La enfermedad pulmonar inducida por fármacos no es un trastorno único, sino más bien un problema clínico común en el que un paciente sin enfermedad pulmonar previa desarrolla síntomas respiratorios, cambios en las radiografías de tórax, deterioro de la función pulmonar, cambios histológicos o varios de estos hallazgos en asociación con el tratamiento farmacológico. Se ha informado que más de 150 medicamentos o categorías de fármacos causan enfermedad pulmonar; casi no conoce el mecanismo, pero se cree que muchos de ellos provocan una respuesta de hipersensibilidad. Algunos fármacos (p. ej., nitrofurantoína) pueden causar patrones de lesión diferentes en distintos pacientes.
De acuerdo con el medicamento, los síndromes inducidos por fármacos pueden causar fibrosis intersticial, neumonía organizada, asma, edema pulmonar no cardiógeno, derrames pleurales, eosinofilia pulmonar, hemorragia pulmonar o enfermedad venoclusiva (ver Sustancias con efectos pulmonares tóxicos).
(Véase también Generalidades sobre la enfermedad pulmonar intersticial).
Sustancias con efectos pulmonares tóxicos
El diagnóstico se basa en la observación de las respuestas a la interrupción del presunto fármaco y, si procede, su reintroducción.