Los medicamentos son sustancias utilizadas para tratar afecciones médicas. Cuando una determinada empresa farmacéutica desarrolla una versión genérica de un medicamento de marca registrada de otra empresa, el personal especializado en la creación de fórmulas farmacéuticas de la nueva empresa debe idear cómo fabricarlo. No basta con la simple reproducción de la estructura química del fármaco de marca registrada o con comprar el principio activo a un fabricante de productos químicos. (Véase también Introducción a los fármacos genéricos y a la denominación de fármacos.)
Aunque 250 miligramos (mg) de un fármaco presentado como marca registrada son idénticos a 250 mg del mismo fármaco presentado como genérico, una píldora de 250 mg de un genérico que contenga ese mismo principio activo puede tener, o no, el mismo efecto sobre el organismo que una píldora de 250 mg de una marca registrada. La razón de esto es que cada uno de los componentes utilizados en la preparación o la formulación de un producto afecta en la forma de absorción en el torrente sanguíneo. Para que un principio activo se convierta en un producto utilizable son necesarios algunos ingredientes inactivos, tales como recubrimientos, estabilizantes, rellenos, aglutinantes y aromatizantes. Estos ingredientes se pueden utilizar para:
Proporcionar volumen para que una tableta sea lo suficientemente grande para poder ser manipulada
Evitar que una tableta se deshaga desde que se fabrica hasta que se utiliza
Ayudar a que una tableta se disuelva en el estómago o el intestino
Proporcionar sabor y color agradables
Los ingredientes inactivos suelen ser sustancias inocuas que no tienen efectos sobre el organismo. No obstante, debido a que los componentes inactivos son causa de reacciones alérgicas inusuales, a veces graves en ciertas personas, una versión o una marca de un fármaco puede ser preferible a otra. Por ejemplo, los bisulfitos (como el metabisulfito de sodio), que se utilizan como conservantes en varios productos, causan en muchas personas reacciones alérgicas asmáticas (sibilancias, dificultad respiratoria, opresión torácica). Por consiguiente, los productos farmacéuticos que contienen bisulfitos indican claramente esta característica en su prospecto o en su etiqueta.
Bioequivalencia
Los fabricantes de medicamentos genéricos deben llevar a cabo estudios para determinar si la versión de un fármaco es bioequivalente en relación con el medicamento original, es decir, que la versión genérica libera su principio activo (el medicamento) en el torrente sanguíneo prácticamente a la misma velocidad y en las mismas cantidades que el medicamento original. Debido a que la seguridad y la eficacia del principio activo ya han sido comprobadas en las pruebas realizadas para la autorización y la comercialización del fármaco con marca registrada, los estudios de bioequivalencia solo tienen que comprobar que la versión genérica produce los mismos niveles de fármaco en sangre a lo largo del tiempo, y en consecuencia esta comprobación requiere un número de voluntarios sanos relativamente pequeño (24 a 36).
Aunque cuando se habla de prescripción de genéricos suele pensarse solo en las formas de administración oral, como comprimidos, cápsulas y líquidos, hay también otras formas de administración, como inyecciones, parches, inhaladores y otras que, a su vez, deben cumplir requisitos de bioequivalencia. En Estados Unidos, la Food & Drug Administration (Agencia Federal para Alimentos y Medicamentos, FDA por sus siglas en inglés) establece normas de bioequivalencia para diferentes formas de dosificación de medicamentos.
El fabricante del fármaco de marca registrada también debe probar la bioequivalencia de una nueva presentación antes de ponerla a la venta. Las nuevas formas incluyen nuevos procedimientos de dosificación, concentraciones distintas del producto farmacéutico de nombre registrado existente y cualquier otro tipo de modificación que pretenda comercializarse. Algunas veces la forma que fue inicialmente ensayada se modifica por razones comerciales. Por ejemplo, se hacen comprimidos más resistentes, se les añade color o sabor, o se cambian algunos componentes inactivos con el fin de procurar que el producto sea mejor aceptado por los consumidores.
Procedimientos de evaluación y aprobación
En Estados Unidos, la Food & Drug Administration (Agencia Federal para Alimentos y Medicamentos, FDA por sus siglas en inglés) evalúa cada versión genérica de un medicamento. Si los estudios indican que el medicamento de marca registrada y la versión genérica son esencialmente bioequivalentes, autorizan su venta. La FDA también se asegura de que un nuevo medicamento genérico contenga la cantidad adecuada de principio activo, que se fabrique de acuerdo con los estándares federales (Buenas Prácticas de Manufactura) y que la versión genérica difiera de su homólogo de marca en tamaño, color y forma—un requisito legal.
