Algunas personas recurren a la medicina alternativa, e incluso a la ingestión de ciertas plantas medicinales, para tratar el cáncer, en vez de someterse al tratamiento convencional o de forma adicional. Sin embargo, la mayoría de los distintos tipos de medicina alternativa no han sido objeto de estudios científicos minuciosos. Por lo tanto, se sabe muy poco sobre la efectividad de la medicina alternativa en el tratamiento del cáncer.
Las personas también pueden usar formas de medicina alternativa para ayudar a controlar los efectos secundarios del cáncer y el tratamiento del cáncer. Por ejemplo, la acupuntura puede ayudar a prevenir las náuseas que a veces acompañan a la quimioterapia. El yoga y las técnicas de reducción de estrés pueden ayudar a las personas a controlar la ansiedad de un diagnóstico de cáncer. El consumo de marihuana y otras sustancias relacionadas (cannabinoides) se ha legalizado en algunos estados, principalmente como cuidados paliativos para tratar el dolor, aliviar las náuseas y mejorar el apetito en personas con cáncer avanzado.
Aunque los beneficios de la medicina alternativa en el cáncer no se han comprobado científicamente, existe un riesgo considerable de que cause daños por los siguientes motivos
La medicina alternativa puede ser tóxica.
La medicina alternativa puede interferir en el tratamiento convencional, como la quimioterapia o los medicamentos que se toman para tratar otros trastornos, y disminuir su efectividad.
La medicina alternativa puede ser costosa y reducir, por tanto, la capacidad económica del paciente para obtener el tratamiento convencional.
Si se utiliza medicina alternativa en lugar del tratamiento convencional o bien se retrasa este último, no se obtendrán los beneficios comprobados del tratamiento convencional.
Quienes recurren a la medicina alternativa deben informar de ello a su médico. Ocultar el uso de medicina alternativa puede ser perjudicial.
