Los músculos isquiotibiales son en realidad un grupo de tres músculos que descienden por la parte posterior del muslo. Juntos, este grupo de músculos, el bíceps femoral, el semitendinoso y el semimembranoso, flexionan la pierna por la rodilla y la extienden por la articulación de la cadera. Esta acción nos permite correr, caminar y saltar. Los tirones en los isquiotibiales se suelen producir cuando la rodilla se extiende y el músculo se contrae de repente. Los tirones en los isquiotibiales constituyen una lesión frecuente relacionada con el deporte y pueden ser consecuencia de un calentamiento insuficiente. En un desgarro de primer grado, el músculo está dolorido, pero no tiene moratones. Los desgarros de grado dos muestran hematomas en los lugares donde se desgarran las fibras musculares. Una rotura de grado tres implica la contusión y la separación real del músculo. Una curación adecuada requiere reposo y aplicación de hielo en la zona afectada. Una vez iniciada la curación, los ejercicios para fortalecer los isquiotibiales pueden ayudar a prevenir lesiones recurrentes.