Cáncer de estómago

PorAnthony Villano, MD, Fox Chase Cancer Center
Revisado/Modificado oct. 2023 | Modificado nov. 2023
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Datos clave
  • La infección por Helicobacter pylori es un factor de riesgo importante de tumores malignos de estómago.

  • Los síntomas característicos son un malestar abdominal vago, pérdida de peso y debilidad.

  • El diagnóstico incluye endoscopia y biopsia.

  • La cirugía se realiza para extirpar el cáncer o aliviar los síntomas.

  • La tasa de supervivencia es baja porque el cáncer tiende a diseminarse en fases tempranas a otros puntos.

Alrededor del 95% de los casos de cáncer de estómago son adenocarcinomas. Los adenocarcinomas del estómago se originan a partir de las células glandulares del revestimiento gástrico.

A nivel mundial, el cáncer de estómago es el segundo tipo de cáncer más frecuente. Es mucho más frecuente en Japón, China, Chile e Islandia. En estos países, los programas de cribado son un medio importante para la detección precoz del cáncer.

Por razones desconocidas, la incidencia del adenocarcinoma de estómago está disminuyendo en Estados Unidos. En 2023 se estimó que el cáncer de estómago se produciría en unas 26 500 personas y causaría unas 11 130 muertes, lo que convierte al cáncer de estómago en el 16º cáncer diagnosticado con más frecuencia y en la 17º causa principal de muerte por cáncer en Estados Unidos.

En Estados Unidos, el cáncer de estómago es más frecuente entre las personas de ascendencia africana, hispana e india americana. A medida que las personas envejecen, el riesgo de desarrollar cáncer de estómago aumenta: más del 75% de las personas afectadas son mayores de 50 años.

Tipos de cáncer de estómago poco frecuentes

El linfoma es un cáncer del sistema linfático que puede desarrollarse en el estómago. Se cree que la infección por Helicobacter pylori, que es una de las causas de las úlceras gástricas, está implicada en el desarrollo de algunos linfomas estomacales. Las personas con linfoma estomacal que sufren una infección activa por H. pylori reciben tratamiento con antibióticos o bien radioterapia. La cirugía y la quimioterapia se usan con menos frecuencia. El linfoma de estómago responde mejor al tratamiento que el adenocarcinoma. Es posible alcanzar una mayor supervivencia, e incluso la curación.

El leiomiosarcoma (cáncer derivado de las células musculares lisas) puede aparecer en la pared del estómago. También se denomina tumor de células fusiformes. Se trata mejor con cirugía. Si en el momento del diagnóstico el cáncer ya se ha extendido (metastatizado) hacia otras partes del organismo, la quimioterapia solo consigue alargar ligeramente la supervivencia. Se ha descubierto que el fármaco quimioterápico imatinib es eficaz en el tratamiento del leiomiosarcoma que no puede tratarse con cirugía.

Los tumores del estroma gastrointestinal (GIST) pueden desarrollarse en el estómago. Estos tumores se extirpan quirúrgicamente o se tratan con quimioterapia (véase Tratamiento de los GIST.)

Factores de riesgo del cáncer de estómago

El adenocarcinoma de estómago comienza a menudo en una zona donde el revestimiento gástrico está inflamado. La infección por Helicobacter pylori es un factor de riesgo para algunos cánceres de estómago porque causa inflamación estomacal.

La gastritis atrófica autoinmunitaria es un factor de riesgo del cáncer de estómago.

Los pólipos gástricos pueden volverse cancerosos (malignos), por lo que deben extirparse. Es más probable que se desarrolle adenocarcinoma de estómago si los pólipos están formados por células glandulares (pólipos adenomatosos) o si son mayores de 2 cm.

Las personas que tienen ciertas mutaciones genéticas también corren riesgo. El cáncer gástrico difuso hereditario es un trastorno hereditario poco común que aumenta el riesgo en una persona de desarrollar cáncer de estómago. Está causada por una mutación en un gen determinado. Las personas afectadas suelen desarrollar cáncer de estómago a una edad temprana (edad promedio de 38 años). Las mujeres afectadas también corren un alto riesgo de desarrollar cáncer de las glándulas productoras de leche (carcinoma lobulillar de la mama). Las personas que han tenido cáncer de estómago, carcinoma lobulillar de la mama o ambos o con numerosos familiares que han padecido estos cánceres, deben recibir asesoramiento y pruebas genéticas, especialmente si estos cánceres se diagnosticaron antes de los 50 años de edad. Otros trastornos hereditarios que pueden aumentar el riesgo de cáncer de estómago son la poliposis adenomatosa familiar, el síndrome de Lynch, el síndrome de poliposis juvenil y el síndrome de Peutz-Jeghers.

Se postuló que ciertos factores de la alimentación influían en la aparición del adenocarcinoma de estómago. Entre estos factores se incluían una alta ingestión de sal, carbohidratos, ciertos conservantes llamados nitratos (con frecuencia presentes en alimentos ahumados) y bajo consumo de frutas y verduras de hojas verdes. Aunque no se ha demostrado que ninguno de estos factores sea causal, se ha descrito un vínculo directo entre el consumo de carne procesada y el cáncer de estómago.

Fumar es un factor de riesgo para el cáncer de estómago. Las personas que fuman pueden no responder tan bien al tratamiento.

Síntomas del cáncer de estómago

En las etapas iniciales, los síntomas de cáncer de estómago son vagos y con frecuencia se pasan por alto. Los primeros síntomas pueden ser parecidos a los de una úlcera gastroduodenal, con dolor abdominal y ardor. Por lo tanto, los síntomas de úlcera péptica que no se resuelven con el tratamiento pueden indicar un cáncer de estómago.

