Infección de transmisión sexual (ITS) hace referencia a la infección por un patógeno que se transmite a través de la sangre, el semen, los líquidos vaginales u otros líquidos corporales durante el sexo oral, anal o genital con una pareja infectada. Enfermedad de transmisión sexual (ETS) hace referencia a un estado patológico reconocible que se ha desarrollado a partir de una infección de transmissión sexual (1). Las infecciones de transmisión sexual (ITS) pueden ser causadas por una serie de microorganismos que varían ampliamente en tamaño, ciclo vital, sensibilidad a los tratamientos disponibles, y enfermedades y síntomas que causan.
Las infecciones de transmisión sexual bacterianas incluyen
Las infecciones de transmisión sexual virales incluyen
Las infecciones parasitarias que pueden ser transmitidas sexualmente incluyen
Tricomoniasis (Causada por protozoos)
Sarna (Causada por ácaros)
Pediculosis pubis (causada por piojos)
Muchas otras infecciones no consideradas primariamente como infecciones de transmisión sexual (ITS), incluidas salmonelosis, shigelosis, campilobacteriosis, amebiasis, giardiasis, hepatitis (A, B y C), infección por virus Zika, mpox e infección por citomegalovirus, pueden transmitirse por vía sexual.
Dado que la actividad sexual requiere un contacto estrecho con la piel y las mucosas de los genitales, la boca y el recto, muchos microorganismos pueden diseminarse con eficiencia entre las personas durante ella. Algunas infecciones de transmisión sexual causan inflamación (p. ej., la gonorrea o la clamidiasis) o ulceración (p. ej., el herpes simple, la sífilis o el chancro blando), que predisponen a la transmisión de otras infecciones (p. ej., HIV).
Las tasas de prevalencia de las infecciones de transmisión sexual siguen elevadas en casi todo el mundo a pesar de los avances en los diagnósticos y los tratamientos. En los Estados Unidos, se producen más de 25 millones de casos nuevos de infecciones de transmisión sexual (ITS) cada año; alrededor de la mitad afecta a personas de 15 a 24 años (véase también Centers for Disease Control and Prevention [CDC]: Sexually Transmitted Disease Surveillance 2020).
Los factores que impiden el control de las infecciones de transmisión sexual son los siguientes
Actividad sexual con múltiples parejas sin protección
Dificultades para hablar sobre temas sexuales tanto por parte del médico como del paciente
Financiación insuficiente para la aplicación de las pruebas diagnósticas y los tratamientos existentes, y para desarrollar nuevas pruebas y tratamientos
Susceptibilidad a la reinfección si ambos miembros de la pareja no se tratan en forma simultánea
Tratamiento incompleto, que puede llevar al desarrollo de microorganismos resistentes a fármacos
Viajes internacionales, que facilitan la diseminación mundial rápida de las infecciones de transmisión sexual
Referencia
1. Workowski KA, Bachmann LH, Chan PA, et al: Sexually Transmitted Infections Treatment Guidelines, 2021. MMWR Recomm Rep 70(4):1-187, 2021. doi:10.15585/mmwr.rr7004a1
Signos y síntomas de las infecciones de transmisión sexual
Los signos y síntomas de las infecciones de transmisión sexual varían según la infección. Muchas infecciones de transmisión sexual causan lesiones genitales (véase tabla Diferenciación de las lesiones genitales más frecuentes que se transmiten por vía sexual).
Diagnóstico de las infecciones de transmisión sexual
Anamnesis y examen físico
Tinción de Gram y cultivo o pruebas de amplificación de ácidos nucleicos (NAAT)
Análisis de sangre
Se deben obtener los antecedentes personales, incluidos antecedentes sexuales, para evaluar factores de riesgo para ITS. Se realiza una exploración física si los síntomas se asocian con posibles infecciones de transmisión sexual (ITS).
Las pruebas de diagnóstico pueden consistir en análisis de sangre o recolección de muestras de lesiones o posibles sitios de infección para tinción de Gram y cultivo o pruebas de amplificación de ácidos nucleicos (NAAT).
Las infecciones de transmisión sexual son diagnosticadas y tratadas en una variedad de configuraciones; a veces, las pruebas de diagnóstico son imitadas o no están disponibles o el seguimiento del paciente es incierto. Por lo tanto, podría no identificarse el microorganismo causal. En tales situaciones, el diagnóstico se basa en los hallazgos clínicos.
Tratamiento de las infecciones de transmisión sexual
Por lo general antibióticos cutáneos
Tratamiento de las complicaciones, si están presentes
Si es posible, tratamiento simultáneo de las parejas sexuales
La mayoría de las infecciones de transmision sexual (ITS) pueden tratarse eficazmente con medicamentos antimicrobianos. Sin embargo, la resistencia farmacológica constituye un problema creciente.
Se puede recurrir al diagnóstico clínico solo para determinar el tratamiento en las siguientes situaciones:
Las pruebas de diagnóstico son limitadas o no están disponibles.
La infección es grave, y el tratamiento no puede retrasarse mientras se espera el resultado de una prueba de diagnóstico.
La sospecha clínica de una infección particular es alta sobre la base de la anamnesis o la exploración física, en particular si el seguimiento del paciente es incierto.
Las mujeres tratadas por infecciones de transmisión sexual bacteriana deben abstenerse de mantener relaciones sexuales hasta que la infección haya sido eliminada en ellas y en sus parejas sexuales. Se deben evaluar las parejas sexuales y tratarse simultáneamente.
Las infecciones de transmisión sexual virales, especialmente el herpes y la infección por HIV, por lo general persisten de por vida. Los medicamentos antivirales pueden controlar la mayoría de estas infecciones, pero aún no las curan, y los pacientes deben ser asesorados sobre prácticas sexuales más seguras para prevenir la transmisión.
Prevención de las infecciones de transmisión sexual
El control de las infecciones de transmisión sexual depende de
Educación de los profesionales sanitarios y el público en general
Suspensión de conductas de alto riesgo por parte de los pacientes
Acceso adecuado a instalaciones y personal capacitado para el diagnóstico y el tratamiento
Programas sanitarios para localizar y tratar a las parejas sexuales recientes de los pacientes
Seguimiento de los pacientes tratados para asegurar su curación
Si se usan correctamente, los condones y los preservativos vaginales o los protectores bucales, disminuyen en gran medida el riesgo de algunas infecciones de transmisión sexual (ITS). En algunas infecciones y pacientes, es apropiada la profilaxis previa a la exposición con inmunizaciones o medicamentos.
No hay vacunas contra la mayoría de las infecciones de transmisión sexual (ITS), excepto contra hepatitis A, hepatitis B e infección por papilomavirus humano.
Más información
El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no es responsable por el contenido de este recurso.
CDC: Sexually Transmitted Disease Surveillance 2020: Documento de referencia con estadísticas y tendencias de las infecciones de transmisión sexual en los EE. UU. hasta 2020 para responsables de la formulación de políticas, investigadores y otros que están preocupados por las implicaciones de estas enfermedades en la salud pública