Varicela

Varicela

PorKenneth M. Kaye, MD, Harvard Medical School
Revisado/Modificado dic. 2023
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Datos clave

La varicela es una infección viral muy contagiosa producida por el virus varicela-zóster, que produce una erupción pruriginosa característica en forma de pequeñas ampollas o costras.

  • La varicela afecta mayoritariamente a los niños, pero la vacunación sistemática ha disminuido considerablemente el número de casos.

  • Antes de que aparezca la erupción, los niños tienen un ligero dolor de cabeza, fiebre moderada, pérdida de apetito y sensación general de malestar.

  • El diagnóstico se basa en los síntomas, especialmente la erupción cutánea.

  • La mayoría de niños se recuperan por completo, aunque algunos niños enferman gravemente y pueden incluso morir.

  • Por lo general, solo deben tratarse los síntomas.

  • La vacunación sistemática evita la varicela.

La varicela es una infección que afecta en su mayor parte a los niños. Está causada por el virus varicela-zóster, que es un tipo de virus del herpes (herpesvirus tipo 3).

Antes de la introducción de la vacuna contra la varicela, la epidemia de varicela se producía en invierno y a principios de primavera en ciclos de 3 a 4 años.

Una persona con varicela es contagiosa desde 2 días antes de que aparezca la erupción y sigue siéndolo hasta que las últimas ampollas hayan formado costra.

¿Sabías que...?

  • Una persona con varicela es contagiosa desde 2 días antes de que aparezca la erupción y sigue siéndolo hasta que las últimas ampollas hayan formado costra.

En los niños con un sistema inmunitario normal, la varicela no suele ser grave. La mayoría de las personas con varicela solo sufren lesiones en la piel y en la boca. Sin embargo, a veces el virus infecta los pulmones, el encéfalo, el corazón i el hígado. Estas infecciones graves son más frecuentes en recién nacidos, adultos y personas con un sistema inmunitario debilitado (por ejemplo, quienes están infectados por el VIH o están tomando fármacos que inhiben el sistema inmunitario o dosis elevadas de corticoesteroides).

Una persona que ha tenido varicela desarrolla inmunidad y no puede contraerla de nuevo. Sin embargo, el virus de la varicela-zóster permanece inactivo en el cuerpo tras la infección inicial de varicela y, a veces, se reactiva más tarde, causando un brote de herpes zóster. Existe una vacuna contra la culebrilla para los adultos de edad más avanzada. Esta vacuna disminuye el riesgo de desarrollar el herpes zóster en una época posterior de la vida.

Contagio de la varicela

La varicela se contagia de las maneras siguientes:

  • A través de gotitas de humedad transportadas por el aire que contienen el virus varicela-zóster

  • Por contacto con la erupción causada por varicela o culebrilla

  • De una mujer embarazada al feto o al recién nacido

Síntomas de la varicela

Los síntomas de la varicela comienzan entre 7 y 21 días después de la infección. Entre estos factores se incluyen los siguientes

  • Dolor de cabeza leve

  • Fiebre moderada

  • Inapetencia

  • Sensación general de enfermedad (malestar)

A menudo, los niños más pequeños no presentan estos síntomas, pero los síntomas en los adultos suelen ser graves.

Al cabo de entre 24 y 36 horas del inicio de los primeros síntomas, aparece una erupción en forma de máculas (manchas) pequeñas, planas y rojas. Las máculas, por lo general, empiezan en el tronco y en la cara y luego aparecen en los brazos y en las piernas. Algunas personas tienen solo unas pocas máculas, otros las tienen casi en cualquier sitio, incluyendo el cuero cabelludo y el interior de la boca.

En un plazo de 6 a 8 horas, las máculas adquieren relieve. Se forman unas ampollas redondas, llenas de líquido y pruriginosas, sobre un fondo de color rojo; finalmente, se forma la costra. Las máculas continúan desarrollándose y convirtiéndose en costras durante varios días. Una característica distintiva de la varicela es que la erupción se desarrolla en racimos, por lo que las manchas se encuentran en diversas formas de desarrollo en cualquier área afectada. Con muy poca frecuencia, las manchas se infectan con bacterias, lo que puede causar una infección grave de la piel (celulitis o fascitis necrotizante).

