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Los factores de riesgo del cáncer anal incluyen algunas enfermedades de transmisión sexual.
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Los síntomas característicos son hemorragia al evacuar, dolor y a veces prurito alrededor del ano.
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Para verificar el diagnóstico se realiza un examen manual (tacto rectal), una sigmoidoscopia o colonoscopia y una biopsia.
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El tratamiento puede incluir solo cirugía, una combinación de radioterapia y quimioterapia, o bien radioterapia y cirugía.
El cáncer anal se desarrolla en las células de la piel que rodean al ano o en el revestimiento de la zona de transición entre el ano y el recto (el conducto anal). A diferencia del recto y del intestino grueso, donde el cáncer es casi siempre un adenocarcinoma, el cáncer del ano es principalmente un carcinoma de células escamosas.
El cáncer anal aparece en alrededor de 8,580 personas en los Estados Unidos cada año, y causa más de 1,160 muertes anuales. El cáncer anal es más frecuente en las mujeres.
Los factores de riesgo para el cáncer anal son:
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Infección por virus del papiloma humano (VPH) verrugas genitales
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Sexo anal receptivo
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Fístulas crónicas
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Haber recibido radioterapia en la piel anal
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Infección por linfogranuloma venéreo
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Tabaquismo
Síntomas
Diagnóstico
Para diagnosticar el cáncer anal, el médico primero inspecciona la piel alrededor del ano buscando anomalías. Con la mano enguantada, el médico explora el ano y la parte inferior del recto, verificando si hay porciones del revestimiento diferentes de las zonas vecinas. Se utiliza un sigmoidoscopio flexible (un tubo de visualización corto con una cámara en el extremo) para evaluar el ano y el recto. Para facilitar el examen, puede introducirse un anoscopio (un pequeño tubo rígido equipado con una luz) varias pulgadas en el ano.
A continuación, obtiene una muestra de tejido de la zona anómala y la examina al microscopio (realiza lo que se denomina una biopsia).
Si se sufre hemorragia, el médico puede hacer una colonoscopia para buscar un cáncer de colon coexistente. Durante una colonoscopia se examina la totalidad del intestino grueso. Puede incluso hacerse una colonoscopia en personas con signos evidentes de hemorroides (venas retorcidas ubicadas en la pared del recto y el ano), que pueden causar hemorragia.
Tratamiento
El tratamiento y el pronóstico del cáncer anal dependen de la extensión del cáncer.
Inicialmente suele aplicarse radioterapia combinada con quimioterapia.
La cirugía se realiza en personas cuyo cáncer no desaparece después de la radioterapia y la quimioterapia, o bien recidiva. Con la cirugía, el médico debe tener cuidado de no alterar el funcionamiento del anillo muscular que mantiene el ano cerrado (el esfínter anal). El esfínter anal está cerrado hasta que la persona hace una deposición. Un esfínter que no funciona de forma adecuada puede dar lugar a una pérdida del control de las deposiciones (incontinencia fecal).
En las personas cuyo cáncer no se ha diseminado, el tratamiento cura muchos tumores malignos anales y el 70% o más de las personas tratadas sobreviven más de 5 años.