Tres reflejos habituales de los recién nacidos

En el reflejo de Moro, cuando los recién nacidos se sorprenden, lloran y estiran los brazos abiertos, con los dedos extendidos, y levantan las piernas.

En el reflejo de búsqueda, cuando se toca uno de los lados de la boca los recién nacidos giran la cabeza hacia ese lado y abren la boca. Este reflejo les permite encontrar el pezón.

En el reflejo de succión, al colocar un objeto en la boca de los recién nacidos (como por ejemplo un chupete), estos empiezan a succionar inmediatamente.