Esclerosis lateral amiotrófica (ELA)
Todo el movimiento voluntario del cuerpo está controlado por el cerebro. Las células nerviosas del cerebro, llamadas neuronas motoras superiores, inician el movimiento a través de la emisión de unas señales químicas llamadas neurotransmisores. La señal pasa de las neuronas motoras superiores a las neuronas motoras inferiores de la columna vertebral.
Las fibras nerviosas que se extienden desde la columna vertebral, llamadas axones, se extienden hacia el interior de los músculos. El punto donde se conectan los axones y las fibras musculares se denomina unión neuromuscular. Cuando la señal alcanza la unión neuromuscular, hace que el músculo se contraiga, lo que da lugar a un movimiento muscular voluntario.
La esclerosis lateral amiotrófica (ELA), a menudo denominada enfermedad de Lou Gehrig, es una enfermedad degenerativa de las neuronas motoras superiores e inferiores. A medida que se ve afectado un número cada vez mayor de neuronas motoras, estas son incapaces de enviar señales de movimiento a los músculos. Se produce pérdida de movimiento muscular voluntario y coordinación.
Con el tiempo, aparecen debilidad muscular y espasticidad. Los pacientes son incapaces de realizar actividades rutinarias, como caminar y levantarse de una silla.
Finalmente, aparece una parálisis que afecta la capacidad de tragar, hablar y respirar. Desafortunadamente, no existe cura para la ELA. La muerte por esclerosis lateral amiotrófica ocurre por lo general dentro de los 3 a 5 años posteriores al diagnóstico.