La equinácea, una flor silvestre norteamericana, contiene una variedad de sustancias biológicamente activas.
(Véase también Generalidades sobre los suplementos dietéticos).
Acciones
Evidencia
Los estudios sobre el papel de la equinácea en la prevención y/o el tratamiento del resfriado común son incompatibles. El factor más grande que contribuye a la inconsistencia es la variabilidad de las preparaciones de plantas (incluyendo diferentes partes de la planta y especies) y en última instancia la composición del suplemento.
Una revisión Cochrane de 2014 de 24 estudios (4631 participantes) evaluó una variedad de diferentes productos equináceos para prevenir o tratar los resfriados. No se demostró beneficio alguno en la prevención, aunque una combinación posterior de estudios sobre prevención reveló una reducción del riesgo relativo de 10 a 20%. Los autores concluyeron que algunos productos ofrecían un beneficio débil (1).
Efectos adversos
Casi todos los efectos adversos son leves y transitorios; comprenden mareos, cansancio, cefalea y síntomas gastrointestinales. No se conocen otros efectos adversos. En teoría, la equinácea está contraindicada en pacientes con enfermedades autoinmunitarias, esclerosis múltiple, trasplantes de órganos, tuberculosis y sida, porque pueden estimular las células T. La equinácea inhibe algunas enzimas de citocromo P-450 y estimula a otras; por consiguiente, es probable que pueda interactuar con fármacos metabolizados por las mismas enzimas (p. ej., esteroides anabólicos, antimicóticos azoles, metotrexato). Las reacciones alérgicas son posibles en pacientes con alergia a ambrosía, crisantemo, caléndula, margaritas o alérgenos relacionados.
Interacciones medicamentosas
Referencia de la equinácea
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Karsch-Volk M, Barrett B, Kiefer D, et al: Echinacea for preventing and treating the common cold. Cochrane Database Syst Rev (2) CD000530, 2014. doi: 10.1002/14651858.CD000530.pub3.
Más información
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NIH National Center for Complementary and Integrative Health: Echinacea