(Véase también Introducción a las lesiones por buceo o submarinismo.)
La incidencia del edema pulmonar por inmersión ha aumentado a lo largo de las dos últimas décadas. Suele ocurrir en nadadores de aguas abiertas que participan en competiciones pero también puede ocurrir en buzos. Una causa probable del trastorno es la elevación excesiva de la presión en los vasos sanguíneos del interior del pulmón, lo que provoca una filtración de plasma en las cavidades respiratorias. El edema pulmonar por inmersión no está relacionado con el barotrauma pulmonar o la enfermedad por descompresión. El agua fría y los antecedentes de hipertensión arterial y de otros trastornos cardiovasculares son factores de riesgo.
Los buzos suelen ascender rápidamente y tienen dificultad para respirar. Se produce de forma característica tos con un esputo espumoso o sanguinoliento y las concentraciones de oxígeno en sangre son bajas.
Los médicos pueden hacer pruebas como una radiografía de tórax y una ecocardiografía para confirmar el diagnóstico.
El tratamiento consiste en salir del agua y recibir oxígeno. Algunas veces se puede necesitar ventilación mecánica y diuréticos. No se administra terapia de recompresión.
Prevención
Más información
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