Viviendas alternativas para las personas mayores

PorDaniel B. Kaplan, PhD, LICSW, Adelphi University School of Social Work
Revisado/Modificado abr. 2023
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Las cuestiones sobre la disposición de la vivienda y las relaciones que no suponen vivir con un cónyuge, un hijo adulto o solo son bastante comunes entre las personas mayores. Por ejemplo, una proporción sustancial de las personas de edad avanzada que nunca se casaron, están divorciadas o son viudas tienen una relación estrecha y duradera con hermanos, amigos y compañeros. Algunas personas mayores optan por convivir como pareja de hecho por razones económicas o de otra índole.

Las personas mayores en parejas de hecho pueden tener que hacer frente a desafíos especiales. En estos casos, el sistema de salud puede no reconocer a la pareja para que tenga un papel en las decisiones sobre el cuidado o como parte de la familia, y puede no ofrecer los servicios que les son apropiados a sus circunstancias. Por ejemplo, la pareja puede no tener personalidad jurídica en la toma de decisiones sobre una persona con deterioro cognitivo y pueden no permitirle compartir la habitación en una residencia u otro entorno residencial. Las leyes relativas a quién se permite la visita en el hospital y quién puede tomar decisiones sobre el tratamiento de aquellas personas que no pueden tomar tales decisiones por sí mismas (véase Representante para cuidados médicos) varían en Estados Unidos de un estado a otro, por lo que las personas en estas circunstancias deberían consultar a un abogado.

En algunos casos, alguien puede aceptar trasladarse a la vivienda de la persona mayor cuyo estado de dependencia aumenta cada vez más. Ese alguien suele ser un hijo adulto, pero puede ser otro miembro de la familia o incluso un amigo. La persona que se traslada puede ofrecer únicamente compañía o también asumir parte de la responsabilidad del cuidado. Esta manera de organizar la vida puede prolongar el tiempo de predisposición de la persona mayor a continuar viviendo en su hogar y ser bastante satisfactorio para todos. Sin embargo, las expectativas de cada uno deben ser claramente expresadas y acordadas.

Adultos mayores homosexuales o transgénero

Se estima que alrededor del 7% de la población estadounidense es lesbiana, gay, transgénero o bisexual (LGTB), lo que incluye hasta el 2,6% de las personas mayores de 65 años. Alrededor del 20% de los adultos mayores LGBT son personas de origen afroamericano. Un tercio de los adultos mayores LGTB tienen recursos financieros limitados, incluyendo el 40% de los adultos LGTB mayores de 80 años y el 48% de los que se identifican como transgénero.

Además de las elevadas tasas de pobreza y, a menudo, de toda una vida de discriminación y opresión, las personas mayores que forman parte de una relación homosexual se enfrentan a desafíos especiales en cuanto a los cuidados. En estos casos, es posible que el sistema de salud no esté al tanto de la orientación sexual o de la identidad de género del paciente y no reconozca a la pareja para que desempeñe un papel en las decisiones sobre el cuidado del paciente o como parte de su familia y puede no ofrecer los servicios apropiados a sus circunstancias. Los profesionales de la salud deben formular preguntas sobre la pareja, el estado civil y los arreglos de vida y ayudar a las personas LGTB a gestionar desafíos específicos para sus elecciones de estilo de vida.

Más información

El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de este recurso.

  1. Understanding Issues Facing LGBT Older Adults (Comprensión de los asuntos referentes a los adultos mayores LGTB): preparado por el Movimiento de Avance del Proyecto (PMA, por sus siglas en inglés) y por los Servicios de Defensa para los Mayores LGTBQ (SAGE, por sus siglas en inglés), explica las necesidades y experiencias únicas de las personas LGTB de edad avanzada. Consultado el 01/04/2023.

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