El líquido amniótico es el fluido que rodea el feto dentro del útero; tanto el líquido como el feto están contenidos en las membranas denominadas saco amniótico. Los problemas relacionados con el líquido amniótico incluyen
Demasiado líquido amniótico durante todo el embarazo
Líquido amniótico insuficiente durante todo el embarazo
Infección del líquido, del saco amniótico y/o de la placenta (lo que se denomina infección intraamniótica)
Las complicaciones del embarazo, como la presencia de un exceso o una escasez de líquido amniótico, son problemas que aparecen solo durante el embarazo. Pueden afectar a la mujer, al feto o a ambos y presentarse en diferentes momentos del embarazo. Sin embargo, la mayor parte de las complicaciones del embarazo se pueden tratar con buenos resultados.
Demasiado líquido amniótico
Demasiado líquido amniótico (polihidramnios o hidramnios) produce el ensanchamiento del útero y ejerce presión sobre el diafragma de la mujer.
Puede acumularse demasiado líquido amniótico debido a lo siguiente:
Defectos congénitos del feto, especialmente una obstrucción en el esófago o en las vías urinarias
Presencia de más de un feto (embarazo múltiple)
Diabetes en la mujer embarazada
Anemia en el feto, como la causada por los anticuerpos Rh contra la sangre del feto producidos por la mujer embarazada (incompatibilidad de Rh)
Otros trastornos del feto, como infecciones o un trastorno genético
Sin embargo, casi en la mitad de los casos se desconoce la causa.
La presencia de un exceso de líquido amniótico puede causar varios problemas:
El parto puede comenzar demasiado pronto, antes de las 37 semanas de gestación (trabajo de parto prematuro).
Las membranas que rodean al feto pueden romperse demasiado pronto (lo que se denomina rotura prematura de las membranas).
El feto puede estar en una posición o presentación anormal que, a veces, requiere parto por cesárea.
Las mujeres pueden sufrir problemas respiratorios graves.
El cordón umbilical puede salir por la vagina antes que el bebé (llamado cordón umbilical prolapsado).
El útero se estira y no puede contraerse normalmente (un trastorno denominado atonía uterina).
La mujer puede tener sangrado vaginal después del parto.
El feto puede morir.
Si se produce una rotura prematura de las membranas, la placenta puede desprenderse de la pared del útero demasiado pronto (lo que se denomina desprendimiento de placenta).
Demasiado poco líquido amniótico
Suele haber poco líquido amniótico en las siguientes situaciones:
La placenta y el útero no funcionan normalmente porque la mujer sufre un trastorno, como hipertensión arterial o desprendimiento de placenta (desprendimiento prematuro de la placenta), lo que posiblemente da lugar a un crecimiento del feto distinto a lo esperado.
Las membranas que rodean al feto se rompen demasiado pronto (rotura prematura de las membranas) o cerca de la fecha prevista del parto.
El embarazo dura 42 semanas o más (embarazo postérmino)
El feto tiene una anomalía cromosómica.
El feto tiene defectos congénitos en las vías urinarias, en concreto en los riñones.
El feto no ha crecido tanto como se esperaba (lo que se denomina restricción del crecimiento intrauterino).
El feto ha muerto.
En muchos casos se desconoce su causa.
Tomar ciertos fármacos como los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), entre ellos el captopril o el enalapril, durante el segundo y tercer trimestres del embarazo pueden provocar que exista muy poco líquido amniótico. Estos medicamentos suelen evitarse durante el embarazo, pero, en ocasiones muy puntuales, se utilizan para tratar la insuficiencia cardíaca grave. Tomar fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE, como el ibuprofeno) durante el embarazo también puede reducir la cantidad de líquido amniótico.
Muy poco líquido amniótico (oligohidramnios) también puede causar problemas, como los siguientes:
El feto puede morir.
Es posible que el feto no crezca tanto como cabe esperar.
Si la cantidad de líquido es muy baja, el feto puede estar comprimido, lo que da lugar a deformaciones en los miembros, nariz aplanada, recesión del mentón y otros problemas.
Es posible que los pulmones del feto no maduren con normalidad. (La combinación de pulmones inmaduros y deformaciones se denomina síndrome de Potter.)
Es posible que el feto no tolere el trabajo de parto, por lo que es necesario realizar una cesárea.
Síntomas de los problemas del líquido amniótico
Por lo general, el hecho de tener un exceso o un defecto de líquido amniótico no causa síntomas en la mujer. La mujer puede notar que el feto no se mueve tanto como en etapas anteriores del embarazo. A veces, cuando la cantidad de líquido amniótico en exceso es elevada, la mujer tiene dificultad para respirar o contracciones dolorosas antes de la fecha prevista.
Los trastornos que causan o contribuyen a una cantidad excesiva o insuficiente de líquido amniótico pueden causar síntomas.
Diagnóstico de los problemas con el líquido amniótico
Evaluación médica
Ecografía
Pruebas para identificar la causa
Los médicos pueden sospechar que hay un exceso o un defecto de líquido amniótico cuando el útero es muy grande o muy pequeño para la duración del embarazo o cuando el feto no se mueve tanto como se esperaba.
A veces, el problema se detecta incidentalmente durante la ecografía. Si se detecta un problema, los médicos pueden usar la ecografía para determinar la cantidad de líquido amniótico presente.
Si los médicos detectan un exceso o un defecto de líquido amniótico, verifican una posible causa. Por ejemplo, pueden examinar la vagina y el cuello uterino para determinar si las membranas que rodean al feto se han roto demasiado pronto.
Se pueden hacer análisis de sangre para detectar trastornos que puedan afectar el líquido amniótico (como infecciones o diabetes). Se pueden realizar una ecografía y otras pruebas (posiblemente amniocentesis) para detectar defectos congénitos y defectos genéticos en el feto.
Tratamiento de los problemas del líquido amniótico?
Ecografía para controlar el crecimiento del feto y medir las concentraciones de líquido amniótico
Monitorización de la frecuencia cardíaca del feto
Tratamiento de cualquier trastorno subyacente
Algunas veces, extracción de líquido amniótico
Parto
Se hace una ecografía regularmente para controlar el crecimiento del feto y para medir las concentraciones de líquido amniótico. El ritmo cardíaco del feto también se controla regularmente, mientras está quieto y mientras se mueve. Esta prueba se realiza para verificar el bienestar del feto (lo que se denomina cardiotocografía en reposo).
Se trata cualquier trastorno subyacente, como la diabetes y la hipertensión arterial.
Cuando hay demasiado líquido amniótico, los médicos rara vez eliminan el exceso. No obstante, el exceso de líquido amniótico se puede extraer con una aguja a través del abdomen de la madre:
Cuando el parto comienza en breve.
La madre tiene problemas graves.
Cuando hay demasiado líquido amniótico, en ciertos casos los médicos planean el nacimiento del bebé a las 39 semanas de gestación aproximadamente.
Cuando hay muy poco líquido amniótico, la mayoría de los expertos pueden recomendar el parto entre las semanas 36 y 37, dependiendo del estado del feto.