Botulismo

PorLarry M. Bush, MD, FACP, Charles E. Schmidt College of Medicine, Florida Atlantic University
Revisado/Modificado jun. 2023
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El botulismo es una intoxicación poco frecuente y potencialmente mortal, causada por las toxinas producidas por la bacteria anaerobia Clostridium botulinum.

  • Las toxinas botulínicas, habitualmente consumidas en los alimentos, debilitan o paralizan los músculos.

  • El botulismo puede comenzar con sequedad de boca, dificultad para tragar y para hablar, visión doble e incapacidad de enfocar la vista, o con síntomas digestivos como diarrea, vómitos y cólicos intestinales.

  • Los médicos examinan las muestras de sangre y heces, o los tejidos de una herida, y realizan una electromiografía.

  • Si las personas creen que pueden tener botulismo, deben acudir al hospital de inmediato.

  • Para prevenir o hacer más lentos los efectos de la toxina se utiliza una antitoxina.

  • La preparación y el almacenamiento cuidadosos de los alimentos previenen el botulismo causado por la ingesta de alimentos contaminados.

Clostridium botulinum no necesita oxígeno para vivir. Es decir, son anaerobias.

Las toxinas que producen el botulismo, que son los venenos más potentes que se conocen, afectan gravemente la función nerviosa periférica. Las toxinas del botulismo paralizan los músculos para evitar que los nervios liberen un mensajero químico (neurotransmisor) llamado acetilcolina. La acetilcolina interacciona con los receptores de los músculos (en la unión neuromuscular) y estimula su contracción.

En dosis muy pequeñas, se pueden utilizar las toxinas botulínicas de tipo A y B para aliviar los espasmos musculares y reducir las arrugas.

¿Sabías que...?

  • Las toxinas que causan el botulismo son los venenos más potentes conocidos.

  • En dosis muy pequeñas, las toxinas de los tipos A y B se pueden utilizar para controlar los espasmos musculares y reducir las arrugas.

(Véase también Introducción a las infecciones por clostridios y Botulismo del lactante.)

Causas del botulismo

La bacteria Clostridium botulinum produce unas células latentes denominadas esporas. Estas esporas latentes están presentes de forma generalizada en el medio ambiente, incluso en el suelo y en el agua del río y el mar. Como las semillas, las esporas permanecen en estado latente durante muchos años y son muy resistentes a la destrucción por ejemplo, por el calor. En condiciones de humedad, en presencia de nutrientes y ausencia de oxígeno (como en el intestino y en los recipientes herméticos o en las latas), las esporas se transforman en bacterias activas y producen toxinas. Algunas toxinas producidas por Clostridium botulinum no son destruidas por el ácido gástrico o las enzimas protectoras del intestino.

Clostridium botulinum es habitual en el medio ambiente, y el aire transporta sus esporas. Algunos casos de botulismo son resultado de la ingestión o la inhalación de pequeñas cantidades de tierra o polvo que contienen esporas. Además, la toxina se puede usar como arma. Las esporas entran también en el organismo a través de los ojos o de una herida en la piel.

Casi nunca se ha producido botulismo después de la inyección de toxina botulínica (onabotulinumtoxinA) por razones estéticas, como arrugas, o razones médicas, como dolores de cabeza por migraña.

No obstante, muchos de los casos se producen por la ingestión de alimentos que contienen la toxina.

Hay diferentes formas de botulismo, que tienen distintas causas. Las formas más frecuentes son

  • Botulismo transmitido por los alimentos

  • Botulismo por heridas

  • Botulismo infantil (explicado en otra parte del Manual)

Una forma poco frecuente de botulismo se denomina botulismo por toxemia intestinal. Puede ocurrir si las esporas entran en los intestinos de una persona y producen la toxina allí. Cuando el botulismo por toxemia intestinal se produce en lactantes, se denomina botulismo infantil. En niños de 1 año o más y en adultos, el botulismo se denomina botulismo por toxemia intestinal en adultos. Estos dos tipos de botulismo por toxemia intestinal difieren del botulismo transmitido por alimentos, que es más común y ocurre cuando las personas ingieren alimentos contaminados con la propia toxina. En el botulismo por toxemia intestinal no está claro cómo entran las esporas en el intestino. En los bebés, la fuente puede ser tragar miel o estar cerca de suelo contaminado. En los adultos, los que se han sometido a una intervención quirúrgica en el estómago o los intestinos, los que sufren enfermedad inflamatoria intestinal o los que han estado tomando antibióticos corren un mayor riesgo de desarrollar botulismo por toxemia intestinal.

Botulismo transmitido por los alimentos

El botulismo transmitido por alimentos tiene lugar cuando la persona ingiere alimentos contaminados por la toxina botulínica, producida por la bacteria Clostridium botulinum. La toxina entra desde el intestino delgado al torrente sanguíneo, que la conduce a los nervios. Los alimentos pueden estar contaminados si fueron cocinados de manera inadecuada antes de su almacenamiento.

