(Véase también Generalidades sobre las infecciones bacterianas de la piel y Linfangitis).
La linfadenitis es la manifestación de varias infecciones bacterianas, virales, fúngicas y parasitarias. La linfadenitis focal es prominente en la infección estreptocócica, infección por micobacterias tuberculosas o no tuberculosas, tularemia, peste, enfermedad por arañazo de gato, sífilis primaria, linfogranuloma venéreo, chancroide y herpes simple genital. La linfadenitis multifocal es común en
Signos y síntomas
La linfadenitis suele causar dolor, sensibilidad a la palpación y adenomegalia. El dolor y las molestias a la palpación permiten distinguirla de las linfadenopatías. En el caso de algunas infecciones, la piel cercana está inflamada, en ocasiones con signos de celulitis. Pueden formarse abscesos y la salida a través de la piel puede formar trayectos fistulosos. Es frecuente la fiebre.
Diagnóstico
Tratamiento
El tratamiento de la linfadenitis se dirige a la causa y suele ser empírico. Las opciones incluyen antibióticos IV, antimicóticos y antiparasitarios, según la etiología o la sospecha clínica. Muchos pacientes con linfadenitis responden al tratamiento ambulatorio con antibióticos por vía oral. Sin embargo, algunos también pueden sufrir la formación de abscesos que requieren drenaje quirúrgico; se realiza entonces un extenso procedimiento con antibióticos IV como adyuvantes. En niños suele ser necesario el uso de antibióticos intravenosos. Las compresas tibias o calientes pueden aliviar el dolor. La linfadenitis suele resolver con el tratamiento oportuno, aunque es frecuente la presencia de linfadenopatía residual, persistente y no dolorosa.