La otitis media aguda es consecuencia de una infección por virus o bacterias, en general como complicación de un resfriado común o de alergias. Aunque la otitis media aguda puede aparecer a cualquier edad, es más frecuente en niños de edades comprendidas entre los 3 meses y los 3 años. La otitis media aguda suele aparecer en este intervalo de edad porque las estructuras del oído medio, como la trompa de Eustaquio, son inmaduras y no funcionan correctamente. Los síntomas y el tratamiento son similares en los adultos y en los niños mayores (para la otitis media aguda en niños más pequeños, véase Infección aguda del oído medio en niños).
En contadas ocasiones, la otitis media bacteriana se extiende a las estructuras circundantes, como el hueso mastoideo situado detrás del oído (mastoiditis) o el oído interno. La propagación al cerebro es muy poco frecuente, pero algunas personas desarrollan meningitis, o una acumulación de pus (absceso) en el cerebro o alrededor de éste.
Síntomas
En las personas con otitis media aguda, el oído infectado duele (véase Dolor de oídos) y el tímpano está enrojecido y prominente. Muchas personas sufren una pérdida auditiva. Los lactantes pueden mostrar malestar o dificultad para dormir como únicos síntomas. En niños pequeños suelen aparecer fiebre, náuseas, vómitos y diarrea. En algunas ocasiones, el tímpano abombado se rompe, y provoca la salida de pus por el oído.
Si la infección se propaga, puede sufrirse un fuerte dolor de cabeza, confusión o alteración de la función cerebral.
Diagnóstico
Prevención
El riesgo de otitis media aguda se puede reducir mediante vacunaciones infantiles de rutina contra los neumococos (con la vacuna neumocócica conjugada), contra Haemophilus influenzae tipo B (Hib) y contra la gripe. Los bebés no deben dormir con un biberón, porque esto facilita que el líquido se desplace por la trompa de Eustaquio hacia el interior del oído medio. Ser fumador pasivo puede aumentar el riesgo, por lo que no se debe fumar, especialmente en el hogar o cerca de los niños.
La otitis media aguda recurrente puede prevenirse mediante la inserción de tubos de drenaje (tubos de timpanostomía).
Tratamiento
La mayoría de las personas con otitis media aguda mejoran sin tratamiento. Sin embargo, como es difícil predecir si los síntomas disminuirán o no por sí solos, algunos médicos tratan a todos los afectados con antibióticos, como la amoxicilina. Otros médicos pueden dar antibióticos únicamente si la afección es grave o si los síntomas no han disminuido en 72 horas. Algunos expertos afirman que los niños mayores o los niños de 6 a 23 meses que tienen otitis media aguda en un solo oído que no es grave pueden comenzar el tratamiento con o sin antibióticos. Si los antibióticos se retienen, se administran si el niño está peor o no se siente mejor pasadas de 48 o 72 horas desde que comenzaron los síntomas. Es importante aliviar el dolor, lo que puede lograrse con paracetamol (acetaminofeno) o con antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno. A los adultos se les pueden administrar descongestionantes nasales en aerosol que contienen fenilefrina, o descongestionantes por vía oral tales como la pseudoefedrina. Los antihistamínicos son útiles para tratar las alergias, pero no los resfriados. Los descongestivos y los antihistamínicos no son útiles para los niños y pueden causar efectos secundarios molestos y posiblemente peligrosos, sobre todo en niños menores de 2 años.
Si una persona sufre dolor intenso o persistente y fiebre, y si el tímpano protruye, el médico puede realizar una miringotomía, en la cual se realiza una abertura en el tímpano para permitir el drenaje de líquido del oído medio. Esta abertura, que no afecta a la audición, suele curarse sin tratamiento. Las personas con repetidos brotes de otitis media pueden necesitar que se les coloquen unos tubos de drenaje en los tímpanos (tubos de timpanostomía) (véase la figura Miringotomía).