Edad y salud: problemas en la deglución

Con los años, varios cambios pueden afectar la capacidad de tragar (deglutir). La producción de saliva es algo menor. Como resultado, los alimentos no se reblandecen (maceran) tan bien y están más secos en el momento de tragarlos. Los músculos de la mandíbula y la garganta se debilitan ligeramente, haciendo la masticación y la deglución menos eficientes. Además, las personas de edad avanzada son más propensas a sufrir trastornos que dificultan la masticación y la deglución. Por ejemplo, son más propensas a tener los dientes flojos o usar prótesis dentales.

Con el envejecimiento, las contracciones que propulsan los alimentos a través del esófago se debilitan. Este cambio es muy ligero y, por lo general, tiene poco efecto en el desplazamiento de los alimentos hacia el estómago. Pero si las personas de edad avanzada tratan de comer mientras están acostadas o se acuestan justo después de comer, los alimentos pueden tener dificultad para pasar al estómago. Si se produce reflujo, el esófago envejecido puede tardar más en propulsar de nuevo el reflujo gástrico hacia el estómago. Algunas personas de edad avanzada tienen una hernia de hiato, que puede contribuir al reflujo.