Dormir en el hospital puede resultar difícil por muchas razones, entre las que se incluyen
Una cama de hospital incómoda
La enfermedad en sí
El estrés emocional y la ansiedad acerca de la enfermedad
El dolor después de la cirugía o debido a otras circunstancias
El ruido en el hospital (por ejemplo, alarmas sonoras, el personal del personal que habla en los pasillos, el desplazamiento de equipos hospitalarios o un compañero de habitación que ronca)
Las interrupciones durante la noche para medir los signos vitales (como la temperatura y la tensión arterial), extraer sangre, cambiar una vía intravenosa, o administrar fármacos
Como resultado, muchos pacientes al ser dados de alta se sienten más cansado que cuando entraron en el hospital.
(Véase también Problemas debidos a la hospitalización Problemas debidos a la hospitalización El mero hecho de estar en el hospital puede originar ciertos problemas, en especial infecciones (denominadas infecciones intrahospitalarias). Otros problemas son Problemas asociados con el reposo... obtenga más información .)
Prevención
Las personas deben informar a su médico o a su enfermera de que tienen problemas para dormir.
Las soluciones pueden incluir
Modificar el sonido de las alarmas de los equipos
Trasladar al paciente a otra habitación si el compañero de habitación ronca
Administrar fármacos para controlar el dolor, facilitar el sueño o aliviar la ansiedad
Utilizar tapones para los oídos
Si el paciente está mejorando, puede preguntar a su médico si es necesario que se le despierte por la noche para medir los signos vitales.