Algunos trastornos afectan casi exclusivamente a las personas de edad avanzada. (Véase también Introducciónal envejecimiento.) Por eso se les denomina síndromes geriátricos (geriátrico se refiere a la atención médica de las personas mayores).
Otros trastornos afectan a personas de todas las edades, pero pueden causar síntomas o complicaciones diferentes en personas de edad avanzada. Algunos ejemplos son:
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Hipofunción de la glándula tiroidea (hipotiroidismo): por lo general, las personas jóvenes aumentan de peso y sufren cansancio extremo. En las personas de edad avanzada, el primer o principal síntoma puede ser la confusión.
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Hiperactividad de la glándula tiroidea (hipertiroidismo): por lo general, las personas jóvenes se vuelven inquietas y pierden peso. Por el contrario, las personas de edad avanzada pueden quedarse dormidas, ausentes, sentirse deprimidas y confusas.
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Depresión: por lo general, las personas jóvenes lloran con mucha facilidad, se vuelven retraídas y se sienten muy infelices. En algunas ocasiones, las personas de edad avanzada no parecen infelices; por el contrario, parecen confundidas, olvidadizas y decaídas, pierden interés en sus actividades habituales o se las ve solitarias.
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Infarto de miocardio: por lo general, las personas más jóvenes sienten dolor torácico. Las personas de edad avanzada pueden no sentir dolor torácico, pero sí manifestar dificultad respiratoria o dolor abdominal. Pueden tener sudoración profusa, sentirse cansadas de repente o confundidas.
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Perforación abdominal: ocasionalmente, algún órgano del aparato digestivo, como el estómago o el intestino, se perfora, causando una infección grave generalizada en la cavidad abdominal. Habitualmente, las personas jóvenes tienen dolor abdominal intenso y fiebre, y el abdomen se siente tenso. Por el contrario, es posible que las personas de edad avanzada no presenten ninguno de estos síntomas. En su lugar, pueden estar confusas o sentirse muy débiles.
La confusión que causan estos trastornos en las personas de edad avanzada a menudo se confunde con una demencia.
Las personas de edad avanzada suelen tener más de un trastorno a la vez, y cada trastorno puede repercutir en el otro. Por ejemplo, una depresión puede empeorar la demencia, y una infección puede agravar la diabetes.
Sin embargo, los trastornos no tienen ya los mismos efectos devastadores o incapacitantes que tenían en el pasado en las personas de edad avanzada. Los trastornos que antes provocaban la muerte en algunas personas de edad avanzada, como ataques cardíacos, fracturas costales y neumonía, a menudo pueden ser tratados y controlados. Con tratamiento, muchas personas con trastornos crónicos, como diabetes, enfermedades renales y enfermedad coronaria, pueden permanecer funcionales, activas e independientes.