Sustitución de cadera
Sustitución de cadera

    El sistema esquelético proporciona el marco para el cuerpo y protege los órganos internos. La articulación de la cadera soporta la mayor parte del peso de la mitad superior del cuerpo.

    A medida que la persona envejece, los huesos se vuelven más delgados y quebradizos, lo que aumenta el riesgo de lesiones.

    Las articulaciones de la cadera se encuentran en la pelvis; conectan el torso a las piernas y sostienen el peso de la parte superior del cuerpo. Los huesos de la pelvis, el pubis, el isquion y el ilion forman una articulación esférica (en bola y cavidad) junto con la cabeza del fémur (el hueso largo del muslo). Las lesiones y el desgaste producido por el envejecimiento pueden dañar esta articulación, lo que aumenta el riesgo de fractura femoral o de fractura de cadera.

    Una fractura de cadera es más probable que se repare con una cirugía de reemplazo de cadera. Durante la cirugía de reemplazo de cadera, se retira todo el cartílago y el hueso artríticos de la cavidad de la cadera. Se coloca una pieza de plástico en forma de copa en el encaje agrandado de la cadera. Luego, se extirpa la parte superior del fémur y se inserta en su lugar una bola de metal. También se inserta un vástago de metal en el fémur para añadir estabilidad a la prótesis.

    Los pacientes de edad avanzada y los pacientes con osteoporosis corren un mayor riesgo de fracturas de cadera que requieren cirugía de reemplazo de la misma. Existen varias complicaciones potenciales asociadas a este procedimiento que deben discutirse con el médico antes de la intervención quirúrgica.

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