Al quinto día suele detenerse la formación de nuevas máculas, la mayoría de ellas se vuelven costras hacia el sexto día y casi todas suelen desaparecer en menos de 20 días.

A veces los niños que han sido vacunados desarrollan varicela. En estos casos la erupción suele ser más leve, la fiebre es menos frecuente y la enfermedad es más breve. No obstante, el contacto próximo con las máculas también es una vía de contagio.

Las ampollas de la boca se rompen rápidamente y forman llagas (úlceras), que suelen doler al tragar. Las llagas también pueden aparecer en los párpados, las vías respiratorias altas, el recto y la vagina. La peor parte de la enfermedad dura habitualmente de 4 a 7 días.

Complicaciones

El riesgo de complicaciones de la varicela es mayor para los recién nacidos, los adultos y las personas con un sistema inmunológico debilitado o determinados trastornos.

Una infección pulmonar (neumonía) que da lugar a tos y dificultad para respirar puede complicar la varicela grave en adultos, lactantes y personas de todas las edades que tienen un sistema inmunológico débil. La neumonía rara vez se desarrolla en niños pequeños que tienen un sistema inmunológico normal.

La infección del encéfalo (encefalitis) es menos frecuente y causa inestabilidad al caminar, cefalea, mareo, confusión y convulsiones. En los adultos, la encefalitis puede ser mortal.

También se puede producir inflamación hepática y problemas hemorrágicos.

El síndrome de Reye es una complicación poco frecuente pero muy grave que afecta prácticamente solo a menores de 18 años después del consumo de aspirina (ácido acetilsalicílico). Por lo tanto, no se debe administrar aspirina (ácido acetilsalicílico) a los niños con varicela. El síndrome de Reye puede comenzar de 3 a 8 días después del inicio de la erupción.

Las mujeres embarazadas que contraen la varicela corren riesgo de complicaciones graves, como neumonía, que pueden ser mortales. La varicela también se puede transmitir al feto, especialmente si aparece durante el primer trimestre o al inicio del segundo trimestre o afecta al recién nacido durante o después del nacimiento. Esta infección puede provocar cicatrices en la piel, defectos congénitos, bajo peso al nacer o enfermedades en el recién nacido.

Diagnóstico de la varicela

  • Evaluación médica

  • En muy pocos casos, análisis de sangre y de una muestra tomada de una llaga

El médico suele reconocer fácilmente la varicela porque la erupción y los demás síntomas son muy característicos.

No suelen ser necesarios análisis de sangre para medir los niveles de anticuerpos en sangre ni los análisis de laboratorio para identificar el virus (por lo general utilizando una muestra raspada de las máculas). (El sistema inmunológico produce anticuerpos para ayudar al organismo a defenderse de un atacante en concreto, como el virus varicela-zóster.)

Tratamiento de la varicela

  • En los casos leves, medidas para aliviar los síntomas

  • En los casos con riesgo de síntomas de moderados a graves, fármacos antivíricos

Los casos leves de varicela en niños requieren solo el tratamiento de los síntomas. Colocar compresas húmedas sobre la piel alivia el picor (prurito), que puede ser intenso, y evita que la persona se rasque; rascarse puede propagar la infección, y además puede ocasionar la formación de cicatrices. Debido al riesgo de una infección bacteriana, es importante lavar a menudo la piel con agua y jabón, mantener las manos limpias, las uñas cortas para minimizar el rascado y la ropa limpia y seca. Si el prurito es muy intenso, pueden administrarse medicamentos que alivian el prurito, como por ejemplo antihistamínicos por vía oral. Tomar baños de avena coloidal también puede ayudar.

Si aparece una infección bacteriana secundaria, puede ser necesario recibir antibióticos.

Los médicos suelen recetar fármacos antivíricos, como aciclovir, valaciclovir y famciclovir (véase la tabla Algunos fármacos antivíricos para infecciones por virus del herpes), por vía oral a ciertas personas sanas con riesgo de enfermedad de moderada a grave, incluidas las personas

  • De 12 o más años de edad que no están vacunados (18 o más años de edad para famciclovir)

  • Con trastornos cutáneos como el eccema

  • Con enfermedad pulmonar crónica

  • Tomar salicilatos (un tipo de medicamento, por ejemplo, aspirina [ácido acetilsalicílico]) durante mucho tiempo

  • Toma de corticoesteroides

  • Contraer la varicela por contagio de alguien con quien se convive, porque estos casos suelen ser más graves que los casos primarios

Los médicos pueden prescribir aciclovir por vía intravenosa (IV) a las personas mayores de 1 año cuyo sistema inmunológico está debilitado.

