Absceso anorrectal

PorParswa Ansari, MD, Hofstra Northwell-Lenox Hill Hospital, New York
Revisado/Modificado ene. 2023
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Un absceso anorrectal es una cavidad llena de pus, causada por bacterias que invaden las glándulas secretoras de moco del ano y el recto.

  • Las bacterias infectan una glándula obstruida del ano o del recto y producen un absceso.

  • La infección produce pus y causa dolor e inflamación.

  • El diagnóstico se basa en la exploración y en los resultados de pruebas de diagnóstico por la imagen, si son necesarias.

  • El mejor método de tratamiento consiste en abrir el absceso y drenarlo.

El recto es el segmento del tubo digestivo por encima del ano, donde las heces son retenidas antes de salir del organismo a través del ano.

El ano es el orificio que existe al final del tubo digestivo, por donde los materiales de desecho salen del organismo.

(Véase también Introducción al ano y el recto.)

Aparato digestivo

El absceso se produce cuando se obstruye una glándula secretora de moco del ano o del recto y las bacterias proliferan y se multiplican. Aunque el ano es una zona rica en bacterias, generalmente no se producen infecciones porque es un área con abundante flujo sanguíneo. Cuando se produce una infección, suele estar causada por la combinación de diferentes tipos de bacterias.

Un absceso puede causar daños importantes en los tejidos cercanos y provocar, en contadas ocasiones, la pérdida del control de la defecación (incontinencia fecal). Las personas que padecen enfermedad de Crohn tienen especial riesgo de sufrir abscesos. A veces, los abscesos son una complicación de la diverticulitis o de la enfermedad inflamatoria pélvica.

El absceso puede estar situado a cierta profundidad en el ano o cerca de la abertura anal.

Síntomas del absceso anorrectal

Los abscesos situados justo debajo de la piel están hinchados, enrojecidos y son sensibles y muy dolorosos. En raras ocasiones, la persona tiene fiebre.

Los abscesos situados en una zona profunda del recto pueden ser menos dolorosos pero pueden producir fiebre y dolor en la parte inferior del abdomen.

Diagnóstico de absceso anorrectal

  • Evaluación médica

  • Rara vez, tomografía computarizada

Generalmente, el médico puede ver el absceso si está en la piel perianal. Cuando no hay hinchazón externa ni enrojecimiento, el diagnóstico de un absceso anorrectal se establece examinando el recto por palpación con un dedo enguantado. Una zona hinchada y sensible en el recto indica un absceso.

Si el médico sospecha que se trata de un absceso profundo o de una enfermedad de Crohn, puede determinar su extensión y localización mediante una tomografía computarizada (TC) del abdomen.

Tratamiento de los abscesos anorrectales

  • Abrir el absceso y drenarlo

  • En algunos casos, antibióticos

En el caso de un absceso situado debajo de la piel, el tratamiento consiste en realizar una incisión del absceso y drenar el pus tras aplicar anestesia local para adormecer la zona.

Si se trata de un absceso más profundo, habitualmente se hospitaliza a la persona afectada y el drenaje del absceso se realiza en el quirófano con anestesia general.

Los antibióticos se acostumbran a administrar solo a personas con fiebre, inmunodeficiencia, diabetes, celulitis, o una infección en alguna otra parte del organismo. También se les administran antibióticos a las personas con un número anormalmente bajo de un tipo de glóbulos blancos (neutropenia), pero no se les suele drenar el absceso.

Incluso con un tratamiento apropiado, un absceso drenado puede conducir a la formación de un canal anómalo desde el ano o el recto hasta la piel (denominado fístula anorrectal).

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