Toxoplasmosis en el recién nacido

(Toxoplasmosis congénita)

PorBrenda L. Tesini, MD, University of Rochester School of Medicine and Dentistry
Revisado/Modificado oct. 2022
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La toxoplasmosis es una infección causada por el parásito Toxoplasma gondii. No suele causar problemas en adultos sanos, pero puede provocar enfermedades graves en recién nacidos y en personas con un sistema inmunológico debilitado.

  • La toxoplasmosis está causada por un parásito que vive y se reproduce en los gatos.

  • Un feto puede nacer prematuramente y un recién nacido puede tener problemas como una cabeza pequeña o un hígado agrandado.

  • Se pueden realizar análisis de sangre y análisis de otros líquidos para detectar la infección en el feto, el recién nacido o la madre.

  • La infección puede causar la muerte en algunos niños y problemas neurológicos a largo plazo en otros.

  • Las mujeres embarazadas deben evitar tocar la arena para gatos y deben cocinar completamente la carne antes de comerla.

  • Se pueden administrar medicamentos antiparasitarios a los fetos o a los recién nacidos para tratar la infección.

(Véase también Introducción a las infecciones de los recién nacidos y Toxoplasmosis en adultos.)

El parásito Toxoplasma gondii vive y se reproduce principalmente en los gatos, y sus huevos se vierten en las heces de los gatos. Las heces de los gatos pueden contaminar los alimentos, el suelo y el agua. Las mujeres embarazadas pueden contraer la infección si ingieren huevos de Toxoplasma después de tocar arena sanitaria de su mascota, tierra u otros objetos y llevarse a continuación las manos a la boca, o bien al manipular o ingerir alimentos sin lavarse previamente las manos. Las mujeres embarazadas también pueden infectarse si consumen carne cruda o poco cocida u otros alimentos que están contaminados. Los fetos se infectan si Toxoplasma gondii cruza la placenta (el órgano que proporciona nutrición al feto) durante el embarazo.

Las mujeres que se infectaron antes del embarazo habitualmente no transmiten el parásito al feto, a menos que su sistema inmunológico se hubiera debilitado (por ejemplo a causa de una infección por el VIH) y se reactivara su infección.

La infección en el feto es más grave si este se infecta al comienzo de la gestación.

Ciclo de vida de Toxoplasma gondii

  1. 1a. Los huevos se excretan en las heces de gato. Se eliminan muchos huevos, pero por lo general sólo durante 1 a 2 semanas. Después de 1 a 5 días en el medio ambiente, los huevos se vuelven capaces de causar la infección.

  2. 1b. Los gatos pueden volver a infectarse por el consumo de alimentos u otros materiales contaminados con los huevos.

  3. 2. Otros animales (como las aves silvestres, los roedores, los venados, los cerdos y los ovinos) pueden consumir los huevos procedentes de la tierra, el agua, el material vegetal o la arena contaminadas.

  4. 3. Poco después de ser consumidos, los huevos liberan formas del parásito que se pueden desplazar (llamadas taquizoítos).

  5. 4. Los taquizoítos se diseminan por todo el cuerpo del animal y forman quistes en el tejido nervioso y muscular.

  6. 5. Los gatos se infectan después de comer animales que contienen estos quistes.

  7. 6a. La infección se adquiere comiendo carne poco cocida que contenga los quistes.

  8. 6b. Las personas también se pueden infectar si comen alimentos, agua u otros materiales (como la tierra) contaminados con heces de gato o cuando tocan la arena sanitaria de su mascota y luego se llevan las manos a la boca.

  9. 7. En casos poco frecuentes, una persona puede infectarse a través de una transfusión de sangre o del trasplante de un órgano que contenga el parásito.

  10. 8. En raras ocasiones, la infección se transmite de la madre al feto.

  11. 9. En las personas, los parásitos forman quistes en los tejidos, por lo general en los músculos y el corazón, el encéfalo y los ojos.

Síntomas de la toxoplasmosis en recién nacidos

Corre el riesgo de crecer lentamente y nacer prematuramente.

