Cáncer en el embarazo

PorLara A. Friel, MD, PhD, University of Texas Health Medical School at Houston, McGovern Medical School
Revisado/Modificado oct. 2021 | Modificado sep. 2022
Vista para pacientes

    El embarazo no debe postergar el tratamiento del cáncer. El tratamiento es similar al de la mujer no embarazada, excepto para los cánceres ginecológicos y rectales.

    Como los tejidos embrionarios crecen rápidamente y tienen una tasa de recambio de DNA alta, se asemejan a los tejidos cancerosos y, por lo tanto, son muy vulnerables a los agentes antineoplásicos. Muchas antimetabolitos y agentes alquilantes (p. ej., busulfán, clorambucilo, ciclofosfamida, 6-mercaptopurina, metotrexato) pueden producir anomalías fetales. El metotrexato es particularmente problemático; su uso durante el primer trimestre aumenta el riesgo de aborto espontáneo y, si el embarazo continúa, de varias malformaciones congénitas. Aunque el embarazo a menudo concluye con éxito a pesar del tratamiento contra el cáncer, el riesgo de daño fetal debido a ese tratamiento hace que algunas mujeres elijan el aborto.

    Cáncer de recto

    Los cánceres de recto pueden requerir una histerectomía para asegurar la completa extirpación del tumor. La cesárea puede realizarse a las 28 semanas, seguida de histerectomía para poder comenzar un tratamiento anticanceroso agresivo.

    Cáncer de cuello uterino

    El embarazo no parece empeorar la evolución del cáncer de cuello uterino.

    El cáncer de cuello puede aparecer durante el embarazo, y una prueba de Papanicolaou (Pap) anormal no debe atribuirse al embarazo. Un Pap anormal es indicación de colposcopia y biopsia dirigida cuando corresponde. La colposcopía no aumenta el riesgo de un resultado adverso del embarazo. La evaluación colposcópica por expertos y la consulta con el patólogo se recomiendan antes de hacer una biopsia de cuello uterino porque la biopsia puede causar hemorragia y trabajo de parto prematuro. Si el examen indica que las lesiones son de bajo grado, la biopsia puede no hacerse, sobre todo si la citología cervical también sugiere que las lesiones son de bajo grado.

    Para el carcinoma in situ (estadio 0 de la Federation of Gynecology and Obstetrics [FIGO]—véase tabla Estadificación clínica del carcinoma de cuello uterino de la FIGO) y el cáncer microinvasor (estadio IA1), a menudo el tratamiento se difiere hasta después del parto porque en estos estadios, el cáncer progresa con mucha lentitud y el embarazo se puede completar en forma segura sin afectar el pronóstico materno.

    Si se diagnostica un cáncer invasor (estadio IA2 de la FIGO o superiores), el embarazo debe manejarse en consulta con un ginecólogo oncólogo. Si se diagnostica un cáncer invasor durante la primera parte del embarazo, tradicionalmente se recomienda el tratamiento apropiado inmediato para el cáncer. Si el cáncer invasor se diagnostica después de las 20 semanas y la mujer acepta el mayor riesgo, imposible de calcular, el tratamiento puede diferirse hasta el tercer trimestre (p. ej., semana 32) para maximizar la madurez fetal, pero el tratamiento no puede postergarse más. Para los pacientes con cáncer invasor, se hace el parto por cesárea con histerectomía radical; se evita el parto vaginal.

    Otros cánceres ginecológicos

    Después de 12 semanas de gestación, el cáncer de ovario puede pasar fácilmente desapercibido; los ovarios, junto con el útero, salen de la pelvis y ya no pueden palparse. Si está avanzado, el cáncer de ovario durante el embarazo puede ser fatal antes del parto. Las mujeres afectadas requieren una ooforectomía bilateral lo más rápidamente posible.

    El cáncer de endometrio y el cáncer de las trompas uterinas rara vez aparecen durante el embarazo.

    Leucemia y linfoma de Hodgkin

    La leucemia y el linfoma de Hodgkin son raros durante el embarazo.

    Los agentes antineoplásicos típicamente usados para tratar el linfoma aumentan el riesgo de aborto espontáneo y de malformaciones congénitas.

    Como las leucemias pueden ser fatales, el tratamiento debe comenzarse lo más rápidamente posible, sin retraso para que el feto madure.

    Si el linfoma de Hodgkin está confinado por encima del diafragma, puede usarse radioterapia; el abdomen debe ser protegido. Si el linfoma se encuentra debajo del diafragma, es posible que el aborto sea lo recomendable.

    Cáncer de mama

    Las mamas aumentan de tamaño durante el embarazo, lo que puede hacer que un cáncer de mama no sea reconocible. Cualquier masa mamaria sólida o quística debe ser evaluada. Por lo general, el cáncer de mama debe tratarse de inmediato.

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