En la displasia del desarrollo de la cadera, anteriormente denominada luxación congénita de la cadera, la cavidad de la cadera y el fémur del recién nacido (cabeza femoral), que normalmente forman una articulación, llegan a separarse, a menudo porque la cavidad de la cadera no es lo bastante profunda para sostener la cabeza del fémur. La displasia de la cadera es más frecuente entre
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Bebés nacidos con presentación de nalgas (las nalgas aparecen primero)
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Recién nacidos que presentan otras deformidades (como defectos congénitos de los pies o problemas en el cuello)
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Recién nacidos que tienen parientes cercanos con el defecto
Todos los recién nacidos son examinados para descartar una displasia del desarrollo de la cadera. El médico puede ser capaz de detectar el defecto moviendo las caderas del recién nacido siguiendo una serie de movimientos específicos. Las piernas derecha e izquierda o las caderas con frecuencia se ven diferentes la una de la otra en los recién nacidos afectados. Los recién nacidos con riesgo elevado de displasia de cadera, especialmente los nacidos con presentación de nalgas, los nacidos con otras deformidades y las niñas que tienen un historial familiar positivo de displasia del desarrollo de la cadera, deben someterse a una ecografía de sus caderas a las 6 semanas de edad.
También se necesita una prueba de imagen si el médico encuentra alguna anormalidad al examinar al bebé. En los bebés menores de 4 meses, la ecografía de las caderas confirma el diagnóstico de displasia del desarrollo de la cadera. En los bebés mayores de 4 meses, se pueden usar radiografías.
El tratamiento temprano de la displasia del desarrollo de la cadera es importante para evitar la necesidad de una cirugía posterior. El mejor tratamiento es el uso temprano del arnés de Pavlik. El arnés de Pavlik es un corsé suave que sostiene las rodillas abiertas hacia fuera y levantadas hacia el pecho. Ya no se recomienda el uso del triple pañal (un tratamiento antiguo) o de los pañales forrados. Si el defecto persiste a la edad de 6 meses, por lo general es necesaria la cirugía para fijar la cadera en la posición normal.
(Véase también Introducción a los defectos congénitos de la cara, los huesos, las articulaciones y los músculos.)