Hay varias razones que explican por qué las personas mayores sufren especialmente cuando la temperatura es elevada:
Ciertos trastornos que son más frecuentes entre las personas mayores, como la insuficiencia cardíaca y renal, pueden afectar la capacidad de enfriamiento del cuerpo. Las personas con presión arterial alta suelen tomar una dieta baja en sal, lo que puede impedir que consuman la sal suficiente para reemplazar la sal que pierden con el sudor. El envejecimiento afecta también a la sed. Las personas mayores no sienten sed con tanta facilidad como las jóvenes. Por lo tanto, los mayores suelen deshidratarse, lo que a su vez significa que son menos capaces de sudar en ambientes cálidos. |