son necesarios para mantener los huesos fuertes, lo cual es particularmente importante en las personas mayores. Algunas personas mayores no absorben suficiente vitamina B12 aunque consumen una cantidad suficiente con los alimentos, porque el estómago y el intestino tienen menos capacidad para extraer la vitamina B12 de los alimentos o absorberla. Las personas mayores con este problema absorben mejor la vitamina B12 cuando se les administra como suplemento.

  • Agua: a medida que las personas envejecen, son más propensas a deshidratarse porque su capacidad para experimentar sed disminuye. Por lo tanto, tienen que hacer un esfuerzo consciente para beber suficientes líquidos en lugar de esperar a tener sed. Sin embargo, las personas mayores no necesitan beber más agua en general que las jóvenes.

Las personas mayores son más propensas a padecer trastornos o tomar medicamentos que pueden cambiar las necesidades nutricionales del cuerpo o su capacidad para satisfacerlas. Ciertas enfermedades y fármacos disminuyen el apetito o interfieren en la absorción de nutrientes. Cuando acuden al médico, han de preguntarle si los trastornos que tienen o los medicamentos que toman afectan de algún modo a la nutrición.