(Véase también Generalidades sobre las infecciones por Bartonella).
La angiomatosis bacilar casi siempre aparece en pacientes inmunocomprometidos y se caracteriza por lesiones cutáneas prominentes, rojizas, con aspecto de fresa, a menudo rodeadas por un margen descamativo. Las lesiones sangran profusamente cuando sufren un traumatismo. Pueden asemejarse al sarcoma de Kaposi o a los granulomas piógenos.
La infección por B. quintana se transmite por piojos; la infección por B. henselae probablemente se transmita por las pulgas de los gatos domésticos. La enfermedad puede diseminarse a través del sistema reticuloendotelial y causar peliosis bacilar (peliosis hepática secundaria a Bartonella), especialmente en pacientes con sida.
El diagnóstico de la angiomatosis bacilar se basa en la histopatología de las lesiones cutáneas, cultivos y análisis por PCR. Debe notificarse al laboratorio que se sospecha la presencia de Bartonella, ya que se necesitarán tinciones especiales y una incubación prolongada.
El tratamiento de la angiomatosis bacilar se lleva a cabo con 500 mg de eritromicina por vía oral cada 6 h, o 100 mg de doxiciclina por vía oral cada 12 h, durante al menos 3 meses. La alternativa a esta terapia son las fluoroquinolonas y la azitromicina.