La giardiasis es una infección del intestino delgado causada por el parásito protozoico unicelular Giardia. Los síntomas principales son dolor abdominal y diarrea.
Las personas afectadas presentan cólicos abdominales, flatulencias, eructos, diarrea, náuseas y sensación de cansancio.
Los afectados contraen la infección bebiendo agua o comiendo alimentos que están contaminados con heces que contienen Giardia o al entrar en contacto con heces de una persona infectada.
Los médicos diagnostican la infección con pruebas o análisis de una muestra fecal.
El agua hirviendo mata los protozoos Giardia y, para los excursionistas, es la forma más segura de garantizar que el agua de superficie puede beberse.
A las personas infectadas se les aplica un tratamiento con medicamentos antiparasitarios, como tinidazol, metronidazol o nitazoxanida.
(Véase también Introducción a las infecciones parasitarias.)
La giardiasis es una infección por protozoos presente en todo el mundo, y es la infección parasitaria intestinal más frecuente en Estados Unidos. Los protozoos Giardia pueden formar una carcasa externa (llamada quiste). Estos quistes les permiten sobrevivir fuera del cuerpo durante largos períodos de tiempo (por ejemplo, en los lagos y arroyos) y los hace menos propensos a morir por efecto del cloro (por ejemplo, en las piscinas). Estos quistes pasan a las heces y pueden causar infección.
Los protozoos Giardia son un contaminante común del agua dulce, incluyendo muchos lagos y arroyos, incluso los que parecen limpios. Los sistemas municipales de abastecimiento de aguas con filtración inadecuada contribuyen a algunos brotes. La mayoría de las personas contrae la infección al beber agua contaminada. Pero puede adquirirse la infección al comer alimentos contaminados, o al tener contacto con las heces de una persona infectada, lo que ocurre con frecuencia entre niños o en parejas sexuales.
La giardiasis es mucho más frecuente en
Los niños que van a la guardería
Las personas que practican sexo oral-anal
Personas que han viajado a países con condiciones sanitarias deficientes
Los excursionistas que beben agua no tratada de arroyos y lagos.
Las personas que nadan en piscinas o lagos contaminados
Giardia puede vivir en animales salvajes
¿Sabías que...?
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Síntomas de la giardiasis
Algunas personas infectadas no presentan síntomas, pero pueden eliminar quistes de Giardia en sus heces y, por lo tanto, pueden infectar a otras personas. Los síntomas, si se presentan, aparecen entre 1 y 2 semanas después de la infección.
Los síntomas de la giardiasis suelen incluir cólicos abdominales, gases (flatulencia), eructos y diarrea acuosa pestilente. Las náuseas pueden aparecer y desaparecer. Los afectados sufren cansancio, cierto malestar e inapetencia. Si no se recibe tratamiento, la diarrea puede persistir durante semanas. Las personas con giardiasis desarrollan a menudo intolerancia a la lactosa (incapacidad para digerir la lactosa, el azúcar de la leche), que puede provocar diarrea, gases y distensión abdominal (abdomen hinchado).
Algunas personas con giardiasis desarrollan diarrea que persiste durante más tiempo. Estas personas pueden no absorber suficientes nutrientes de los alimentos (lo que se denomina malabsorción), lo que da como resultado una pérdida de peso significativa.
En algunos casos, la giardiasis crónica evita el crecimiento normal de los niños (un trastorno denominado fallo de medro o retraso del desarrollo).
Diagnóstico de la giardiasis
Análisis de heces
Los síntomas suelen sugerir la giardiasis.
El modo más sencillo de establecer el diagnóstico de giardiasis es analizar las heces para detectar proteínas (antígenos) liberadas por Giardia lamblia o detectar su ADN.
El examen al microscopio de muestras fecales también puede detectar el parásito. Dado que las personas que han estado infectadas durante mucho tiempo tienden a excretar los parásitos a intervalos impredecibles, a menudo es necesario repetir periódicament el examen de las heces.
Si estas pruebas no identifican la causa de los síntomas intestinales, los médicos pueden usar un tubo de observación flexible (endoscopio) para examinar la parte superior del tubo digestivo, incluida la primera parte del intestino delgado (duodeno). Los médicos pueden usar este procedimiento para obtener una muestra de los contenidos del intestino delgado para su análisis.
Prevención de la giardiasis
La prevención de la giardiasis requiere
El tratamiento adecuado de las aguas públicas (incluyendo el agua potable y el agua de las piscinas)
Una buena higiene en la preparación de alimentos
Una buena higiene personal (por ejemplo, lavarse bien las manos después de usar el inodoro)
Evitar el contacto con las heces durante las relaciones sexuales
Hervir el agua mata al parásito y, para los excursionistas, es la forma más segura de garantizar que el agua de arroyos y lagos se puede beber.
El agua de arroyos y lagos a veces se puede desinfectar usando compuestos que contienen cloro o yodo. Este método es menos fiable porque su efectividad varía según lo turbia o fangosa que se encuentre el agua (turbidez) y de su temperatura. La cantidad de cloro que suele utilizarse en el agua potable puede resultar insuficiente para destruir los quistes.
Los filtros de agua que utilizan ósmosis inversa o llevan la frase "probado y certificado por la norma NSF/ANSI n.° 53 o n.° 58 para la eliminación/reducción de quistes" pueden eliminar quistes de Giardia y otros protozoos, así como bacterias del agua, pero otros sistemas de filtración pueden no ser eficaces.
Tratamiento de la giardiasis
Tinidazol, metronidazol o nitazoxanida
Las personas infectadas que presenten síntomas pueden tratarse con tinidazol, metronidazol o nitazoxanida por vía oral.
El tinidazol, tomado en dosis única, tiene menos efectos secundarios que el metronidazol, que debe tomarse tres veces al día durante 5-7 días. Durante unos días tras el tratamiento con tinidazol o metronidazol, el consumo de alcohol puede causar náuseas, vómitos, sofocos y dolores de cabeza. La nitazoxanida se encuentra disponible en forma líquida, una formulación útil para niños, y en forma de comprimidos. Se toma dos veces al día durante 3 días. Tiene pocos efectos secundarios.
Las mujeres embarazadas no deben tomar ni metronidazol ni tinidazol. La seguridad del tratamiento con nitazoxanida durante el embarazo no ha sido evaluada. En consecuencia, el tratamiento de mujeres embarazadas se retrasa, si es posible, hasta después del embarazo. Si los síntomas son graves y no es posible retrasar el tratamiento, puede emplearse paromomicina.
Incluso después de curar la infección, las personas pueden experimentar intolerancia a la lactosa o bien síndrome del intestino irritable. Evitar los productos lácteos es útil en personas que han desarrollado intolerancia a la lactosa.
Literatura médica seleccionada
1. Schnell K, Collier S, Derado G, et al: Giardiasis in the United States - an epidemiologic and geospatial analysis of county-level drinking water and sanitation data, 1993-2010. J Water Health 14(2):267–279, 2016. doi: 10.2166/wh.2015.283
