La gravedad de las lesiones renales es muy variable. Cuando la lesión es menor, el riñón puede presentar un hematoma. Si la lesión es más grave, el riñón puede estar cortado o rasgado (lacerado), y la orina y la sangre pueden filtrarse en el tejido circundante. A veces se forma un coágulo de sangre alrededor del riñón. Cuando el riñón se desgarra de su base (pedículo renal), que contiene la arteria y la vena renales, se puede producir una hemorragia abundante y dar como resultado un choque (shock) o la muerte. La mayoría de las lesiones renales producen sangre en la orina.