Deshidratación

PorJames L. Lewis III, MD, Brookwood Baptist Health and Saint Vincent’s Ascension Health, Birmingham
Revisado/Modificado abr. 2022 | Modificado sep. 2022
VER VERSIÓN PROFESIONAL
Datos clave

La deshidratación es una carencia de agua en el organismo.

  • La deshidratación puede ser consecuencia de vómitos, diarrea, sudoración excesiva, quemaduras, insuficiencia renal e ingesta de diuréticos.

  • En este caso, se siente sed y, a medida que empeora la deshidratación, se suda menos y se elimina menor cantidad de orina.

  • Si la deshidratación es grave, se puede sentir confusión o mareo.

  • El tratamiento consiste en restituir la cantidad perdida de agua y de sales minerales (como el sodio y el potasio) que se encuentran disueltas en la sangre (electrolitos), por lo general por vía oral pero en algunos casos por vía intravenosa.

(Véase también Introducción al agua corporal.)

Se produce deshidratación cuando el organismo pierde más agua de la que ingiere. Los vómitos, la diarrea, tomar fármacos que aumentan la excreción de orina (diuréticos), la sudoración profusa (por ejemplo, durante las olas de calor o, sobre todo, al practicar ejercicio durante mucho tiempo) y una ingesta menor de agua pueden dar lugar a deshidratación.

Esta es particularmente frecuente en las personas de edad avanzada, porque su centro cerebral de la sed no funciona tan bien como a edades más tempranas; por lo tanto, en algunas ocasiones no se dan cuenta de que empiezan a deshidratarse. Ciertos trastornos, como la diabetes mellitus, la diabetes insípida y la enfermedad de Addison pueden aumentar la eliminación de orina y, por lo tanto, dar lugar a deshidratación.

La deshidratación en bebés y en niños pequeños también es frecuente porque la cantidad de líquidos perdidos durante una diarrea o un episodio de vómitos puede suponer una proporción mayor respecto a sus líquidos corporales que en el caso de niños mayores y adultos.

Síntomas de la deshidratación

Al principio, la deshidratación estimula el centro cerebral de la sed, provocando sed, un motivo poderoso para que se ingieran más líquidos. Si el agua que se bebe no compensa la cantidad de agua perdida, la deshidratación se agrava. Se suda y se orina menos. El agua se desplaza del interior de las células al torrente sanguíneo para mantener la cantidad necesaria de sangre (volemia) y la presión arterial (véase Introducción al agua corporal). Si la deshidratación continúa, los tejidos del cuerpo comienzan a secarse y las células se contraen y funcionan de forma inadecuada.

Los síntomas de la deshidratación entre leve y moderada incluyen

  • Sed

  • Sudoración reducida

  • Disminución de la elasticidad de la piel

  • Menor producción de orina

  • Sequedad de boca

Si la deshidratación es grave, la sensación de sed puede verse reducida y la presión arterial puede descender, lo que provoca mareos o desmayos, sobre todo al ponerse de pie (una afección denominada hipotensión ortostática). Si la deshidratación continúa, se produce un choque y se dañan gravemente los órganos internos, como los riñones, el hígado y el cerebro. Las neuronas son particularmente sensibles a los niveles de deshidratación más graves; por lo tanto, la confusión es uno de los mejores indicadores de que la deshidratación es grave. La deshidratación muy grave evoluciona a coma y muerte.

Edad y salud: equilibrio hídrico

Deshidratación

Las personas de edad avanzada son particularmente sensibles a la deshidratación. En las personas mayores, las causas más frecuentes de la deshidratación son

  • Demencia u otras afecciones mentales que disminuyen la capacidad de las personas para cuidar de sí mismas

  • Trastornos que dificultan la obtención de líquido (por lo general, debido a una menor movilidad, como sucede después de un accidente cerebrovascular)

Por otra parte, las personas de edad avanzada perciben la sed con más lentitud y con menos intensidad que las personas más jóvenes, por lo que es probable que, incluso aquellas que están en buenas condiciones de salud, no ingieran suficiente líquido por diversos motivos, incluyendo la incontinencia o el temor a la incontinencia.

