Embolia pulmonar no trombótica

PorTodd M. Bull, MD, University of Colorado, Pulmonary and Critical Care;
Peter Hountras, MD, University of Colorado
Revisado/Modificado jul. 2023
Vista para pacientes

    Las fuentes no trombóticas de una embolia pulmonar incluyen aire, grasa, líquido amniótico, material infectado, cuerpos extraños, tumores y cemento ortopédico.

    La embolia pulmonar puede originarse por causas no trombóticas. La embolia pulmonar causada por orígenes no trombóticos produce síndromes clínicos que difieren de los causados por la embolia pulmonar trombótica. Generalmente el diagnóstico se basa en parte o totalmente en criterios clínicos, incluyendo, en particular, el riesgo del paciente. El tratamiento es sintomático.

    Embolia gaseosa

    La embolia gaseosa es causada por la introducción de grandes cantidades de aire en las venas sistémicas o en las cavidades derechas del corazón, que después se desplaza al sistema arterial pulmonar. Puede haber obstrucción del flujo de salida pulmonar que puede tener rápidamente un desenlace mortal.

    Las causas incluyen

    • Cirugía

    • Traumatismo cerrado

    • Catéteres venosos defectuosos o sin tapón

    • Errores que ocurren durante la inserción o la extracción de los catéteres venosos centrales

    El tratamiento consiste en la colocación del paciente en la posición de decúbito lateral izquierdo, de preferencia en posición de Trendelenburg (es decir, la cabeza por debajo de los pies), para atrapar el aire en la punta del ventrículo derecho y, de este modo, prevenir la embolia cerebral si hay un cortocircuito de derecha a izquierda o una obstrucción del tracto de salida del ventrículo derecho y de la arteria pulmonar. También se requiere tratamiento sintomático.

    La descompresión rápida después de del buceo puede determinar la formación de microburbujas en la circulación pulmonar, un problema diferente, que produce daño endotelial, hipoxemia e infiltrados difusos (véase Embolia gaseosa arterial).

    Embolia grasa

    La embolia grasa está causada por la introducción de partículas grasas o de la médula ósea en el sistema venoso sistémico y después en las arterias pulmonares. Las causas incluyen fracturas de los huesos largos, procedimientos ortopédicos, la oclusión microvascular o la necrosis de la médula ósea en pacientes con crisis drepanocíticas y, rara vez, modificación tóxica de lípidos séricos nativos o parenterales. Ciertos procedimientos, como la liposucción, particularmente con injerto de grasa, ponen a los pacientes en riesgo.

    La embolia grasa causa un síndrome pulmonar similar al síndrome de dificultad respiratoria del adulto (SDRA), con hipoxemia grave de comienzo rápido a menudo acompañado por alteraciones neurológicas y un exantema petequial.

    Se considera que la inmovilización temprana de las fracturas de los huesos largos y la cirugía, en lugar de la fijación externa, ayudan a prevenir la embolia grasa.

    Embolia de líquido amniótico

    La embolia de líquido amniótico es un síndrome raro causado por la introducción de líquido amniótico en el sistema venoso y después en la arteria pulmonar de la madre. El síndrome aparece en el momento del parto (embolia de líquido amniótico) o, aun con menor frecuencia, durante las manipulaciones uterinas previas al parto.

    Las pacientes pueden presentar dificultades cardíacas y respiratorias debidas a anafilaxia, vasoconstricción que causa hipertensión pulmonar aguda y grave, y toxicidad directa de la microvasculatura pulmonar con hipoxemia e infiltrados pulmonares.

    Embolia séptica

    La embolia séptica aparece cuando material infectado emboliza en el pulmón. Las causas incluyen el uso de drogas IV, endocarditis infecciosa de las cavidades derechas y tromboflebitis séptica.

    La embolia séptica causa síntomas y signos de la neumonía (p. ej., fiebre, tos, producción de esputo, dolor torácico pleurítico, disnea, taquipnea y taquicardia) o sepsis (p. ej., fiebre, hipotensión, oliguria, taquipnea, taquicardia y confusión). Inicialmente, aparecen opacidades nodulares en la radiografía de tórax, que pueden progresar a infiltrados periféricos, y los émbolos pueden cavitarse (sobre todo los émbolos causados por Staphylococcus aureus).

    El tratamiento incluye el de la infección de base.

    Embolia por cuerpo extraño

    La embolia por cuerpo extraño es causada por la introducción de materia particulada en el sistema de la arteria pulmonar, en general por la inyección IV de sustancias inorgánicas, como talco en los usuarios de heroína o mercurio elemental en pacientes con trastornos psiquiátricos.

    Pueden producirse infiltrados pulmonares focales.

    Embolia tumoral

    La embolia tumoral es una complicación rara del cáncer (en general, adenocarcinoma) en la que las células neoplásicas provenientes de un órgano ingresan en los sistemas venoso y de la arteria pulmonar, donde se alojan, proliferan y obstruyen el flujo sanguíneo. El leiomioma metastásico benigno también puede embolizar al pulmón.

    Los pacientes presentan disnea y dolor torácico pleurítico y signos de cor pulmonale que se desarrolla en semanas a meses.

    El diagnóstico puede ser sugerido por micronódulos o infiltrados pulmonares difusos en la radiografía de tórax o la TC, pero estos hallazgos no son muy sensibles ni específicos. El diagnóstico puede confirmarse con biopsia o, en ocasiones, por aspiración citológica y estudio histológico de la sangre capilar pulmonar.

    Embolia de cemento

    La embolia de cemento puede desarrollarse después de ciertos procedimientos, como la vertebroplastia

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