(Véase también Revisión y evaluación de las enfermedades de la mano).
Los gangliones constituyen cerca del 60% de las hinchazones crónicas que afectan la mano y la muñeca. Aparecen espontáneamente en adultos entre 20 y 50 años, con una predominancia de 3:1 en mujeres. El tamaño de un ganglión puede variar con el tiempo y con el uso de la mano.
Etiología
La causa de la mayoría de los gangliones es desconocida. Las estructuras quísticas se encuentran cercanas o unidas (a menudo por un pedículo) a las vainas tendinosas y las cápsulas articulares. La pared del ganglión es lisa, fibrosa y de espesor variable. El quiste está lleno de un líquido claro gelatinoso adherente o mucoide muy viscoso. El líquido dentro del quiste a veces es ácido hialurónico casi puro.
La mayoría de los gangliones son anormalidades aisladas. El ganglión dorsal de la muñeca se origina en la articulación escafosemilunar y constituye cerca del 65% de los ganglios de la muñeca y la mano. El ganglión de la cara volar de la muñeca se origina en la cara distal del radio y constituye cerca del 20 a 25% de los gangliones. Los gangliones de la vaina tendinosa flexora y los quistes mucosos (originados en la articulación interfalángica distal dorsal) constituyen el 10 a 15% restante. Los gangliones pueden remitir espontáneamente.
Diagnóstico
Tratamiento
La mayoría de los gangliones no requieren tratamiento. Sin embargo, si el paciente está incómodo por razones estéticas o si el ganglión es doloroso, una aspiración única con aguja de gran calibre es efectiva en un 50% de los pacientes. El intento de rotura del ganglión golpeándolo con un objeto duro tiene riesgo de lesión local y no ofrece beneficio.
El tratamiento no quirúrgico fracasa en cerca de un 40 a 70% de los pacientes, y se requiere la resección quirúrgica. La escisión se puede hacer por vía artroscópica o con cirugía abierta convencional. Las tasas de recidivas luego de la resección quirúrgica son de un 5 a 15%.