Más tarde, la persona afectada puede notar una sensación de saciedad con pequeñas comidas (saciedad precoz). Es posible que experimenten una pérdida de peso o debilidad, resultado de la dificultad para comer o por la incapacidad para absorber determinadas vitaminas y minerales. La anemia, caracterizada por cansancio, debilidad y aturdimiento, puede deberse a hemorragias muy graduales que no producen otros síntomas, a la malabsorción de vitamina B12 (una vitamina necesaria para la formación de glóbulos rojos) o a la malabsorción de hierro (un mineral necesario para la formación de glóbulos rojos) debidas a una falta de ácido gástrico. En casos poco frecuentes, la persona vomita grandes cantidades de sangre (hematemesis) o evacúa heces de color negro alquitranado (melena). Cuando el adenocarcinoma está avanzado, el médico detectar una masa al palpar el abdomen.

Incluso en etapas iniciales, un adenocarcinoma pequeño puede diseminarse (metastatizar) a sitios distantes. La extensión del tumor puede causar aumento de tamaño del hígado, coloración amarilla de la piel y del blanco de los ojos (ictericia), acumulación de líquidos e hinchazón en la cavidad abdominal (ascitis) y nódulos linfáticos inflamados. La extensión del cáncer también puede afectar a los huesos, dando lugar a fracturas óseas.

Diagnóstico del cáncer de estómago

  • Endoscopia y biopsia

  • Tomografía computarizada (TC)

  • Ecografía endoscópica

La endoscopia (un examen en el que se utiliza un tubo flexible para observar el interior del tubo digestivo) es el mejor método diagnóstico. Permite al médico visualizar el estómago directamente y extraer muestras de tejido (biopsia) para examinarlas al microscopio y comprobar si hay Helicobacter pylori.

Cáncer de estómago
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Esta imagen muestra una úlcera en el estómago (flecha). Después de una biopsia, los médicos determinaron que se trataba de un adenocarcinoma.
Imagen proporcionada por David M. Martin, MD.

Si se detecta un cáncer, se suele realizar una TC del tórax y el abdomen para determinar el grado de diseminación del tumor hacia otros órganos. Si la TC no muestra diseminación del tumor, los médicos suelen realizar una ecografía endoscópica (que muestra el revestimiento del conducto digestivo con mayor claridad porque la sonda se instala en el extremo del endoscopio) para determinar la profundidad del tumor y la afectación de los ganglios linfáticos próximos.

Se realizan análisis de sangre básicos que incluyen hemograma completo, electrólitos, perfiles hepáticos y el antígeno carcinoembrionario marcador del cáncer (un nivel anormal puede ser un signo de cáncer).

Tratamiento del cáncer de estómago

  • Cirugía

  • A veces, quimioterapia o una combinación de quimioterapia y radioterapia (quimiorradiación)

Si el cáncer no se ha diseminado fuera del estómago, se suele practicar cirugía para intentar curarlo. La extirpación de la totalidad del tumor antes de que se haya diseminado ofrece la única esperanza de curación. Se elimina la mayor parte o la totalidad del estómago y los ganglios linfáticos adyacentes.

Si el cáncer se ha extendido fuera del estómago, la intervención quirúrgica no puede curar la enfermedad, pero a veces se usa para aliviar los síntomas. Por ejemplo, si el paso de los alimentos está obstruido en la parte final del estómago, una cirugía derivativa, en la que se hace una conexión alternativa entre el estómago y el intestino delgado, permite el paso de los alimentos. Esta conexión alivia los síntomas de dolor por obstrucción y los vómitos, por lo menos durante un tiempo.

Dependiendo del cáncer, a algunas personas se les administra quimioterapia o quimiorradiación antes o después de la cirugía.

Las personas que no se someten a cirugía reciben quimioterapia o quimiorradiación. La quimioterapia o la quimiorradiación pueden ayudar a aliviar los síntomas, pero contribuyen poco a aumentar la supervivencia.

La inmunoterapia aumenta la capacidad del sistema inmunológico para combatir el cáncer. Los medicamentos de inmunoterapia, como pembrolizumab, se pueden administrar a las personas que tienen cáncer de estómago avanzado o cáncer que se ha diseminado (metástasis) y es positivo para anticuerpos PD-L1. El nivolumab es otro fármaco de inmunoterapia disponible fuera de Estados Unidos para personas con cáncer de estómago avanzado. En los últimos años, la quimioterapia se ha combinado con los medicamentos de inmunoterapia trastuzumab y ramucirumab para tratar a las personas con cáncer avanzado.

Pronóstico del cáncer de estómago

Menos del 5 al 15% de las personas con adenocarcinoma de estómago viven más de 5 años. El cáncer tiende a diseminarse de forma precoz a otros lugares, de modo que la mayoría de las personas tienen un cáncer avanzado cuando se establece el diagnóstico.

El pronóstico es bueno en los casos en que el cáncer no ha penetrado muy profundamente en las paredes del estómago. En tales casos, pueden sobrevivir durante 5 años hasta el 80% de las personas. Sin embargo, en Estados Unidos, los resultados de la cirugía suelen ser poco satisfactorios porque la mayoría de los operados presentan un cáncer extendido en el momento del diagnóstico.

En Japón, donde el cáncer de estómago es muy frecuente, se efectúan programas masivos de cribado para tratar de descubrir el cáncer precozmente, con la finalidad de aumentar las probabilidades de curación.

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