Las fuentes más comunes de botulismo alimentario son

  • Los alimentos enlatados en el propio hogar, en particular los que tienen un bajo contenido ácido, como los espárragos, las judías verdes, las remolachas y el maíz.

Otras son el ajo picado en aceite, el ají, los tomates enlatados, las patatas horneadas envueltas en papel de aluminio que han permanecido durante demasiado tiempo a temperatura ambiente y el pescado enlatado o fermentado en casa. Sin embargo, cerca 10% de los brotes se producen al consumir alimentos preparados comercialmente, como verduras, pescado, frutas y condimentos (salsas). Con menor frecuencia, el botulismo es consecuencia del consumo de carne de res, productos lácteos, carne de cerdo, aves de corral u otros alimentos determinados.

El hecho de refrigerarlos no garantiza su seguridad, puesto que los clostridios (Clostridia) pueden producir algunas toxinas a las temperaturas típicas del refrigerador.

Botulismo por heridas

El botulismo transmitido a través de heridas se produce cuando Clostridium botulinum contamina una herida o se introduce en el interior de otros tejidos. Dentro de la herida, la bacteria produce toxinas que son absorbidas hacia el interior del torrente sanguíneo.

Este tipo de botulismo se produce al inyectar drogas con agujas que no están esterilizadas, por ejemplo heroína contaminada en el interior de un músculo o bajo la piel (inyección subcutanea).

Síntomas del botulismo

Las diversas formas de botulismo causan muchos de estos síntomas:

  • Sequedad de boca

  • Visión borrosa o doble

  • Párpados caídos

  • Dificultad para enfocar objetos cercanos

  • Pupilas que no se contraen de forma normal cuando se exponen a la luz

  • Arrastrar las palabras al hablar

  • Dificultad para deglutir

El daño neurológico causado por las toxinas afecta la fuerza muscular, pero no la sensibilidad. La mente suele permanecer clara.

La dificultad para deglutir hace que se puedan inhalar (aspirar) alimentos o saliva hacia los pulmones, lo que origina ahogos o atragantamientos y aumenta el riesgo de neumonía (denominada neumonía por aspiración).

Normalmente, después de la pérdida de fuerza de los músculos de la cara y de la cabeza, gradualmente se pierde la fuerza en los músculos de los brazos y las piernas y en los músculos implicados en la respiración. Los músculos se debilitan de forma progresiva. La parálisis de los músculos respiratorios puede causar la muerte si no se proporciona ventilación mecánica (empleo de una máquina para ayudar a respirar).

En el botulismo transmitido por alimentos, los síntomas evolucionan de forma súbita, habitualmente entre 18 y 36 horas después de que las toxinas penetren en el organismo, aunque pueden comenzar entre 4 horas y 8 días después de la ingestión. Cuantas más toxinas se ingieren, más pronto se enferma.

Los primeros síntomas del botulismo transmitido por alimentos son a menudo náuseas, vómitos, cólicos abdominales y diarrea. Con el tiempo, muchas personas sufren estreñimiento. Estos síntomas digestivos suelen ocurrir antes de que los músculos se vean afectados.

Las personas con botulismo transmitido por heridas no presentan síntomas digestivos.

Diagnóstico del botulismo

  • Cuando sea posible, pruebas para detectar toxinas en los alimentos, sangre o heces

  • En ocasiones, electromiografía

Los médicos sospechan botulismo basándose en los síntomas. Sin embargo, otras enfermedades causan síntomas similares, por lo que se necesita información adicional.

En el botulismo transmitido por alimentos, la existencia de alimentos sospechosos proporciona una pista. Por ejemplo, cuando el botulismo se presenta en dos o más personas que consumieron los mismos alimentos preparados en el mismo lugar, el diagnóstico es claro. Cuando se detectan toxinas en la sangre, o las bacterias o sus toxinas en una muestra de heces, se confirma el diagnóstico. Las toxinas también se identifican en el alimento que se ingirió.

En el botulismo transmitido por heridas, los médicos preguntan a las personas si han sufrido un traumatismo con rotura de la piel. Se inspecciona la piel comprobando si hay marcas de punción que indiquen consumo de drogas. El diagnóstico se confirma cuando hay toxinas en la sangre de la persona afectada o cuando se detecta la bacteria en un cultivo de tejido de la herida.

La electromiografía (la estimulación eléctrica de los músculos y el registro de su actividad eléctrica) tiene utilidad diagnóstica. En la mayoría de los casos de botulismo, la electromiografia muestra una respuesta anormal del músculo tras la estimulación eléctrica.

A veces es imposible determinar si el botulismo se ha producido por una herida o por la ingestión de alimentos.

Tratamiento del botulismo

  • A veces carbón activado para evitar la absorción de las toxinas consumidas en los alimentos.

  • Antitoxina

  • Para los problemas de respiración, la utilización de un respirador mecánico

Si las personas creen que pueden tener botulismo, deben acudir al hospital de inmediato. Si se diagnostica botulismo, la persona afectada es hospitalizada y controlada estrechamente.

