Introducción a los trastornos relacionados con el colesterol y con los lípidos

PorMichael H. Davidson, MD, FACC, FNLA, University of Chicago Medicine, Pritzker School of Medicine;
Pallavi Pradeep, MD, University of Chicago
Revisado/Modificado jul 2023
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    El cuerpo necesita grasas (lípidos) para crecer y obtener energía. También las utiliza para sintetizar hormonas y otras sustancias necesarias para las actividades del organismo. El organismo puede depositar el exceso en los vasos sanguíneos y dentro de algunos órganos, donde puede obstruir el flujo sanguíneo y dañar el órgano afectado, causando a menudo graves enfermedades.

    Las grasas (lípidos) importantes que se encuentran en la sangre son

    • Colesterol

    • Triglicéridos

    El colesterol es un componente esencial de las membranas celulares, de las células cerebrales y nerviosas y de la bilis que contribuye a la absorción de grasas y de vitaminas liposolubles por parte del organismo. El colesterol permite sintetizar la vitamina D y varias hormonas, como los estrógenos, la testosterona y el cortisol. El organismo puede producir todo el colesterol que necesita, pero también lo obtiene de los alimentos.

    Los triglicéridos, presentes en los adipocitos (células adiposas), una vez descompuestos, se utilizan para obtener la energía necesaria para llevar a cabo los distintos procesos metabólicos, incluido el crecimiento corporal. Los triglicéridos se producen en el intestino y en el hígado a partir de moléculas de grasa más pequeñas, llamadas ácidos grasos. Algunos tipos de ácidos grasos los produce el propio organismo, mientras que otros se obtienen de los alimentos.

    Las grasas, como el colesterol y los triglicéridos, no pueden circular libremente por la sangre, puesto que el componente fundamental de esta es el agua. Para poder circular por la sangre, deben unirse a proteínas y a otras sustancias formando unas partículas denominadas lipoproteínas.

    Existen distintos tipos de lipoproteínas. Cada uno de estos tipos tiene un propósito diferente y se descompone y se excreta de forma ligeramente distinta. Las lipoproteínas incluyen

    • Quilomicrones

    • Lipoproteínas de alta densidad (HDL)

    • Lipoproteínas de baja densidad (LDL)

    • Lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL)

    El colesterol transportado por las LDL se denomina colesterol de las LDL (o colesterol LDL) (LDL-C), y el transportado por las HDL, colesterol de las HDL (o colesterol HDL) (HDL-C).

    El organismo regula la concentración de lipoproteínas (y, por lo tanto, los niveles de lípidos) incrementando o disminuyendo la velocidad a la que las produce. El organismo también puede regular la velocidad con que las lipoproteínas entran en el torrente circulatorio o son eliminadas de este.

    Las concentraciones de colesterol y de triglicéridos varían considerablemente de un día para otro, debido a muchos factores como el estrés, los hábitos alimentarios, el ejercicio, el estilo de vida o los cambios en el metabolismo. De una medición a otra, la concentración de colesterol puede variar alrededor de un 10%, y la de triglicéridos, hasta un 25%.

    Las concentraciones de lípidos pueden ser

    Las concentraciones de lípidos pueden verse alteradas por los cambios que se producen con la edad, por varios trastornos (incluidos algunos hereditarios), por el uso de ciertos fármacos o por el estilo de vida (como una dieta rica en grasas saturadas, la inactividad física o el sobrepeso).

    Tabla
    Tabla

    Complicaciones de las concentraciones anormales de lípidos

    Las concentraciones anormalmente elevadas de ciertos lípidos (especialmente colesterol) pueden conducir a problemas a largo plazo, como la ateroesclerosis. Por lo general, los niveles altos de colesterol total (que incluye el colesterol LDL, el HDL y el VLDL), especialmente un nivel alto de colesterol LDL (el «malo») aumentan el riesgo de ateroesclerosis y, por lo tanto, de sufrir un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular. Sin embargo, no todos los tipos de colesterol aumentan este riesgo. Una concentración alta de colesterol HDL (el «bueno») disminuye los riesgos, mientras que un valor bajo los aumenta.

    El papel que desempeñan los niveles de triglicéridos respecto a los riesgos de un infarto de miocardio no es tan evidente, pero los niveles muy altos de triglicéridos (superiores a los 500 miligramos por decilitro (mg/dL) de sangre [5,65 mmol/L) aumentan el riesgo de pancreatitis.

    Medición de las concentraciones de lípidos

    El perfil lipídico en ayunas (a veces denominado panel de lípidos) contiene las concentraciones de colesterol total, triglicéridos, colesterol LDL y colesterol HDL medidas después de ayunar durante 12 horas. Los médicos suelen realizar esta prueba cada 5 años a partir de los 20 años de edad como parte de la evaluación del riesgo que presenta la persona afectada de sufrir enfermedad de la arteria coronaria.

    En niños y adolescentes se recomienda hacer un cribado utilizando un perfil lipídico en ayunas entre los 2 y los 8 años de edad si el niño presenta factores de riesgo, como tener un familiar con dislipidemia grave o que ha desarrollado una arteriopatía coronaria a una edad temprana. En niños sin factores de riesgo, el cribado mediante un perfil de lípidos sin ayunar se suele realizar una vez antes de que el niño alcance la pubertad (generalmente entre los 9 y los 11 años) y una vez más entre los 17 y los 21 años de edad.

    Prueba analítica
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