Rehabilitación en las enfermedades cardíacas

PorZacharia Isaac, MD, Brigham and Women's Hospital
Revisado/Modificado dic. 2023
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La rehabilitación cardíaca es útil para algunas personas que hayan sufrido recientemente un infarto de miocardio, una insuficiencia cardíaca o una arteriopatía coronaria recientemente desarrollada o que haya empeorado de golpe, o bien para personas que se hayan sometido a una intervención quirúrgica del corazón. El objetivo de esta rehabilitación es recuperar la funcionalidad completa o, en su defecto, mantener o recuperar la independencia o, por lo menos, llevar a cabo las actividades básicas de la vida cotidiana con las limitaciones que pueda suponer un funcionamiento cardíaco anómalo. (Véase también Introducción a la rehabilitación.)

Guardar cama durante más de 2 o 3 días puede ser causa de debilitamiento muscular y cardíaco (pérdida de forma física) e incluso de depresión. Por lo tanto, debe iniciarse la rehabilitación cardíaca tan pronto como el afectado haya sido estabilizado, si ello es necesario (como ocurre en el infarto de miocardio), y por lo general mientras éste está aún hospitalizado.

Es habitual que los programas de rehabilitación se inicien con una actividad ligera, como desplazarse hasta la silla y sentarse. Cuando estas actividades pueden realizarse cómodamente, en general hacia el segundo o tercer día, se comienzan otras más moderadas, como vestirse, asearse y dar paseos cortos.

En muchos hospitales, las personas son llevadas a un gimnasio de fisioterapia. Allí, el ejercicio puede incluir caminar en cinta o usar una bicicleta estacionaria. Se instruye a la persona afectada para que, en caso de sentirse fatigada o sentir malestar al aumentar la actividad, se detenga de inmediato y descanse hasta que desaparezcan los síntomas. Entonces el médico efectuará una nueva valoración del funcionamiento cardíaco para determinar la posibilidad de continuar con la rehabilitación. Antes de que la persona sea dada de alta del hospital, los médicos la evalúan para poder recomendarle un programa adecuado de rehabilitación o de ejercicios.

¿Sabías que...?

  • La rehabilitación de diversos trastornos graves, como el infarto de miocardio o la fractura de cadera, comienza poco después del tratamiento inicial.

Una vez que el afectado es dado de alta, se incrementa paulatinamente la cantidad e intensidad de las actividades, pudiendo reanudarse la totalidad de actividades normales al cabo de unas 6 semanas. La mayoría de los afectados siguen un programa ambulatorio de rehabilitación cardíaca que suele prolongarse durante unas 12 semanas, dado que se les proporciona formación y se realiza un seguimiento. Pueden también recibir asesoramiento o ayuda para afrontar los efectos psicológicos de haber sufrido un infarto de miocardio o de haberse sometido a una intervención quirúrgica de corazón.

Se les instruye sobre el porqué de la necesidad de cambiar sus hábitos y cómo hacerlo, con el fin de modificar los factores de riesgo. Los siguientes cambios en el estilo de vida pueden ayudar a prevenir o disminuir el riesgo de sufrir una arteriopatía coronaria y limitar el riesgo de sufrir otro infarto de miocardio:

  • Dejar de fumar

  • Adelgazar

  • Controlar la presión arterial

  • Reducir los niveles de colesterol en sangre a través de la dieta o de fármacos

  • Practicar diariamente ejercicios aeróbicos

De modo similar, la modificación de los factores de riesgo puede contribuir a retrasar la progresión de la insuficiencia cardíaca.

Más información

El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de este recurso.

  1. Cardiac Rehab: Your Roadmap to Recovery (Rehabilitación Cardiaca: su Mapa de Ruta para la Recuperación): información básica sobre la rehabilitación cardíaca para ayudar a los afectados a comunicarse con sus médicos acerca de un programa de rehabilitación adecuado

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