Cáncer de páncreas

(Cáncer de páncreas)

PorAnthony Villano, MD, Fox Chase Cancer Center
Revisado/Modificado oct. 2023
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Datos clave
  • El tabaquismo, la pancreatitis crónica, la obesidad y la exposición a ciertos productos químicos son factores de riesgo para el cáncer de páncreas.

  • Los síntomas característicos son dolor abdominal, pérdida de peso, ictericia y vómitos.

  • Las técnicas de diagnóstico son la tomografía computarizada o la resonancia magnética nuclear seguidas de una ecografía endoscópica con biopsia.

  • El tratamiento consiste en una combinación de cirugía y quimioterapia.

  • El cáncer de páncreas suele ser mortal.

El páncreas es un órgano situado en la parte superior del abdomen. Produce jugos digestivos que se secretan en el tracto digestivo. Además, el páncreas produce la insulina, que ayuda a controlar la utilización del azúcar sanguíneo (la glucosa).

La mayoría de los tumores cancerosos (malignos) del páncreas son adenocarcinomas. Los adenocarcinomas, por lo general, se originan en las células que revisten el conducto pancreático. La mayoría de los adenocarcinomas se producen en la cabeza del páncreas, la parte más cercana al primer segmento del intestino delgado (duodeno).

Localización del páncreas

La frecuencia del adenocarcinoma de páncreas ha ido en aumento en los países de nuestro entorno; así, por ejemplo, en los Estados Unidos afecta a unas 64 050 personas cada año y causa unas 50 550 muertes. El adenocarcinoma no suele desarrollarse antes de los 50 años. La media de edad en el momento del diagnóstico es de 55 años. Estos tumores son casi dos veces más frecuentes en varones.

Entre los factores de riesgo de cáncer de páncreas se incluyen

  • Tabaquismo

  • Pancreatitis crónica

  • Obesidad

  • Exposición a ciertos productos químicos (por ejemplo, asbesto [amianto], benceno e hidrocarburos clorados)

El adenocarcinoma de páncreas es más frecuente en los fumadores que en los no fumadores. Las personas con pancreatitis crónica también tienen mayor riesgo. Las personas que tienen familiares con la enfermedad pueden presentar mayor riesgo.

El consumo de alcohol y de cafeína no parecen ser factores de riesgo.

Tipos infrecuentes de cáncer pancreático

El cistoadenocarcinoma de páncreas es un tipo poco frecuente de cáncer pancreático que se desarrolla a partir de un tumor benigno lleno de líquido, llamado cistoadenoma. Por lo general, ocasiona un dolor en la parte alta del abdomen y puede crecer y aumentar de tamaño lo suficiente como para palparse a través de la pared abdominal.

El diagnóstico suele realizarse con un tipo especial de tomografía computarizada (TC) o por resonancia magnética (RMN) del abdomen.

Solo el 20% de las personas con cistadenocarcinoma tienen tumores que han metastatizado (diseminado) en el momento de la cirugía. Por lo tanto, el cistoadenocarcinoma tiene mucho mejor pronóstico que el adenocarcinoma. Si el cáncer no se ha extendido y se extirpa quirúrgicamente todo el páncreas, la persona tiene un 65% de probabilidades de sobrevivir al menos 5 años.

El papiloma mucinoso intraductal es un tipo de tumor pancreático poco frecuente que se caracteriza por la dilatación del conducto pancreático principal, producción excesiva de moco, episodios recurrentes de pancreatitis y dolor ocasional. Estos tumores pueden ser malignos o benignos.

El diagnóstico de neoplasia papilar-mucínica intraductal se establece mediante TC (tomografía computerizada) o RMN (resonancia magnética nuclear) y, a veces, mediante ecografía endoscópica (que muestra el revestimiento del tubo digestivo con mayor claridad porque la sonda se coloca en la punta del endoscopio), con biopsia y análisis del líquido del quiste.

El tratamiento suele ser cirugía. Con la cirugía, las personas con tumores papilares-mucinosos intraductales benignos tienen una probabilidad mayor del 95% de sobrevivir a los 5 años. Las personas con tumores cancerosos papilares- mucinosos intraductales tienen una probabilidad del 50 al 75% de sobrevivir 5 años.

Síntomas del cáncer pancreático

En las primeras etapas, el cáncer de páncreas no suele causar síntomas hasta que el tumor ha aumentado de tamaño. Por lo tanto, en el momento del diagnóstico, el tumor ya se ha diseminado fuera del páncreas (ha metastatizado) en el 90% de los casos.

Con el tiempo, la mayoría de las personas sufren dolor abdominal superior intenso que también se puede sentir en la mitad de la espalda. El dolor puede aliviarse doblándose hacia adelante o colocándose en posición fetal.

La pérdida de peso es frecuente.

Complicaciones del cáncer pancreático

Los adenocarcinomas de la cabeza del páncreas pueden interferir con el drenaje de la bilis (el fluido digestivo producido por el hígado) hacia el intestino delgado (véase Vesícula biliar y vías biliares). Por lo tanto, la ictericia (una coloración amarillenta de la piel y del blanco de los ojos) causada por la obstrucción del flujo de bilis, es, por lo general, un síntoma inicial. La ictericia se acompaña de prurito por todo el cuerpo, debido al depósito de cristales de sales biliares bajo la piel. Se producen vómitos en los casos en que el cáncer de la cabeza del páncreas obstruye el paso del contenido del estómago hacia el intestino delgado (obstrucción de la salida gástrica) u obstruye el intestino delgado.

