Introducción a la hipersensibilidad y a los trastornos cutáneos reactivos

PorJulia Benedetti, MD, Harvard Medical School
Revisado/Modificado abr. 2022 | Modificado sep. 2022
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El sistema inmunitario desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de la salud de los tejidos de todo el cuerpo. El sistema inmunitario reacciona a los invasores, tales como microorganismos, sustancias extrañas o células cancerosas, y desencadena la inflamación para atacar a los invasores. Por lo general, la reacción del sistema inmunitario protege al cuerpo y contribuye a la curación. Sin embargo, a veces el sistema inmunológico reacciona de forma exagerada, o bien la reacción está mal dirigida a los tejidos sanos y causa inflamación y daño intensos. Estas respuestas anormales del sistema inmunológico se denominan reacciones de hipersensibilidad. Algunas reacciones de hipersensibilidad se denominan alergias, especialmente cuando ocurren después de la exposición a sustancias que por lo general son inofensivas para la mayoría de las personas. Las reacciones de hipersensibilidad pueden afectar la piel y causar trastornos como los siguientes:

La piel puede verse involucrada en distintas reacciones del sistema inmunitario, y muchas de éstas causan erupciones. La palabra "erupción" hace referencia a los cambios en el color de la piel (como enrojecimiento) y/o en la textura (como protuberancias o hinchazón). Muchas erupciones provocan prurito, tales como las que suelen aparecer después de una reacción alérgica; otras, en cambio, causan dolor, y otras no provocan ningún síntoma. Cuando aparece una reacción de tipo inmunitario, suele deberse a una infección, a sustancias que se han tocado o comido o por un fármaco que toma la persona afectada pero, por lo general, no se sabe por qué el sistema inmunológico reacciona y produce una erupción.

Determinadas erupciones se producen con mayor frecuencia en los niños, mientras que otras casi siempre se dan en adultos.

Aunque muchos trastornos cutáneos están causados por la reacción del sistema inmunológico, algunos son consecuencia de factores que afectan directamente la piel sin afectar al sistema inmunológico. Entre las causas de prurito y/o erupción se encuentran ciertos productos químicos, ingredientes contenidos en cosméticos, ciertos medicamentos, líquidos corporales (sudor, orina), luz ultravioleta, calor, frío, fricción y otros factores.

Diagnóstico

  • Exploración por un médico

  • En ocasiones, una biopsia

El diagnóstico de la mayoría de los trastornos cutáneos por hipersensibilidad y reactivos que causan una erupción se basa en el aspecto de la erupción. Con frecuencia no puede determinarse la causa de una erupción mediante análisis de sangre, de modo que no suelen indicarse. Sin embargo, con las erupciones persistentes, sobre todo las que no responden al tratamiento, puede llevarse a cabo una biopsia cutánea en la que se extirpa quirúrgicamente un pequeño fragmento de la piel afectada por la erupción con un bisturí para examinarla al microscopio.

Tratamiento

  • Depende de la causa

El tratamiento de la hipersensibilidad y los trastornos cutáneos reactivos depende de la causa, si se puede identificar. En algunos casos, puede bastar con dejar de tomar un medicamento o evitar la exposición a un irritante conocido. Las infecciones bacterianas se tratan con antibióticos y las infecciones víricas se pueden tratar con medicamentos antivíricos. Otros medicamentos aplicados a la piel pueden ser útiles, y otros pueden tomarse por vía oral para aliviar los síntomas (por ejemplo, antihistamínicos para el prurito). Los trastornos cutáneos de hipersensibilidad más graves pueden requerir tratamiento con corticoesteroides o con fármacos inmunodepresores que disminuyen la respuesta inmunitaria hiperactiva del organismo.

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