Las pruebas de laboratorio se realizan para confirmar el diagnóstico, pero el tratamiento no debe retrasarse hasta conocer los resultados. Para ayudar a eliminar cualquier toxina que todavía no se ha absorbido, los médicos administran carbón activado por vía oral o a través de una sonda insertada desde la nariz o la boca hasta el estómago.

Las constantes vitales (pulso, frecuencia respiratoria, presión arterial y temperatura) se miden a menudo. Si surgen problemas respiratorios, las personas afectadas son trasladadas a una unidad de cuidados intensivos y conectadas temporalmente a un ventilador artificial (respirador). Este tratamiento ha disminuido el porcentaje de muertes por botulismo a menos del 10% en la actualidad.

Si es necesario, las personas que no pueden tragar pueden recibir alimento mediante una sonda fina de plástico (sonda nasogástrica) que se inserta por la nariz y desciende por la garganta.

Si las personas tienen heridas de botulismo, la herida se limpia a fondo y se retira el tejido muerto. Posteriormente se administran antibióticos, como penicilina o metronidazol, por vena (vía intravenosa).

Algunas personas que se recuperan del botulismo padecen cansancio y dificultad respiratoria durante muchos años, y a veces es necesaria fisioterapia de larga duración.

Las personas no desarrollan inmunidad a la toxina Clostridium botulinum después de una infección, por lo que pueden infectarse de nuevo.

Antitoxina

Una antitoxina es una sustancia que bloquea la acción de las toxinas. Se administra tan pronto como sea posible una vez diagnosticado el botulismo.

La antitoxina se puede administrar a adultos y niños, pero no se recomienda para lactantes menores de 1 año de edad; existe una antitoxina diferente para el botulismo infantil. Es más probable que sea eficaz si se administra dentro de las 72 horas posteriores al inicio de los síntomas.

La antitoxina hace más lento o detiene el deterioro físico posterior, lo que permite que el organismo se recupere por sí mismo en un periodo de varios meses. Sin embargo, la antitoxina no contrarresta el daño ya causado. Además, algunas personas sufren una reacción alérgica grave (reacción anafiláctica) a la antitoxina, que se obtiene a partir del suero de caballo, o pueden desarrollar otro tipo de reacción llamada la enfermedad del suero.

Prevención del botulismo

  • La cocción completa o el calentamiento de alimentos

  • Almacenamiento y manipulación adecuada de los alimentos

Las esporas de Clostridium botulinum son altamente resistentes al calor y sobreviven a la ebullición durante varias horas. Sin embargo, las toxinas son rápidamente destruidas por el calor.

Los alimentos almacenados pueden causar botulismo si fueron cocinados de manera inadecuada antes de su almacenamiento. Las bacterias producen algunas toxinas a temperaturas incluso tan bajas como 3° C, que es la temperatura habitual de los frigoríficos, por lo que la refrigeración de los alimentos no los hace completamente seguros.

Las siguientes medidas ayudan a evitar el botulismo de transmisión alimentaria:

  • Cocinar los alimentos a 80º C durante 30 minutos, lo que casi siempre destruye las toxinas.

  • Desechar los alimentos enlatados que están descoloridos, huelen mal, están hinchados o tienen fugas

  • Seguir las directrices de las home-canning instructions (instrucciones para el envasado en casa) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés)

  • Refrigerar los aceites caseros con ajo o hierbas y desechar cualquiera de estos aceites no utilizados transcurridos 4 días

  • Mantener calientes las patatas asadas en papel de aluminio hasta el momento de servirlas

Si no se sabe con seguridad si una lata debe ser desechada, se puede comprobar al abrirla. Antes de realizar el primer agujero en la lata, se colocan unas gotas de agua en el lugar donde se va a perforar. Si al perforar la lata el agua sale despedida en lugar de ser absorbida, el envase está contaminado y debe ser desechado. En caso de duda sobre la seguridad de una lata de comida, es mejor descartarla que arriesgarse a contraer botulismo.

Cualquier alimento que pueda estar contaminado debe manipularse cuidadosamente. Incluso la ingestión, la inhalación o la absorción de cantidades mínimas de toxinas por el ojo o por una herida en la piel pueden causar una enfermedad grave. Hay que evitar el contacto con la piel en la medida de lo posible y lavarse las manos de inmediato después de manipular el alimento contaminado.

Si se infecta una herida, buscar rápidamente asistencia médica disminuye el riesgo de botulismo.

Más información

Los siguientes son recursos en inglés que pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de estos recursos.

  1. Centers for Disease Control and Prevention (CDC) (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades): Home-canning instructions (instrucciones para la elaboración de conservas caseras) para prevenir el botulismo e información sobre cómo reconocer los alimentos contaminados y cómo desecharlos adecuadamente

  2. Programa de tratamiento y prevención del botulismo infantil: Web site (sitio web) o llame al teléfono 501-231-7600: proporciona información sobre el tratamiento, la prevención y los grupos de apoyo

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