
Todos los problemas graves tienen sus aspectos minuciosos y complejos. Pero con demasiada frecuencia, esos aspectos complejos desvían nuestra atención de lo que es sencillo del problema. Aquí encontrará esos aspectos sencillos de la pandemia de la COVID-19:
Cuando es obvio quién está infectado, la cuestión es sencilla aunque en la práctica, la situación a veces se complica.
En el caso de la COVID-19, NO es obvio quién está infectado (en realidad, quién es CONTAGIOSO, es decir, quién puede transmitir la infección) debido a los conocidos portadores asintomáticos y los portadores mínimamente sintomáticos, que pueden contagiar sin tener signos evidentes de infección.
Por lo tanto, hemos estado aislando a TODAS LAS PERSONAS de todos los demás: nuestro cierre de emergencia general actual. Porque si todos están aislados, estamos seguros de que quienes deben aislarse están realmente aislados, junto con una gran cantidad que no lo necesitan. Este es el mismo principio que cuando la policía arresta a todos en un bar después de que se produce una pelea; saben que tienen a los culpables, pero a costa de los inconvenientes provocados a muchos inocentes con el objeto de mantener la ley y el orden.
Sería ideal contar con alguna forma para distinguir a las personas contagiosas de las personas susceptibles. Se podría utilizar algún tipo de PRUEBA para poder aislar solo a las personas contagiosas y dejar que el resto siga su vida normal. ¡Eso sería fantástico!
Por supuesto, como todos sabemos, EXISTEN pruebas para identificar a las personas contagiosas que están infectadas por el coronavirus SARS-CoV-2. Incluso sin nuevos avances técnicos o científicos, nuestras pruebas en general son bastante adecuadas para identificar a las personas contagiosas.
Entonces, ¿por qué seguimos con el cierre de emergencia? ¿Qué nos impide encontrar y aislar solo a las personas contagiosas? Dado que existen pruebas adecuadas, es obvio que podríamos encontrar y aislar a la mayoría de las personas contagiosas si tuviéramos más de lo siguiente:
Las autoridades locales han implementado, según las circunstancias específicas, algunos de estos ítems. Pero dado que la pandemia no puede controlarse solo a nivel local, el éxito requiere una organización a nivel nacional para coordinar, optimizar y gestionar este proceso.
Ninguno de estos ítems requiere avances científicos o tecnológicos.
Es sencillo