Enfermedad hepática esteatótica

(Esteatosis)

PorDanielle Tholey, MD, Sidney Kimmel Medical College at Thomas Jefferson University
Revisado porMinhhuyen Nguyen, MD, Fox Chase Cancer Center, Temple University
Revisado/Modificado Modificado ago 2025
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La enfermedad esteatótica hepática (anteriormente conocida como "hígado graso") es una acumulación anormal de ciertas grasas (triglicéridos) dentro de las células hepáticas. La enfermedad hepática esteatótica puede estar relacionada con el exceso de peso y con factores de riesgo metabólicos como diabetes, colesterol y presión arterial elevada, así como toxinas como el alcohol o, ocasionalmente, medicamentos o trastornos genéticos.

  • Las personas con hígado graso generalmente no tienen síntomas, pero pueden sentirse cansadas.

  • A veces, la enfermedad hepática esteatótica progresa a enfermedad hepática más avanzada, como fibrosis (cicatrización) y cirrosis (cicatrización severa que causa daño permanente).

  • Para confirmar el diagnóstico puede ser necesario realizar una biopsia hepática que permite, además, determinar la causa y la extensión de la lesión.

  • El médico se centra en el control o la eliminación de la causa de la enfermedad hepática esteatótica, como el síndrome metabólico o el consumo de grandes cantidades de alcohol.

(Véase también Introducción a las enfermedades hepáticas.)

El hígado graso puede estar o no inflamado. La inflamación del hígado debido a hígado graso se llama esteatohepatitis. Esta inflamación puede ocasionar la formación de cicatrices (fibrosis). La fibrosis a menudo progresa a cirrosis (cicatrización que distorsiona la estructura del hígado y deteriora su función).

El hígado graso debido a cualquier trastorno, excepto el consumo de grandes cantidades de alcohol, se denomina enfermedad hepática esteatótica asociada a disfunción metabólica (EHDM, anteriormente denominada enfermedad de hígado graso no alcohólica [EHGNA]). La enfermedad hepática esteatótica asociada a disfunción metabólica (EHDM) se desarrolla principalmente en las personas con hígado graso y por lo menos una de las características del síndrome metabólico:

  • Exceso de peso

  • Niveles altos de grasa en la sangre (triglicéridos y colesterol)

  • Hipertensión arterial

  • Resistencia a la insulina o diabetes

La inflamación del hígado debida a la enfermedad hepática esteatótica asociada a disfunción metabólica (EHDM) se denomina esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica, anteriormente denominada esteatohepatitis no alcohólica. Esta inflamación puede ocasionar la formación de cicatrices (fibrosis) y cirrosis.

Causas de la enfermedad hepática esteatótica

Las causas más comunes de la enfermedad hepática esteatótica en Estados Unidos y otros países occidentales son:

  • Consumo de grandes cantidades de alcohol

  • Obesidad

  • Factores de riesgo metabólicos, como exceso de peso corporal, resistencia a la insulina (como puede ocurrir en la diabetes), concentraciones elevadas de grasas (triglicéridos y colesterol) en la sangre y presión arterial alta

  • Toxinas

  • Ciertos fármacos, como corticoesteroides, tamoxifeno y ciertos fármacos quimioterápicosCiertos fármacos, como corticoesteroides, tamoxifeno y ciertos fármacos quimioterápicos

  • Trastornos metabólicos hereditarios (por ejemplo, enfermedad de Gaucher, enfermedad de Wilson, deficiencia de alfa-1 antitripsina)

  • Embarazo

Todos estos trastornos provocan que la grasa se acumule en las células hepáticas, haciendo que el organismo sintetice más grasa o enlenteciendo el metabolismo (el procesado) y la excreción de la grasa. En consecuencia, la grasa se acumula y se almacena en el interior de las células hepáticas. El simple hecho de consumir una dieta alta en grasas no da lugar a un hígado graso, pero puede contribuir a los factores de riesgo que pueden conducir a una enfermedad hepática esteatótica.

En raras ocasiones, la grasa se acumula en el hígado durante la última etapa del embarazo. Este trastorno, llamado hígado graso del embarazo o esteatosis microvesicular, se considera por lo general un trastorno diferente del hígado graso.

¿Sabías que...?

  • El consumo de alimentos ricos en grasa no causa hígado graso por sí mismo, pero puede conducir a factores de riesgo que predisponen al hígado graso.

Síntomas de la enfermedad hepática esteatótica

El hígado graso por lo general no causa síntomas. Algunas personas sienten cansancio. El hígado puede aumentar de volumen y a veces puede ser detectado por los médicos durante un examen físico.

Diagnóstico de la enfermedad hepática esteatótica

  • Análisis de sangre

  • Pruebas de diagnóstico por la imagen, como ecografía, FibroScan o elastografía por RM

  • En ocasiones, una biopsia hepática

Si el médico sospecha la posibilidad de hígado graso, pregunta sobre el consumo de alcohol. Esta información es crucial. El consumo continuo y excesivo de alcohol puede producir una lesión hepática grave.

