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La rótula puede deslizarse fuera de lugar cuando la persona afectada, por lo general una joven adolescente con una anomalía de rodilla de base, de repente trata de cambiar de dirección.
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La rótula parece fuera de lugar, y la afectada siente dolor por debajo de la rótula y no puede enderezar la rodilla.
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El médico puede diagnosticar una luxación de la rótula mediante la exploración de la rodilla.
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Se vuelve a colocar con suavidad la rótula en su lugar, a continuación, se aplica un inmovilizador de rodilla o un dispositivo ortopédico con bisagras.
(Véase también Introducción a las luxaciones.)
Las luxaciones de rótula difieren de las luxaciones de rodilla (que son mucho más graves).
La luxación de rótula es un proceso frecuente. A menudo se produce en chicas adolescentes que tienen una anomalía anatómica de la articulación de la rodilla, como los ligamentos elásticos o una alteración leve en la alineación ósea.
Por lo general, la rótula se desliza fuera de lugar cuando la persona de repente trata de realizar un cambio de dirección. Las luxaciones de rótula pueden ocurrir en deportes que implican cambios bruscos de dirección y/o de impacto (como el fútbol, la gimnasia, el béisbol y el hockey sobre hielo). También pueden ocurrir tras una caída cuando el sujeto se escurre.
A veces la fuerza que causó la luxación fractura el cartílago de la parte posterior de la rótula o provoca una pequeña fractura del extremo del fémur.
Síntomas
Diagnóstico
La rótula puede volver a su posición de forma espontánea antes de que el sujeto sea visto por un médico. No obstante, es necesario consultar con un médico para que este pueda determinar la presencia de fracturas que se pueden haber producido durante la lesión.
El médico puede diagnosticar una luxación de la rótula mediante la exploración de la rodilla. Si la rótula ya se ha reducido a su posición, puede ser capaz de diagnosticar la luxación al encontrar sangre dentro de la articulación y porque la articulación es dolorosa.
Se toman radiografías desde varios ángulos para comprobar si hay fracturas.
Tratamiento
El médico desplaza suavemente la rótula hasta su posición (lo que se denomina reducción). Por lo general no se necesitan sedantes ni analgésicos. Luego se verifica la estabilidad de la rodilla moviéndola a través de su gama de desplazamiento (flexionando y extendiendo la rodilla). Si la rodilla está estable, se envuelve con una venda elástica y a las personas afectadas se les proporciona muletas para que las usen. Si la rodilla es inestable, se aplica un inmovilizador de rodilla. Este dispositivo sostiene la rodilla y evita que se flexione. El inmovilizador se utiliza durante varios días. Después de su retirada, se necesita fisioterapia para recuperar la fuerza muscular y mejorar la amplitud de movimiento de la rodilla.
La articulación puede ser reparada quirúrgicamente por un traumatólogo si ocurre cualquiera de las situaciones siguientes:
La cirugía puede llevarse a cabo utilizando un pequeño tubo de visualización que se introduce en la articulación a través de una pequeña incisión (cirugía artroscópica), o mediante cirugía abierta (que requiere una incisión más grande).