El granuloma inguinal suele provocar la aparición de un abultamiento rojo indoloro en o cerca de los genitales, que se agranda lentamente y acaba abriéndose para dar lugar a una llaga.
Los médicos sospechan la infección si las personas afectadas presentan síntomas característicos y viven en áreas donde la infección es habitual; el diagnóstico se confirma mediante el examen de una muestra de líquido obtenido al practicar un raspado de la úlcera.
El tratamiento con antibióticos suele ser eficaz.
(Véase también Introducción a las infecciones de transmisión sexual. Introducción a las infecciones de transmisión sexual (ITS) Las enfermedades de transmisión sexual (venéreas) son infecciones que, típica pero no exclusivamente, se transmiten de una persona a otra mediante el contacto sexual. Las infecciones de transmisión... obtenga más información )
El granuloma inguinal es muy poco frecuente en los países desarrollados, pero todavía existe en Papúa Nueva Guinea, en Australia y en Sudáfrica, en el Caribe y en regiones de Brasil y de la India.
Síntomas del granuloma inguinal
Los síntomas del granuloma inguinal comienzan entre 1 y 12 semanas después del contagio. El primer síntoma es la aparición de un nódulo indoloro y rojo, que crece de forma progresiva hasta formar un bulto redondeado y prominente. El bulto se rompe y se forma una llaga maloliente cerca del lugar de la infección inicial:
Pene, escroto, ingle y muslos en los hombres
Vulva, vagina y la piel circundante en las mujeres
Cara en ambos sexos
Ano y nalgas si se practica sexo anal
Las llagas se extienden lentamente a los tejidos colindantes, causando daños adicionales. Las llagas también pueden diseminarse cuando entran en contacto con otras áreas del cuerpo. Sin tratamiento, las llagas continúan extendiéndose.
Las llagas se curan lentamente y pueden provocar cicatrices permanentes.
En algunos casos la infección se extiende por el torrente sanguíneo hasta los huesos, las articulaciones o el hígado.
Diagnostico de granuloma inguinal
Examen de líquido de la úlcera
El granuloma inguinal se sospecha cuando se observan las úlceras características de la infección y se vive en regiones en las que esta aún existe.
Para confirmar el diagnóstico de granuloma inguinal, se obtiene una muestra de líquido del interior de la úlcera para su examen al microscopio.
Si el diagnóstico es confuso, los médicos extraen una muestra de un órgano afectado y la examinan al microscopio (biopsia).
Prevención del granuloma inguinal
Las siguientes medidas generales pueden ayudar a prevenir el granuloma inguinal (y otras infecciones de transmisión sexual):
Evitar prácticas sexuales de riesgo tales como cambiar a menudo de pareja sexual o mantener relaciones sexuales con prostitutas o con personas que tengan otras parejas sexuales.
Rápido diagnóstico y tratamiento de la infección (para evitar contagiar a otras personas)
Identificación de los contactos sexuales con personas infectadas, seguida por el asesoramiento o el tratamiento de estos contactos
No practicar sexo (anal, vaginal u oral) es la forma más segura de prevenir las infecciones de transmisión sexual, pero se trata de un método a menudo poco realista.
Tratamiento del granuloma inguinal
Un antibiótico, como trimetoprim-sulfametoxazol o doxiciclina
Análisis y tratamiento de parejas sexuales
Trimetoprima-sulfametoxazol, doxiciclina, eritromicina, ciprofloxacina o azitromicina administrados por vía oral durante 3 semanas como mínimo. A veces los antibióticos se administran mediante inyección en un músculo o una vena.
Las personas que reciben tratamiento comienzan a mejorar generalmente en menos de 7 días. La curación puede ser lenta y las llagas pueden reaparecer. En ese caso se requiere tratamiento durante más tiempo. Después de un tratamiento aparentemente exitoso debe hacerse una revisión periódica cada 6 meses.
Las parejas sexuales actuales deben ser examinadas y, si están infectadas, deben recibir tratamiento.