Estrongiloidiasis

(Infección por oxiuros)

PorChelsea Marie, PhD, University of Virginia;
William A. Petri, Jr, MD, PhD, University of Virginia School of Medicine
Revisado/Modificado oct. 2022
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La estrongiloidiasis es una infección causada por el nematodo Strongyloides stercoralis, que penetra en el cuerpo cuando la piel desnuda entra en contacto con suelo contaminado con el gusano.

  • Por lo general, las personas se infectan al caminar descalzas en suelos contaminados.

  • La mayoría de las personas con esta infección no presentan ningún síntoma, pero en algunos casos aparecen erupción, tos, sibilancias, dolor abdominal, diarrea y pérdida de peso.

  • En contadas ocasiones, puede desarrollarse una infección grave, potencialmente mortal, en personas con un sistema inmunitario debilitado a causa de una enfermedad (como el cáncer) o de fármacos inhibidores del sistema inmunitario (inmunosupresores).

  • Los médicos diagnostican la infección al encontrar larvas en una muestra de heces o al detectar anticuerpos contra Strongyloides en la sangre.

  • Para tratar la estrongiloidiasis se utiliza ivermectina o albendazol.

(Véase también Introducción a las infecciones parasitarias.)

La estrongiloidiasis se produce en áreas cálidas y húmedas, como las regiones subtropicales y tropicales, incluidas las zonas rurales del sur de Estados Unidos.

StrongyloidesA los gusanos Strongyloides se les llama también nematodos.

Transmisión de Strongyloides

Los gusanos Strongyloides adultos residen en el intestino delgado. Las hembras producen huevos, que eclosionan y liberan larvas. La mayor parte de las larvas se excretan en las heces. Después de unos días en el suelo, las larvas evolucionan a una forma que puede causar infección. Si las larvas de Strongyloides entran en contacto con la piel desnuda de una persona, penetran en ella. Las larvas migran por varias vías hacia el intestino delgado, donde maduran hasta convertirse en adultos al cabo de unas 2 semanas.

Las larvas que no entran en contacto con las personas pueden convertirse en gusanos adultos que se pueden reproducir en el suelo formando varias generaciones antes de que sus larvas entren en contacto con una persona.

Algunas de las larvas situadas en el intestino delgado pueden reinfectar a la persona de una de las dos formas siguientes

  • Penetrando en la pared del intestino y volviendo a entrar en el torrente sanguíneo de la persona directamente

  • Excretándose en las heces y penetrando en la piel alrededor del ano o la piel de las nalgas o los muslos

En ambos casos, las larvas viajan por el torrente sanguíneo hasta los pulmones y después hasta la garganta, para volver de nuevo al intestino y causar otra infección (denominada autoinfección).

Síndrome de hiperinfección y estrongiloidiasis diseminada

En raras ocasiones, se desarrolla una infección grave (llamada síndrome de hiperinfección) en personas que tienen un sistema inmunológico debilitado debido a un trastorno, como el cáncer, o a fármacos que deprimen el sistema inmunológico (inmunodepresores), como la prednisona, otros corticoesteroides o los fármacos utilizados para prevenir el rechazo de un trasplante de órgano o de médula ósea. Este síndrome también se presenta en personas con sida, pero con una frecuencia mucho menor de la que cabría esperar.

El síndrome de hiperinfección causa una enfermedad generalizada que afecta los intestinos, los pulmones y la piel, que son órganos que intervienen en el ciclo de vida normal de los estrongiloides, y luego progresa hacia una estrongiloidiasis diseminada, que puede afectar a otros tejidos que normalmente no se ven afectados por la estrongiloidiasis, como el recubrimiento de tejidos del encéfalo y la médula espinal (meninges), el encéfalo, el hígado u otros órganos. Infección bacteriana por larvas de Strongyloides en el tracto digestivo. Cuando las larvas viajan por el organismo, estas bacterias pueden causar infecciones en el torrente sanguíneo, el encéfalo y el líquido cefalorraquídeo, los pulmones u otras partes del cuerpo.

Síntomas de la estrongiloidiasis

La mayoría de las personas con estrongiloidiasis no presentan síntomas. Cuando se presentan síntomas, por lo general afectan la piel, los pulmones y/o el tubo digestivo.

Las personas con autoinfección desarrollan una erupción causada por las larvas a medida que viajan a través de la piel. La erupción cutánea suele aparecer alrededor del ano. A medida que las larvas viajan, la erupción se puede extender rápidamente a los muslos y las nalgas, causando prurito intenso.

Las infecciones graves pueden causar síntomas pulmonares y/o digestivos. Algunas personas tosen y tienen sibilancias. Algunas tienen dolor abdominal y sensibilidad a la palpación, diarrea, náuseas y vómitos. Es posible que pierdan el apetito. Es posible que no absorban los nutrientes con normalidad, lo que provoca pérdida de peso.