Al nacer, los recién nacidos no suelen presentar síntomas, pero pueden tener una serie de problemas, como

  • Una cabeza pequeña (microcefalia)

  • Inflamación del encéfalo

  • Ictericia (una coloración amarillenta de la piel o de los ojos)

  • Aumento del tamaño del hígado y del bazo

  • Inflamación del corazón, pulmones u ojos

  • Erupción

La inflamación de los ojos (coriorretinitis) puede provocar ceguera. Se pueden producir problemas neurológicos graves, incluyendo convulsiones. Algunos niños tienen discapacidad intelectual.

Los niños nacidos con toxoplasmosis congénita pueden estar gravemente enfermos y morir nada más nacer o bien pueden no presentar síntomas hasta meses o años más tarde. Algunos nunca llegan a enfermar.

Diagnóstico de toxoplasmosis en el recién nacido

  • Para la madre: análisis de sangre

  • Para el feto: análisis del líquido amniótico

  • Para el recién nacido: análisis de sangre y otros líquidos, imágenes del cerebro, punción lumbar y exámenes oculares

El diagnóstico de toxoplasmosis en una mujer embarazada suele basarse en un análisis de sangre que revela la presencia de anticuerpos contra el parásito. (Los anticuerpos son proteínas producidas por el sistema inmunitario para ayudar a defender al cuerpo de un ataque, incluyendo un ataque parasitario).

Para determinar si el feto está infectado, el médico puede extraer una muestra del líquido que lo rodea (líquido amniótico) y analizarlo para detectar anticuerpos contra el parásito y contra el material genético (ADN) del parásito. La prueba, un procedimiento llamado amniocentesis, se suele llevar a cabo después de la semana 14 de gestación.

En algunos estados, la infección se detecta en recién nacidos aparentemente sanos durante las pruebas de detección sistemática en recién nacidos empleando una mancha de sangre seca. Si los médicos sospechan que un recién nacido está infectado, analizan la sangre y el líquido que rodea al cerebro y a la médula espinal (líquido cefalorraquídeo). Para obtener líquido cefalorraquídeo, los médicos realizan una punción lumbar. También se pueden analizar otros líquidos corporales y la placenta. Los médicos hacen pruebas de diagnóstico por la imagen, como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética nuclear (RMN), del encéfalo para detectar anomalías características de la toxoplasmosis. Los recién nacidos también son sometidos a una revisión ocular exhaustiva por parte de un oftalmólogo (un médico especialista en la valoración y el tratamiento de todo tipo de trastornos oculares) y a pruebas de audición.

Pronóstico de la toxoplasmosis en el recién nacido

Algunos niños tienen una infección grave y mueren pronto, mientras que otros sobreviven pero tienen problemas neurológicos a largo plazo. En algunos casos, años más tarde aparecen problemas neurológicos (como discapacidad intelectual, sordera y convulsiones) o problemas oculares como la coriorretinitis en niños que parecían normales al nacer. Por lo tanto, los niños con toxoplasmosis congénita deben ser controlados estrechamente por los médicos más allá de la infancia.

Prevención de la toxoplasmosis en el recién nacido

Las mujeres embarazadas deben evitar manipular la arena para gatos. Si esto no es posible, deben cambiar la totalidad de la caja de arena diariamente, porque los huevos de toxoplasmosis no se vuelven infecciosos pasadas unas 24 horas después de que el gato los excrete. La mujer también debe usar guantes y luego lavarse cuidadosamente las manos para reducir el riesgo de infección.

Las mujeres embarazadas deben cocinar completamente la carne antes de comerla. Las frutas y verduras deben lavarse a fondo o pelarse y toda la preparación de alimentos debe ir seguida de inmediato por un lavado de manos.

Para reducir el riesgo de transmitir la infección al feto, a las mujeres embarazadas infectadas se les puede administrar el antibiótico espiramicina. Sin embargo, este fármaco no trata al feto. Los médicos también pueden administrar la combinación antibiótica trimetoprima/sulfametoxazol para prevenir aún más la transmisión.

Tratamiento de la toxoplasmosis en el recién nacido

  • Para los fetos: pirimetamina y sulfonamidas

  • Para los recién nacidos: pirimetamina, sulfadiazina y leucovorina

La pirimetamina y las sulfonamidas pueden administrarse en etapas posteriores del embarazo si el feto está infectado.

Los recién nacidos infectados con síntomas o sin ellos reciben tratamiento con pirimetamina, sulfadiazina y leucovorina (un medicamento que previene los efectos secundarios de la pirimetamina).

La inflamación ocular se trata a veces con corticoesteroides.

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