Cistoosporiasis

PorChelsea Marie, PhD, University of Virginia;
William A. Petri, Jr, MD, PhD, University of Virginia School of Medicine
Revisado/Modificado jun. 2022
Vista para pacientes

La cistoisosporiasis es la infección por el protozoo Cystoisospora belli (antes conocido como Isospora belli). Los síntomas incluyen diarrea acuosa con síntomas gastrointestinales y sistémicos. El diagnóstico se basa en la detección de los ovoquistes característicos en las heces o en piezas de biopsia intestinal. El tratamiento suele realizarse con trimetoprima/sulfametoxazol (TMP/SMX).

(Véase también Generalidades sobre las infecciones por protozoos intestinales y microsporidios.)

Las cistoisosporiasis es causada por protozoos coccidios intracelulares obligados que infectan las células epiteliales intestinales. La transmisión se produce por vía fecal-oral a través de alimentos o agua contaminados con heces de una persona infectada. La cistoisosporiasis ocurre en todo el mundo y es más frecuente en climas tropicales y subtropicales. Los residentes y los viajeros a zonas endémicas presentan mayor riesgo.

El ciclo vital de C. belli es similar al de Cryptosporidium, salvo porque los ovoquistes eliminados a través de las heces no experimentan esporulación. Por lo tanto, cuando recién se eliminan con las heces, los ovoquistes no son infecciosos, y la transmisión fecal-oral directa no puede ocurrir. Los ovoquistes requieren días o semanas para esporular en el ambiente y, en consecuencia, la transmisión directa de una persona a otra es poco probable. Los ovoquistes esporulados se ingieren en alimentos o agua contaminados y se excretan en el tracto gastrointestinal, liberando esporozoìtos. Los esporozoítos invaden las células epiteliales del intestino delgado, se replican y maduran en ovoquistes, que se desprenden en las heces.

Síntomas y signos de la cistoisosporiasis

El síntoma primario de la cistoisosporiasis es la diarrea acuosa no sanguinolenta de aparición súbita, con fiebre, dolores abdominales tipo cólicos, náuseas, anorexia y malestar general. En los pacientes inmunocompetentes, la enfermedad suele resolver espontáneamente, aunque puede durar varias semanas.

En los huéspedes con depresión de la inmunidad celular, como en pacientes con sida, la cistoisosporiasis puede ocasionar una enfermedad prolongada con diarrea profusa grave, difícil de tratar y pérdida de peso, semejante a la de la criptosporidiasis.

Diagnóstico de la cistoosporiasis

  • Examen microscópico de las heces

El diagnóstico de la cistoosporiasis se realiza mediante la detección de ovoquistes mediante un examen microscópico de las heces. Una técnica de tinción ácido-alcohol resistente de Ziehl-Neelsen o Kinyoun modificada puede ayudar a identificar ovoquistes de Cystoisospora. Los ovoquistes de Cystoisospora son autofluorescentes. Los ovoquistes de Cystoisospora son más grandes que los ovoquistes de Cyclospora y Cryptosporidium, son elipsoidales y pueden contener uno o dos esporoblastos.

Pueden ser necesarias varias muestras (≥ 3) de heces porque la secreción de quistes puede ser intermitente.

En ocasiones, el diagnóstico recién es posible cuando se detectan los estadios intracelulares del parásito en biopsias de tejido intestinal.

En la cistoisosporiasis, las heces pueden contener cristales de Charcot-Leyden (cristales hexagonales de doble punta, a menudo aciculares) provenientes de los eosinófilos.

La cistoisosporiasis puede ocasionar eosinofilia en sangre periférica.

Tratamiento de la cistoisosporiasis

  • Trimetoprima/sulfametoxazol (TMP/SMX)

El tratamiento de elección para la cistoisosporiasis consiste en la administración de trimetoprima/sulfametoxazol (TMP/SMX) de doble potencia: 160 mg TMP y 800 mg SMX por vía oral 2 veces al día durante 7 a 10 días. Los niños deben recibir 5 mg/kg de TMP y 25 mg/kg de SMX por vía oral 2 veces al día durante el mismo número de días.

En los pacientes con sida, pueden ser necesarias dosis más altas y mayor duración y, tras el tratamiento de la infección aguda, suele ser necesaria una terapia supresora a largo plazo. Es importante la iniciación o la optimización de la terapia antirretroviral.

Para tratar la cistoisosporiasis, los pacientes alérgicos (o intolerantes) a TMP/SMX pueden tratarse con pirimetamina. La dosis diaria típica de pirimetamina para adultos es de 50 a 75 mg por vía oral. Para ayudar a prevenir la supresión de la médula ósea, los pacientes tratados con pirimetamina reciben leucovorina, también conocida como ácido folínico. La dosis diaria para adultos es de 10 a 25 mg por vía oral.

Se han utilizado 500 mg de ciprofloxacina por vía oral 2 veces al día durante 7 días para tratar la cistoisosporiasis, pero parece ser menos eficaz que la combinación de TMP/SMX.

La prevención consiste en lavarse las manos y tomar precauciones para la manipulación de alimentos y agua. En las regiones endémicas, el agua de consumo debe hervirse o clorarse, debe evitarse el consumo de fruta no pelada y la verdura debe cocerse adecuadamente. Pueden encontrarse recomendaciones detalladas para viajeros internacionales en el Centers for Disease Control and Prevention (CDC) Yellow Book.

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