-
Por lo general, es el resultado de un desgarro en el esófago o una cirugía de tórax.
-
Causa un fuerte dolor torácico, dificultad respiratoria y fiebre.
-
Se requiere una radiografía de tórax o tomografía computarizada (TC) para realizar el diagnóstico.
-
El tratamiento se lleva a cabo con antibióticos y, algunas veces, cirugía.
(Véase también Introducción a los trastornos pleurales y del mediastino.)
La mediastinitis puede ser
A menudo la mediastinitis resulta de una infección. Las dos causas más comunes de infección son
El esófago puede desgarrarse accidentalmente durante procedimientos como una endoscopia, vómito violento (síndrome de Boerhaave) o lesiones en el tórax. A veces el desgarro se produce por la ingestión de una sustancia cáustica, como lejía o algunas pilas de botón.
La esternotomía media implica una incisión realizada a lo largo del esternón, que lo divide en dos. La esternotomía media se practica para acceder al pecho, en procedimientos como trasplantes de corazón, cirugía de válvula cardíaca o cirugía de revascularización coronaria (bypass).
Las causas menos comunes incluyen tuberculosis, histoplasmosis (infección por hongos), sarcoidosis, radioterapia o silicosis. Estos trastornos tienden a causar mediastinitis crónica.
La mediastinitis crónica puede resultar en mediastinitis fibrosante, que puede hacer que los vasos sanguíneos o las vías respiratorias (bronquios) se bloqueen.
Síntomas
El desgarro esofágico causa un dolor torácico repentino e intenso y dificultad respiratoria. Algunas personas presentan síntomas de infección, como fiebre y escalofríos.
Si la mediastinitis se desarrolla después de una cirugía de tórax, puede ser necesario un drenaje en el lugar de la incisión.
Los sujetos que padecen mediastinitis fibrosante crónica pueden llegar poco a poco a sentir falta de aire.
Diagnóstico
A menudo el diagnóstico de mediastinitis se basa en los síntomas si las personas presentan un trastorno que puede causar mediastinitis, como por ejemplo, si la persona en cuestión tiene síntomas que sugieren mediastinitis y se ha sometido recientemente a una intervención de tórax o esófago, o si padece tuberculosis u otra infección de desarrollo lento.
Cuando la mediastinitis se desarrolla de forma repentina, por lo general los síntomas son suficientemente graves como para que los médicos sospechen de mediastinitis en personas que no informan de posibles causas, como las que están en estado de embriaguez y no recuerdan haber vomitado violentamente o niños pequeños que pueden haber ingerido una sustancia cáustica.
El diagnóstico se confirma con una radiografía de tórax o TC.
Cuando la mediastinitis se produce en una persona que se ha sometido a una esternotomía media, se puede insertar una aguja en el tórax, a través del esternón, y extraer líquido para examinarlo al microscopio (biopsia por aspiración).