La vaginitis por Trichomonas es una infección vaginal causada por el protozoo Trichomonas vaginalis.
La vaginitis por Trichomonas por lo general es de transmisión sexual.
Causa una secreción vaginal de color verde o amarillo, que puede ser abundante, tener olor a pescado e ir acompañada de prurito o de irritación.
Si los síntomas sugieren una infección vaginal, se examina una muestra de la secreción y/o de fluido del cuello uterino y se analizan para detectar los microorganismos infecciosos que puedan causar la infección.
Usar siempre un preservativo durante la actividad sexual puede contribuir a prevenir esta infección.
El tratamiento consiste en metronidazol o tinidazol.
(Véase también Introducción a las infecciones vaginales.)
Los protozoos son un tipo de parásito. El protozoo Trichomonas vaginalis puede producir síntomas poco después de entrar en la vagina, o permanecer en esta o en el cuello del útero (la zona inferior del útero que se abre hacia la vagina) durante semanas o meses sin provocar ningún síntoma. La vejiga también puede infectarse. En los hombres, los protozoos no suelen causar síntomas, y pueden permanecer en el tracto urinario durante varios días o semanas sin causar síntomas. Así, las mujeres y los hombres pueden no ser conscientes de que están infectando a sus parejas sexuales.
Causas de la vaginitis tricomoniásica
Las infecciones genitales por Trichomonas (tricomoniasis) casi siempre se transmiten por vía sexual. Las mujeres pueden infectarse por contacto sexual con hombres o con mujeres, pero los hombres solo pueden infectarse por contacto sexual con mujeres, no con hombres. Muchas personas que padecen esta infección también presentan gonorrea o bien otras infecciones de transmisión sexual.
Debido a que este protozoo puede permanecer en las mujeres durante mucho tiempo sin producir síntomas, determinar cuándo se adquirió la infección, y por lo tanto de quién, puede resultar difícil o imposible.
La tricomoniasis puede aparecer en niños. En tal caso la causa puede ser el abuso sexual.
Síntomas de la vaginitis tricomoniásica
La vaginitis por Trichomonas puede comenzar con una secreción vaginal verde o amarilla que a veces es espumosa, abundante o ambas cosas, y que puede tener olor a pescado. El área genital puede presentar prurito y la vagina puede aparecer enrojecida y dolorosa al tacto (irritada). El resultado es que el coito puede producir dolor. Si la vejiga se infecta, también puede aparecer dolor al orinar.
La infección puede provocar una enfermedad inflamatoria pélvica y, en las embarazadas, trabajo de parto y alumbramiento prematuros.
Diagnóstico de vaginitis tricomoniásica (por Trichomonas)
Evaluación médica
Examen de una muestra de la secreción y/o de líquido del cuello uterino
Si las niñas o las mujeres tienen secreción vaginal que es inusual o que dura más de unos pocos días, o si presentan otros síntomas vaginales, deben consultar a un médico.
La vaginitis por Trichomonas se sospecha a partir de determinados síntomas, como la aparición de secreciones espumosas de color verde o amarillo. A continuación, el médico pregunta acerca de la secreción, la presencia de otros síntomas y las posibles causas (como las infecciones de transmisión sexual).
Para confirmar el diagnóstico, el médico efectúa una exploración pélvica. Al explorar la vagina, se toma una muestra de la secreción con un hisopo de algodón. La muestra se examina con un microscopio. Con la información de este examen, el médico a menudo puede identificar la causa de los síntomas.
Por lo general, también se utiliza un hisopo para tomar una muestra de fluido del cuello uterino; dicha muestra se examina para detectar otras infecciones de transmisión sexual.
Si las niñas presentan vaginitis por Trichomonas el médico valora la posibilidad de que la causa sea el abuso sexual.
Tratamiento de la vaginitis tricomoniásica (por Trichomonas)
Metronidazol o tinidazol
Las mujeres con vaginitis por Trichomonas deben recibir tratamiento con metronidazol por vía oral. Las parejas sexuales deben recibir tratamiento simultáneamente. Un tratamiento alternativo es el tinidazol por vía oral.
Hasta que la infección se cure deberán utilizarse preservativos durante las relaciones sexuales para ayudar a prevenir la transmisión.
Prevención de la vaginitis tricomoniásica (por Trichomonas)
Usar un condón siempre y de forma correcta durante el sexo oral, anal y genital puede ayudar a prevenir la transmisión de esta infección. Sin embargo, los protozoos Trichomonas vaginalis pueden infectar áreas que no están cubiertas por el condón. Por tanto los condones no protegen completamente a las personas contra la infección.
Las siguientes medidas generales también pueden ayudar a prevenir la vaginitis tricomonal:
Disminución del riesgo de exposición a las infecciones de transmisión sexual mediante prácticas sexuales más seguras (reducir el número de parejas sexuales, no tener parejas sexuales de alto riesgo [personas con muchas parejas sexuales o que no practican relaciones sexuales más seguras]) o la monogamia o la abstinencia mutua
Rápido diagnóstico y tratamiento de la infección (para evitar contagiar a otras personas)
Identificación de los contactos sexuales con personas infectadas, seguida por el asesoramiento o el tratamiento de estos contactos