Los medicamentos antivíricos pueden reducir la gravedad y la duración de los síntomas y, si es posible, deben administrarse dentro de las 24 horas posteriores al inicio de la enfermedad.

Las mujeres embarazadas presentan un alto riesgo de complicaciones graves a causa de la varicela, por tanto algunos expertos recomiendan tratar a las mujeres embarazadas que tienen varicela con aciclovir o valaciclovir.

Pronóstico de la varicela

Los niños sanos casi siempre se recuperan de la varicela sin problemas. Antes de la inmunización (vacunación) sistemática, cerca de 4 millones de personas desarrollaban la varicela cada año en Estados Unidos y alrededor de 100 a 150 de estas personas morían a causa de complicaciones de la varicela.

En los adultos, la varicela es más grave y el riesgo de morir es mayor.

La varicela es particularmente grave en personas con un sistema inmunológico debilitado.

Cuando las personas que han sido vacunadas desarrollan la varicela, la enfermedad es menos grave y la tasa de mortalidad es menor.

Prevención del contagio de la varicela

  • Vacunación

  • En ocasiones, concentrado de inmunoglobulinas

Vacunación

La vacuna contra la varicela contiene virus vivo de la varicela atenuado. En Estados Unidos existen 2 formulaciones de la vacuna:

  • Vacuna contra la varicela con 2 dosis estándar

  • Combinación de la vacuna contra el sarampión, las paperas, la rubéola y la varicela (MMRV)

En Estados Unidos, los niños son vacunados sistemáticamente contra la varicela-zóster. Reciben dos dosis: una a la edad de 12 a 15 meses y la segunda a la edad de 4 a 6 años (véase Centers for Disease Control and Prevention: Immunization Schedules).

Los niños mayores y los adultos (sobre todo las mujeres en edad fértil y los adultos con trastornos crónicos) que no han sufrido varicela y no han recibido la vacuna también pueden ser vacunados. Se les administran dos dosis separadas entre 4 y 8 semanas.

Ciertas personas no deben vacunarse:

  • Personas que han sufrido una reacción alérgica grave (como anafilaxia) después de una dosis previa de la vacuna o de un ingrediente de la vacuna

  • Las personas con un sistema inmunitario debilitado, incluyendo aquellas que toman altas dosis de corticoesteroides

  • Los niños que toman aspirina (ácido acetilsalicílico) regularmente

  • Las mujeres que están embarazadas o tienen la intención de quedarse embarazadas dentro de 1 a 3 meses después de la vacunación

  • Las personas que se encuentran moderadamente enfermas en el momento de la vacunación

Prevención del contagio de la varicela

El aislamiento de una persona infectada evita el contagio de la infección a otras personas que no la han padecido. Los niños no deben volver a la escuela y los adultos no deben volver al trabajo hasta que las últimas ampollas han formado costra.

Después de la exposición a la varicela

A las personas vulnerables a la infección y con un gran riesgo de complicaciones que han estado en contacto con un enfermo de varicela, se les pueden administrar anticuerpos contra el virus de la varicela (concentrado de inmunoglobulinas contra la varicela-zóster). Entre dichas personas se cuentan

  • Aquellas con leucemia o un sistema inmunológico debilitado sin evidencia de inmunidad

  • Mujeres embarazadas que no hayan tenido varicela ni hayan sido vacunadas

  • Recién nacidos cuya madre contrajo varicela 5 días antes o 2 días después del parto

El tratamiento con concentrado de inmunoglobulinas contra la varicela-zóster puede prevenir la infección o reducir su gravedad.

Si las personas sanas han estado expuestas a la varicela y aún no han sido vacunadas, la vacunación dentro de los 3 a 5 días posteriores a la exposición puede ayudar a prevenir la varicela o reducir su gravedad.

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