Intercambiabilidad y sustitución
Todo fármaco genérico que es bioequivalente con su homólogo de marca registrada puede intercambiarse con él. Cuando los fármacos no están protegidos por una patente, el genérico puede ser la única forma disponible. Para limitar los costes, muchos médicos prescriben medicamentos genéricos siempre que es posible. Incluso si el médico ha recetado un fármaco de marca registrada, el farmacéutico puede dispensar uno genérico, salvo que el médico haga constar por escrito en la receta que no debe ser sustituido. También las compañías aseguradoras y los distintos sistemas sanitarios establecen a veces que siempre que sea posible se prescriban medicamentos genéricos para reducir costes. En algunos planes de seguros se permite que los consumidores elijan un medicamento de marca registrada, más caro, si ha sido recetado por su médico, pero deben pagar la diferencia de precio. Sin embargo, en algunos programas sanitarios gubernamentales es posible que el consumidor no pueda elegir. Si el médico receta un fármaco genérico, el farmacéutico debe dispensar un genérico. En la mayoría de los estados, el consumidor puede insistir en un fármaco de marca registrada incluso si el médico y el farmacéutico recomiendan un medicamento genérico.
En algunos casos, la sustitución por un genérico puede no ser conveniente. Por ejemplo, algunas versiones genéricas disponibles pueden no ser exactamente bioequivalentes al fármaco de marca registrada. Estos medicamentos genéricos no pueden ser sustituidos por parte del farmacéutico por el producto de marca registrada. En los casos en que una pequeña diferencia en la cantidad de principio activo en sangre pueda producir una gran diferencia en la efectividad del fármaco, los genéricos no suelen usarse como medicamentos de sustitución de los de marca registrada, aunque estén disponibles productos genéricos bioequivalentes. Finalmente, un producto genérico puede ser inadecuado si la persona es alérgica a alguno de los componentes inactivos que contiene. Por ello, si el médico especifica un medicamento de marca registrada en la receta y el consumidor desea una versión genérica equivalente, el consumidor o el farmacéutico debe discutir el asunto con el médico.
Los fármacos que deben administrarse en cantidades muy pequeñas tienen menor probabilidad de ser intercambiables, porque la diferencia entre una dosis eficaz y una dosis perjudicial (el margen de seguridad) o ineficaz es muy pequeña. Sirve como ejemplo la digoxina, que se utiliza en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca. Cambiar una versión de digoxina de marca registrada por un producto genérico puede causar problemas, porque es posible que ambas versiones no sean lo bastante bioequivalentes. No obstante, algunas versiones genéricas de digoxina han sido autorizadas por la FDA como bioequivalentes. Los farmacéuticos y los médicos pueden responder a preguntas sobre qué medicamentos genéricos son intercambiables por los comerciales y cuáles no.Los fármacos que deben administrarse en cantidades muy pequeñas tienen menor probabilidad de ser intercambiables, porque la diferencia entre una dosis eficaz y una dosis perjudicial (el margen de seguridad) o ineficaz es muy pequeña. Sirve como ejemplo la digoxina, que se utiliza en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca. Cambiar una versión de digoxina de marca registrada por un producto genérico puede causar problemas, porque es posible que ambas versiones no sean lo bastante bioequivalentes. No obstante, algunas versiones genéricas de digoxina han sido autorizadas por la FDA como bioequivalentes. Los farmacéuticos y los médicos pueden responder a preguntas sobre qué medicamentos genéricos son intercambiables por los comerciales y cuáles no.
Un libro publicado cada año por la FDA y actualizado periódicamente también ofrece orientación sobre qué medicamentos son intercambiables. Este libro, Approved Drug Products With Therapeutic Equivalence Evaluations (también conocido como 'el libro naranja' porque la versión impresa tiene una cubierta de color naranja brillante), está disponible tanto en versión impresa como en línea para cualquier persona, pero está destinado al uso de médicos y farmacéuticos.
La sustitución de un medicamento genérico puede causar también otros problemas al consumidor. Un médico puede recetar un producto de marca registrada y dar sus explicaciones al paciente en relación con ese producto. Si un farmacéutico dispensa un producto genérico equivalente y la etiqueta no incluye el nombre del producto de marca registrada, el consumidor puede creer erróneamente que ha recibido un medicamento equivocado del farmacéutico. Para evitar esta confusión, actualmente la mayoría de las farmacias incluyen el nombre comercial en la etiqueta cuando se sustituye por un producto genérico.
Más información
El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el Manual no es responsable del contenido de este recurso.
Orange Book: Approved Drug Products With Therapeutic Equivalence Evaluations (Libro naranja: fármacos aprobados con evaluaciones de equivalencia terapéutica): este recurso proporciona archivos de datos descargables que se actualizan mensualmente.



