Prevención y respuesta al maltrato a los ancianos

PorDaniel B. Kaplan, PhD, LICSW, Adelphi University School of Social Work
Revisado/Modificado abr. 2023
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Muchas de las personas de edad avanzada que sufren abusos no buscan ayuda, por varias razones. Pueden sentirse avergonzados y ser reacios a poner el abuso en conocimiento de otras personas. Pueden ser incapaces de contarlo a otros porque el abusador limita y controla las llamadas telefónicas o el acceso a las visitas y a los profesionales de la salud. Si el responsable de los malos tratos es el cuidador, las personas mayores pueden sentirse demasiado dependientes de él o quieren protegerlo, ya que este puede ser incluso un hijo suyo. Pueden tener miedo de que se les haga más daño, de ser abandonados o de ser ingresados por la fuerza en una residencia.

Las personas mayores nunca deben creer que el maltrato forma parte del envejecimiento o de ser dependiente. El hecho de ser maltratado amenaza su dignidad y su sentimiento de bienestar e incluso puede costarle la vida. Los familiares y amigos pueden ayudar manteniendo lazos estrechos con la persona mayor.

Las personas de edad avanzada que están preocupadas por el abuso pueden tomar las siguientes medidas para evitarlo:

  • No vivir con alguien que tenga antecedentes de conducta violenta o de abuso de sustancias

  • Mantenerse en contacto con amigos y antiguos vecinos, especialmente si la persona debe mudarse al domicilio del cuidador

  • Mantener relación con organizaciones sociales y comunitarias (lo que aumenta las posibilidades de que el abuso, si ocurre, se detecte)

  • Insistir en el asesoramiento legal antes de firmar cualquier documento relacionado con el lugar donde vivirán o quién controla sus finanzas (en Estados Unidos, la sede local de la Area Agency on Aging, una asociación que se encarga de asesorar a las personas de edad avanzada, puede recomendarle un asesor legal)

Si las personas de edad avanzada creen que están en peligro, pueden llamar a una línea telefónica de asistencia a mayores maltratados para obtener ayuda inmediata. Probablemente en la web de las instituciones asistenciales de cada país se encuentre información sobre las leyes relacionadas con el abuso a los ancianos y los números de teléfono a los que se puede llamar para denunciar el abuso; en el caso de Estados Unidos se puede consultar el National Center for Elder Abuse (855-500-3537 o www.ncea.acl.gov). En Estados Unidos, la Asociación Nacional de Agencias de Área Local sobre el Envejecimiento (National Association of Area Agencies on Aging, 202-872-0888 o US Aging)) es otra buena fuente de información y referencias. Si la persona de edad avanzada no se siente en peligro pero necesita ayuda, puede hablar de ello con su médico, con el trabajador social o con otro profesional de la salud.

Los familiares, amigos y conocidos tienen la responsabilidad de ayudar si saben o sospechan firmemente que puede haber abuso, al igual que deben hacerlo los profesionales de la salud. No es recomendable enfrentarse directamente al abusador porque hacerlo puede agravar el abuso. En su lugar, se debe denunciar la situación. En algunos estados de Estados Unidos es obligatorio denunciar los abusos y la negligencia que se sospechan o que están confirmados si el abuso ocurre en una institución, y en la mayoría de los estados, lo es si ocurre en el ámbito doméstico. En la legislación de los distintos estados de Estados Unidos se contempla la protección y atención de las personas vulnerables, incapacitadas o discapacitadas, y se dispone de leyes para proteger a las personas que denuncian sospechas de abuso, impidiendo que se les demande por ello. Para denunciar el abuso, puede contactarse con:

  • En la mayoría de estados: Departamento de Servicios Sociales del Estado (Adult Protective Services)

  • En algunos estados: unidad estatal para el envejecimiento

  • Para el abuso dentro de una institución: oficina local del defensor del pueblo para el cuidado a largo plazo, o el departamento de salud del estado.

Los números telefónicos de estas agencias y oficinas se pueden encontrar en cualquier parte de los Estados Unidos llamando al Localizador Eldercare (800-677-1116 o www.eldercare.gov) o al National Center on Elder Abuse (Centro Nacional sobre el Abuso de Ancianos, al 855-500-3537 o www.ncea.acl.gov), indicando el condado y la ciudad de residencia o el código postal de la persona.

Si se confirma el maltrato a personas mayores

La mejor opción para proporcionar una atención exitosa es un equipo interdisciplinario (compuesto por médicos, personal de enfermería, trabajadores sociales, abogados, agentes de la ley, psiquiatras y otros profesionales).

Si la persona corre peligro inmediato, los profesionales de la salud pueden sugerir su ingreso en un hospital, la intervención de la policía o el traslado a un hogar seguro.

Si la persona no está en peligro inmediato, se toman medidas para reducir el riesgo, pero son menos urgentes. La elección de la intervención depende de la probabilidad que tiene el agresor de causar el daño.

En general, las intervenciones deben adaptarse a cada situación. Las intervenciones pueden consistir en:

  • Asistencia médica

  • Educación (como proporcionar a las víctimas formación sobre el maltrato y las opciones disponibles para ayudarles, además de diseñar planes de seguridad)

  • Apoyo psicológico (como psicoterapia a corto o a largo plazo para que la víctima y posiblemente los familiares hablen sobre la depresión y los efectos del trauma)

  • Aplicación de la ley e intervenciones legales (como el arresto del agresor, órdenes de restricción y asesoramiento legal, incluida la protección de los bienes)

  • Una vivienda alternativa (como una vivienda de acogida para personas mayores y el ingreso en una residencia de ancianos)

  • Derivación a servicios que brindan apoyo básico (como transporte y asistencia alimentaria) y reducen el aislamiento social

Si las víctimas son competentes para tomar decisiones, deben ayudar a determinar su propia intervención. Si no lo son, el equipo interdisciplinario debe tomar la mayoría de las decisiones. Las decisiones se basan en la gravedad de la violencia, el estilo de vida anterior de la víctima y sus ramificaciones legales. A menudo, no existe una única decisión correcta. El médico debe controlar cuidadosamente cada caso.

Más información

Los siguientes son recursos en inglés que pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de estos recursos.

  1. National Institute on Aging: Elder Abuse: información y enlaces a recursos adicionales destinados a adultos mayores y cuidadores que contienen signos, prevención y efectos a largo plazo del maltrato a las personas de edad avanzada

  2. National Center on Elder Abuse (NCEA): orientación del NCEA, un centro nacional de recursos dedicado a la prevención del maltrato a las personas de edad avanzada, que incluye asesoramiento y recursos para profesionales, investigadores, defensores y familias

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