Los análisis de sangre para detectar anomalías en el hígado, como la inflamación, son importantes porque la inflamación puede conducir a la cirrosis (cicatrización que distorsiona la estructura del hígado y deteriora su función). Para descartar la existencia de otros trastornos que estén causando anomalías en el hígado, como la hepatitis vírica, se realizan análisis de sangre adicionales. La ecografía, la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética nuclear (RMN) abdominales permiten detectar el exceso de grasa en el hígado pero no siempre son suficientes para determinar si existe inflamación o fibrosis (véase Pruebas de diagnóstico por la imagen del hígado y de la vesícula biliar). Además, las pruebas de diagnóstico por la imagen, como la elastografía por resonancia magnética (ERM) o la elastografía por ecografía pueden determinar la presencia de tejido cicatricial o cirrosis. Sin embargo, en personas obesas, la calificación de fibrosis a veces puede elevarse de forma falsa debido a la concentración elevada de grasa, y las personas afectadas pueden requerir una biopsia hepática.

La biopsia hepática es la prueba más precisa y puede ser necesaria para confirmar el diagnóstico. En la biopsia, el médico, tras administrar un anestésico local para disminuir el dolor, introduce una aguja larga y hueca a través de la piel hasta el hígado con el objeto de obtener una pequeña muestra de tejido hepático para su examen al microscopio. La biopsia ayuda a determinar si existe hígado graso, si es debido al alcohol o a otras causas específicas, así como a determinar la gravedad de la lesión hepática.

Tratamiento de la enfermedad hepática esteatótica

  • Control o eliminación de la causa

  • Medicación (en pacientes con tejido cicatricial o daño avanzados)

El tratamiento del hígado graso se centra en controlar o eliminar la causa que provoca el trastorno. Por ejemplo, se debe:

  • Dejar de tomar cualquier medicamento que pueda estar causando el hígado graso

  • Perder peso

  • Tomar medidas para controlar la diabetes, el colesterol y la presión arterial

  • Dejar de beber alcohol

  • Seguir una dieta mediterránea

Dependiendo de cuánto peso se pierda, una disminución en el peso corporal puede disminuir el contenido de grasa en el hígado, reducir la inflamación y la esteatohepatitis no alcohólica y ayudar a revertir la fibrosis (cicatrización).

A veces, los médicos intentan administrar vitamina E y tiazolidinedionas (un tipo de fármacos, como rosiglitazona o pioglitazona, que se utilizan para tratar la A veces, los médicos intentan administrar vitamina E y tiazolidinedionas (un tipo de fármacos, como rosiglitazona o pioglitazona, que se utilizan para tratar ladiabetes) para el tratamiento del hígado graso que no está causado por el alcohol. Sin embargo, los especialistas usan estos medicamentos con menos frecuencia porque a menudo causan efectos adversos y pueden no marcar una diferencia a largo plazo. La vitamina E, en particular, puede ser tóxica a dosis demasiado altas. Los pacientes con tejido cicatricial o daño avanzados pueden ser elegibles para un medicamento llamado resmetirom, que puede revertir el hígado graso en el 30% de los pacientes y mejorar el tejido cicatricial en el 25% de los pacientes. Se están desarrollando tratamientos nuevos adicionales a través de ensayos clínicos. Un especialista en el hígado (hepatólogo) puede ayudar al paciente a decidir si sería un buen candidato para estos nuevos medicamentos.) para el tratamiento del hígado graso que no está causado por el alcohol. Sin embargo, los especialistas usan estos medicamentos con menos frecuencia porque a menudo causan efectos adversos y pueden no marcar una diferencia a largo plazo. La vitamina E, en particular, puede ser tóxica a dosis demasiado altas. Los pacientes con tejido cicatricial o daño avanzados pueden ser elegibles para un medicamento llamado resmetirom, que puede revertir el hígado graso en el 30% de los pacientes y mejorar el tejido cicatricial en el 25% de los pacientes. Se están desarrollando tratamientos nuevos adicionales a través de ensayos clínicos. Un especialista en el hígado (hepatólogo) puede ayudar al paciente a decidir si sería un buen candidato para estos nuevos medicamentos.

Pronóstico de la enfermedad hepática esteatótica

El exceso de grasa en el hígado por sí solo no es necesariamente un problema grave, aunque la causa del hígado graso sí podría serlo, y la progresión de la enfermedad de hígado graso a inflamación o cicatrización puede ser un problema grave. Si la causa es el alcohol, la grasa puede desaparecer cuando se deja de beber. Sin embargo, si no se identifica y corrige la causa, el hígado graso puede tener graves consecuencias. Por ejemplo, si el uso excesivo de alcohol continúa o si no se interrumpe la administración de un fármaco o medicamento que esté causando hígado graso, el daño repetido sobre el hígado puede finalmente derivar en cirrosis (cicatrización que distorsiona la estructura del hígado y deteriora su función).

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