(Véase también Generalidades sobre las infecciones por Bartonella).
La fiebre de Oroya y la verruga peruana solo son endémicas en las zonas andinas de Colombia, Ecuador y Perú, y se transmiten de una persona a otra a través de mosquitos del género Phlebotomus.
Fiebre de Oroya
Los síntomas de la fiebre de Oroya incluyen fiebre y anemia grave, que puede aparecer de forma repentina o gradual. La anemia es principalmente hemolítica, pero también se produce mielosupresión. Pueden presentarse dolores musculares y articulares, cefalea intensa y, en ocasiones, delirio y coma. Es posible una bacteriemia por una sobreinfección con Salmonella u otro microorganismo coliforme. La tasa de mortalidad puede exceder el 50% en pacientes sin tratamiento.
El diagnóstico de la fiebre de Oroya se confirma con hemocultivos.
Dado que la fiebre de Oroya a menudo se complicada con bacteriemia por Salmonella, cloranfenicol 500 a 1000 mg por vía oral cada 6 h durante 7 días es el tratamiento de elección; algunos médicos añaden otro antibiótico, típicamente doxiciclina o una beta-lactámico, pero también se usaron trimetoprima/sulfametoxazol (TMP/SMX), macrólidos y fluoroquinolonas con éxito.
Verruga peruana
La verruga peruana se manifiesta en forma de múltiples lesiones cutáneas que se asemejan mucho a la angiomatosis bacilar; estos nódulos cutáneos sobreelevados, de color rojo purpúreo, generalmente aparecen en los miembros y en la cara. Las lesiones pueden persistir por meses a años, y acompañarse por dolor y fiebre.
La verruga peruana se diagnostica por su apariencia, y a veces mediante la biopsia que muestra angiogénesis dérmica.
El tratamiento con la mayoría de los antibióticos produce remisión, pero son comunes las recidivas y es necesario que la terapia sea prolongada.
El tratamiento típico de la verruga peruana consiste en rifampicina 10 mg/kg por vía oral 1 vez al día durante 10 a 14 días, o estreptomicina 15 a 20 mg/kg por vía IM durante 10 días. Se ha usado también con éxito ciprofloxacina en 2 dosis diarias de 500 mg orales durante 7 a 10 días, al igual que azitromicina, doxiciclina y trimetoprima/sulfametoxazol.