Etiología
La parálisis del sexto nervio craneal (abducens) es el resultado de las siguientes causas:
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En forma típica, enfermedad de los pequeños vasos, en particular en diabéticos, como parte de un trastorno denominado mononeuritis múltiple (mononeuropatía múltiple)
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Isquemia
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A veces hipertensión
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Compresión del nervio por lesiones en el seno cavernoso (p. ej., tumores nasofaríngeos), la órbita o la base del cráneo
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Hipertensión intracraneal
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Carcinomatosis meníngea
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Aneurisma
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Vasculitis
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Accidente cerebrovascular pontino
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Rara vez, cefalea hipotensiva (p. ej., después de una punción lumbar)
Los niños con infecciones respiratorias pueden tener una parálisis recurrente. Sin embargo, a menudo no se identifica la causa de una parálisis aislada del VI nervio craneal.
Signos y síntomas
Los síntomas de la parálisis del sexto nervio craneal incluyen diplopía horizontal binocular al mirar hacia el lado del ojo parético. Como la acción tónica del músculo recto medial no tiene oposición, el ojo está ligeramente aducido cuando el paciente mira en línea recta hacia adelante. El ojo abduce levemente, e incluso cuando la abducción es máxima, se expone la porción lateral de la esclerótica. Con una parálisis completa, el ojo no puede abducir más allá de la línea media.
La parálisis resultante de una lesión del seno cavernoso (p. ej., debido a trombosis, infección, tumor o un aneurisma) puede producir una cefalea intensa, quemosis (edema conjuntival), anestesia en la distribución del primero y el segundo ramo del V nervio craneal y parálisis de los nervios craneales III, IV y VI. Ambos lados pueden afectarse, aunque de forma desigual.
Diagnóstico
Una parálisis del VI nervio craneal suele ser obvia, pero no su causa. Si se observan las pulsaciones venosas retinianas durante la oftalmoscopia, es poco probable la presencia de hipertensión intracraneana.
Muchas veces se realiza una TC, porque se encuentra disponible de inmediato. Sin embargo, el estudio de elección es la RM que proporciona mayor resolución de las órbitas, el seno cavernoso, la fosa posterior y los nervios craneanos. Si los estudios de diagnóstico por imágenes resultan normales o se sospecha una hipertensión intracraneal benigna, se realiza una punción lumbar.
Si se sospecha clínicamente una vasculitis, la evaluación comienza con la determinación de la eritrosedimentación, los anticuerpos antinucleares y el factor reumatoideo.
En los niños, si se excluye una hipertensión intracraneana, debería considerarse una infección respiratoria.
Tratamiento
Conceptos clave
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La parálisis del sexto nervio craneal (abducens) por lo general es el resultado de una enfermedad de pequeños vasos, en particular en diabéticos, pero la causa no suele identificarse.
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Esta parálisis puede causar una abducción deteriorada y diplopía horizontal.
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Para identificar la causa, se debe obtener una neuroimagen (preferiblemente resonancia magnética), seguida de una punción lumbar si los resultados de las imágenes son normales y se sospecha hipertensión intracraneal benigna; si se sospecha vasculitis, se debe comenzar con la medición de la eritrosedimentación (ERS), los anticuerpos antinucleares y el factor reumatoide.
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Si se excluye una hipertensión intracraneana en niños, se debe considerarse una infección respiratoria.
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La parálisis del sexto nervio craneal generalmente se resuelve en forma independiente de la identificación de su causa.