Trastornos renales durante el embarazo

PorLara A. Friel, MD, PhD, University of Texas Health Medical School at Houston, McGovern Medical School
Revisado/Modificado nov. 2023
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    El embarazo no suele empeorar un trastorno renal. Por lo general, los trastornos renales empeoran solo en mujeres embarazadas con hipertensión arterial mal controlada. Si las mujeres embarazadas tienen un trastorno renal, son más propensas a padecer hipertensión, incluida la preeclampsia (un tipo de hipertensión que se desarrolla durante el embarazo).

    El hecho de sufrir un trastorno renal crónico antes de quedarse embarazada aumenta el riesgo de que el feto no crezca lo esperado (pequeño para su edad gestacional) o de que se produzca una muerte fetal. El hecho de sufrir un trastorno renal grave suele impedir que las madres lleven un bebé a término.

    En las mujeres embarazadas con un trastorno renal, la función renal y la presión arterial se somenten a un estrecho control, al igual que el crecimiento del feto. Si el trastorno renal es grave, las mujeres pueden necesitar ser hospitalizadas después de 28 semanas de embarazo para garantizar el reposo en cama, que la presión arterial pueda controlarse bien y el feto pueda ser seguido de cerca.

    Las mujeres a las que se les ha realizado un trasplante renal pueden, por lo general, dar a luz sin peligro a niños sanos si cumplen las siguientes características:

    • Trasplante realizado con éxito con 2 años de anterioridad como mínimo

    • Función renal normal

    • Ningún episodio de rechazo

    • Presión arterial normal

    Las mujeres con un trastorno renal que regularmente requiere hemodiálisis presentan un alto riesgo de complicaciones en el embarazo, entre ellas aborto espontáneo, muerte fetal, parto prematuro y preeclampsia. Pero debido a los avances en el tratamiento de diálisis, sobreviven hasta el 90% de los bebés nacidos de estas mujeres.

    Por lo general, se requiere un parto pretérmino, ya que la mujer experimenta preeclampsia o el feto no crece lo que se esperaba. Los médicos pueden extraer y analizar una muestra del líquido que rodea al feto (líquido amniótico). Este procedimiento, denominado amniocentesis, ayuda a los médicos a determinar si los pulmones del feto están lo suficientemente maduros como para respirar aire y por lo tanto cuándo puede nacer el niño de forma segura.

    Suele hacerse un parto por cesárea, aunque a veces es posible por vía vaginal.

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