Síndrome de hiperinfección y estrongiloidiasis diseminada

Las personas con síndrome de hiperinfección a menudo presentan síntomas graves que afectan los pulmones y/o el tubo digestivo, los órganos involucrados en el ciclo de vida del parásito. Los síntomas pulmonares incluyen dificultad respiratoria, expectoración de sangre e insuficiencia respiratoria graves. Los síntomas del tubo digestivo consisten en obstrucción intestinal, sangrado y dificultades graves para la absorción de nutrientes (malabsorción).

En la estrongiloidiasis diseminada, también se infectan otros órganos. Los afectados pueden presentar inflamación de los tejidos que recubren el encéfalo y la médula espinal (meningitis), un absceso en el encéfalo o hepatitis.

Las infecciones bacterianas, como una infección grave de la sangre (sepsis) o una infección de la cavidad abdominal (peritonitis), pueden ocurrir como complicaciones de una hiperinfección por Strongyloides.

La hiperinfección y la enfermedad diseminada a menudo son mortales en personas con un sistema inmunológico debilitado, incluso cuando reciben tratamiento.

Diagnóstico de la estrongiloidiasis

  • Análisis de una muestra de heces

  • Para el síndrome de hiperinfección y la estrongiloidiasis diseminada, examen de las heces, una muestra de esputo (flema) y radiografías de tórax

  • Análisis de sangre para detectar eosinofilia y anticuerpos contra Strongyloides

En algunas ocasiones, el médico puede ver las larvas de Strongyloides al examinar una muestra de heces al microscopio. A menudo, se deben examinar muchas muestras.

Los médicos pueden emplear un tubo flexible de visualización (endoscopio) insertado a través de la boca hasta el interior del intestino delgado para tomar una muestra de tejido. Se pasa una sonda fina a través del endoscopio para succionar una muestra de tejido. Los médicos usan el endoscopio para determinar dónde tomar las muestras.

Si se sospecha síndrome de hiperinfección, también se examina una muestra de esputo para detectar la presencia de larvas y se realizan radiografías de tórax para buscar signos de infección pulmonar.

La eosinofilia es frecuente en los análisis de sangre. La eosinofilia es un número superior al normal de eosinófilos, un tipo de glóbulos blancos (leucocitos) que combaten las enfermedades y que desempeñan un papel importante en la respuesta del organismo frente a las reacciones alérgicas, el asma y la infección por gusanos parásitos (helmintos).

Por lo general también se realizan análisis de sangre para detectar anticuerpos contra Strongyloides. (Los anticuerpos son proteínas producidas por el sistema inmunitario para ayudar a defender al cuerpo de un ataque, incluyendo un ataque parasitario.) Sin embargo, estas pruebas no permiten distinguir las nuevas infecciones de las antiguas, o en ocasiones tampoco permiten diferenciar las infecciones por Strongyloides de otras infecciones por nematodos.

Prevención de la estrongiloidiasis

La prevención contra la estrongiloidiasis incluye los elementos siguientes:

  • El uso de letrinas o inodoros

  • Evitar que la piel entre en contacto directo con el suelo (por ejemplo, mediante el uso de zapatos y el uso de una lona u otra barrera cuando se está sentado en el suelo) en zonas con estrongiloidiasis

Tratamiento de la estrongiloidiasis

  • Ivermectina o albendazol

Todas las personas con estrongiloidiasis reciben tratamiento.

Para la mayoría de los casos de estrongiloidiasis, se emplea uno de los fármacos siguientes:

  • Ivermectina, administrada una vez al día durante 1-2 días

  • Albendazol, administrado dos veces al día durante 7 días

La infección se cura con mayor probabilidad con ivermectin que con albendazol. Si las personas con estrongiloidiasis han residido o trabajado en zonas de África donde se transmite el Loa loa, los médicos descartan la presencia de loiasis antes de administrarles ivermectina, porque la ivermectina puede causar inflamación cerebral grave (encefalitis) en personas con loiasis.

Para el síndrome de hiperinfección y estrongiloidiasis diseminada se administra ivermectina hasta que el esputo y las heces hayan estado libres de larvas durante 2 semanas.

Si la persona afectada tiene un sistema inmunológico debilitado, es posible que necesite tomar fármacos durante un tiempo prolongado.

Cuando la persona afectada está gravemente enferma y no puede tomar medicamentos por vía oral, se usa una preparación rectal o, en ocasiones, una preparación para aplicar debajo de la piel (subcutánea) (diseñada para tratar animales).

Se utilizan antibióticos para tratar las infecciones bacterianas, que pueden ser complicaciones de la estrongiloidiasis.

Para determinar si la infección se elimina, los médicos examinan muestras de heces en busca de larvas o realizan análisis de sangre para determinar si las concentraciones de anticuerpos contra el gusano han disminuido. Si las larvas de Strongyloides todavía están presentes en las heces después del tratamiento o si los niveles de anticuerpos no disminuyen, las personas afectadas reciben tratamiento nuevamente.

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