El adenocarcinoma del cuerpo o de la cola del páncreas puede obstruir la vena que drena el bazo (el órgano que produce, controla, almacena y destruye las células sanguíneas), dando como resultado el aumento de tamaño del bazo (esplenomegalia). La obstrucción también puede hacer que las venas se dilaten y se vuelvan tortuosas (varicosas) alrededor del esófago (varices esofágicas) y del estómago. Si estas venas varicosas se rompen, especialmente las del esófago, puede producirse una hemorragia grave.

Ciertas células del páncreas producen insulina, una hormona que es esencial para controlar los niveles de azúcar en la sangre. La falta de insulina causa diabetes. En el cáncer de páncreas, las células cancerosas sustituyen a las células pancreáticas normales, lo que determina que se produzca diabetes hasta en la mitad de las personas con cáncer de páncreas. Esto conduce a los síntomas típicos de la alta concentración de azúcar en sangre, como orinar con frecuencia grandes volúmenes y sed excesiva.

El cáncer de páncreas también puede interferir con la producción de enzimas digestivas por parte del páncreas, lo que resulta en problemas para descomponer los alimentos y para la absorción de nutrientes (malabsorción). Esta malabsorción causa hinchazón y gas, así como diarrea acuosa, grasienta y/o maloliente, que provoca pérdida de peso y deficiencias de vitaminas.

Diagnóstico del cáncer pancreático

  • Tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética nuclear/colangiopancreatografía por resonancia magnética (RMN/CPRM) seguidas de ecografía endoscópica con biopsia

El diagnóstico precoz de los tumores de cuerpo o cola del páncreas es difícil, porque los síntomas se presentan en las fases avanzadas y con frecuencia la exploración física y los análisis de sangre son normales. Cuando se sospecha de adenocarcinoma de páncreas, las pruebas preferidas son la TC o un tipo especial de RM, la CPRM (véase Resonancia magnética nuclear). Estas pruebas de diagnóstico por la imagen suelen ir seguidas de una ecografía endoscópica (se pasa una pequeña sonda de ultrasonido en la punta de un endoscopio a través de la boca hasta el estómago y el primer segmento del intestino delgado). Durante el procedimiento, se puede tomar una muestra de tejido (biopsia) a través del endoscopio.

Para confirmar el diagnóstico de cáncer pancreático, el médico extrae una muestra del páncreas para su examen al microscopio (biopsia) insertando una aguja a través de la piel utilizando como guía una TC o una ecografía. Sin embargo, mediante este enfoque a veces no se alcanza el tumor. El mismo enfoque se puede utilizar para obtener una biopsia de hígado si el cáncer se ha diseminado desde el páncreas. Si los resultados de estas pruebas son normales, pero el médico sigue sospechando la existencia de un adenocarcinoma, se puede evaluar el páncreas quirúrgicamente.

La colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (véase la figura Qué es la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica) es otra prueba que se puede hacer para las personas que tienen ictericia. También se hacen análisis de sangre.

Tratamiento del cáncer pancreático

  • Cirugía

  • Quimioterapia o quimioterapia combinada con radioterapia (quimiorradiación)

  • Analgésicos

La única esperanza de curación es la cirugía, aun así la cirugía solo se puede realizar en personas cuyo cáncer no se ha diseminado. Sin embargo, en la mayoría de las personas, el tumor ya se ha diseminado en el momento del diagnóstico. Con la cirugía, se extirpa el páncreas y un fragmento de la primera parte del intestino delgado (duodeno) o solo fragmentos del páncreas.

Se puede administrar quimioterapia o quimiorradiación antes de la cirugía.

La obstrucción del flujo de la bilis puede aliviarse temporalmente mediante la colocación de un tubo (stent) en la parte inferior del conducto que drena la bilis desde el hígado y la vesícula biliar. Un método alternativo de tratamiento es la creación quirúrgica de un conducto que evite la obstrucción. Por ejemplo, una obstrucción del intestino delgado puede evitarse creando un canal que conecte el estómago con una porción del intestino delgado situada por debajo de la obstrucción. Si estos procedimientos no alivian el prurito, se puede administrar colestiramina por vía oral.

El dolor leve puede aliviarse con aspirina (ácido acetilsalicílico) o paracetamol (acetaminofeno). Frecuentemente se necesitan calmantes más fuertes como codeína, oxicodona o morfina. Las inyecciones en los nervios para bloquear las sensaciones de dolor proporcionan alivio en los casos de dolor intenso.

La ausencia de enzimas digestivas pancreáticas puede tratarse con preparados orales de enzimas. Si se desarrolla diabetes, puede ser necesario el tratamiento con insulina.

Dado que el adenocarcinoma de páncreas es mortal en la mayoría de los casos, el médico por lo general comenta lo referente a los cuidados terminales con el enfermo, sus familiares y otros profesionales de la salud (véase Opciones de tratamiento al final de la vida).

Pronóstico del cáncer pancreático

Dado que el adenocarcinoma de páncreas se ha extendido a menudo a otras partes del cuerpo antes de su diagnóstico, el pronóstico del cáncer de páncreas es poco alentador. Menos del 2% de las personas con adenocarcinoma de páncreas sobreviven más de 5 años tras el diagnóstico.

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