Las personas mayores tienen un porcentaje mayor de grasa corporal. Dado que el tejido adiposo contiene menos agua que el tejido magro, la cantidad total de agua en el organismo tiende a disminuir con la edad.

Hiperhidratación

En la hiperhidratación, el organismo contiene demasiada agua. Los riñones de las personas de edad avanzada no eliminan el agua con la misma eficacia y, por tanto, a estas edades se tiene una mayor tendencia a la hiperhidratación que a edades más tempranas. Puede aparecer hinchazón (edema), o por el contrario no hacerlo.

Diagnóstico de la deshidratación

  • Evaluación médica

  • A veces, análisis de sangre

A menudo, el diagnóstico de la deshidratación se basa en los síntomas y en los resultados de una exploración médica. Pero a veces se realizan análisis de sangre si el paciente parece gravemente enfermo, se toman ciertos medicamentos o se padecen determinados trastornos. En el caso de personas que requieren más control o pruebas en un departamento de emergencias o en una unidad de cuidados intensivos, a veces los médicos emplean ultrasonidos o catéteres especiales para medir la gravedad de la deshidratación.

La deshidratación suele provocar que la concentración de sodio en la sangre aumente. La razón es que, aunque las causas frecuentes de la deshidratación (como la sudoración profusa, los vómitos y la diarrea) dan lugar a una pérdida de electrólitos (sobre todo, sodio y potasio), la pérdida de agua es aún mucho mayor, por lo que el sodio se concentra mucho más en la sangre.

Prevención de la deshidratación

Vale más prevenir la deshidratación que curarla. Los adultos deben tomar por lo menos 6 vasos de líquido al día (incluido el procedente de comer alimentos con gran cantidad de agua, como fruta y verdura). La ingesta de líquidos debe aumentarse en los días calurosos, cuando se trabaja o se hace ejercicio en época de calor, durante o después de un ejercicio prolongado y, si es posible, cuando se sufren vómitos y/o diarrea.

La actividad física, la temperatura corporal elevada y un clima caluroso aumentan la necesidad corporal de agua. Las bebidas isotónicas están concebidas para reponer los electrólitos que se pierden al practicar ejercicio intenso; se pueden ingerir para prevenir la deshidratación. Se deben beber líquidos con electrolitos antes, durante y después del ejercicio intenso. Si se sufre una cardiopatía o una nefropatía, antes de practicar ejercicio es aconsejable preguntar al médico sobre la mejor forma de reponer el líquido que se pierda.

Las personas deben asegurarse de que los miembros mayores de la familia tengan acceso a mucha agua cuando estén solos en un edificio o un lugar cálido.

Tratamiento de la deshidratación

  • Sustitución de líquidos y electrolitos

En caso de deshidratación leve, suele ser suficiente con beber abundante agua. Si la deshidratación es moderada o grave, también deben restituirse los electrólitos perdidos (sobre todo, el sodio y el potasio).

Las soluciones orales de rehidratación que contienen una cantidad adecuada de electrólitos están disponibles sin receta médica. Estas soluciones son eficaces para tratar la deshidratación, sobre todo cuando se debe a vómitos o a diarrea en los niños. Las bebidas isotónicas no necesariamente contienen la cantidad de electrólitos adecuada para reemplazar a estas soluciones.

Las personas que vomitan pueden ser incapaces de retener suficiente líquido para tratar la deshidratación. Si la deshidratación es más grave, debe administrarse un tratamiento con soluciones intravenosas que contengan cloruro de sodio (sal). Estas soluciones se suministran rápidamente al principio y después, a medida que mejora el estado físico, más despacio.

El tratamiento también va dirigido a combatir la causa de la deshidratación. Por ejemplo, si se tienen náuseas y vómitos o diarrea, se administran fármacos para controlarlas o detenerlas.

quizzes_lightbulb_red
Test your KnowledgeTake a Quiz!
ANDROID iOS
ANDROID iOS
ANDROID iOS